El Apagón

69. La carta

Luisita miró a Amelia, sabía que ella era la fuente que lograba llenar su depósito de fuerza y valentía, se abrió paso entre la multitud, y venciendo a sus miedos, apretó los puños y se acercó a aquel señor.

- ¡Tú! - Gritó señalando a Rober, Luisita no se había percatado de que la persona que había junto a él, no era otra que la dueña y señora de todo aquello, que la miró sin entender nada. La rubia tenía que reconocer que esa señora imponía realmente, pero ella no iba a venirse abajo - ¡Eres un cerdo!

Patricia miró a Sara que tenía su mirada clavada en Amelia pese a escuchar los gritos de Luisita.

- Parece que se terminó la party... - Susurró la latina a su amada, que fruncía el ceño observando la situación.

Amelia estaba inmóvil, miraba a Luisita y alucinaba, nunca pensó que sería capaz de hacer algo así, tenía que reconocer que además de sorprendida y atemorizada, estaba realmente excitada. Amanda miró a Luisita con desprecio y dio un paso al frente.

- Pero ¿Qué dices rubita? No sé qué tipo de seta has comido antes de venir, pero estoy segura de que no era un champiñón precisamente. - Se colocaba delante de Luisita.

- Esto no es contigo Amanda. - Dijo la rubia visiblemente agitada apretando sus puños cada vez con más fuerza.

- Amanda... - Rober se acercó a ella y puso el brazo sobre su hombro.

- ¿Me va a decir alguien que está pasando aquí? - Miró a Rober intentando encontrar una explicación que no llegaba.

- Pasa que aquí tu amiguito es un mirón, un puto cerdo. - Dijo señalándole.

Amelia intentando salir del estado de bloqueo en el que se encontraba se acercó a ellos poniéndose al lado de su chica.

- Señorita Ledesma, no sé qué clase de confusión hay aquí - Decía la señora Bueno - Pero te sugiero que controles a tu chica antes de que me joda el estreno, no imaginas la repercusión que tendría esto en tu carrera. - Amelia no podía ni hablar, se limitó a bajar la cabeza.

- Mira Amanda, tal vez tú controles a Beatriz como si fuera un perrito tirando de su correa de pinchos cuando ves algo que no te gusta, pero yo no soy así - Decía Luisita pasando por su lado y poniéndose frente a aquel señor, Beatriz de lejos veía como Amanda reía de lado y enfureció también.

- Yo no sé qué dice esta loca Amanda. - Decía Rober lloriqueando, que al verla acercarse daba un paso atrás. - Te lo prometo, se habrá confundido, ¡Está loca!

- Confundida y loca... - Ladeaba su cabeza con una sonrisa, cada vez estaba furiosa - ¡Mira idiota! Digo que te dedicas a mirar a la gente y tocas tu trompetín en conciertos en los que nadie te dio asiento, digo que nos seguiste en el callejón y quisiste unirte a una fiesta a la que nadie te invitó 

- Empujó al señor, Amanda le miraba totalmente sorprendida. - Y encima luego nos perseguiste corriendo con el pajarito fuera de su jaula.

- ¿Es cierto? - Preguntó Beatriz, que se acercaba cada vez más a la escena.

- No te metas cariño. - Reprendió su mujer.

- Me meto donde quiero, y además se me da muy bien - Dijo Beatriz enfadada por el comentario de Luisita.

- Y tanto que es cierto. - Decía Luisita empujándole con rabia sin dejar de mirar a Rober.

- Luisa cálmate, estoy segura de que todo esto tiene una explicación, te habrás confundido - Decía Amanda, que no estaba sorprendida, lo que hizo que su mujer se enfadase aún más.