REMIRO X LE NORMAND

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Alex y Robin llevaban viviendo juntos desde hace aproximadamente nueve meses, aunque al principio Alex intentó negar sus sentimientos hacia el gabacho, con el tiempo se fue dandi cuenta de que era inútil negarlo, ya que lo único que quería era estar con él, y no precisamente como amigos, y para sus suerte sus sentimientos eran correspondidos.
Su convivencia fue buena desde un principio, pues se complementaban bastante bien, y además tenían sus rutinas, como la limpieza de los lunes que era el día que solían tener libres, o las noches de pizza que solían ser los días que tenían partido en casa, ya que ninguno de los dos tenía ganas de cocinar.

La Navidad estaba a la vuelta de la esquina, y el espíritu ya se notaba en la casa de los dos jugadore, pues si algo caracterizaba a Robin era ser un gran fan de la Navidad, y aunque a Alex no le hacía tanta ilusión como a él, le gustaba verle tan feliz e ilusionado.

-¡Vamos, Alex!- se quejó Robin desde el salón mientras esperba a su pareja para poder empezar a decorar la casa-

-ya voy cariño- le contestó rodando los ojos aunque él no le podía ver-

Se pasaron prácticamente toda la tarde adornando la casa entre risas, piques y algún que otro beso robado.

-Estoy totalmente agotado- dijo Alex tirándose al sofá-
-¿pedimos algo para cenar?-

-¿pizza?-

-¿Barbacoa?-

-Te amo-

-Yo también- dijo dejando un beso en sus labios antes de levantarse para pedir la pizza.

-

El día de Navidad había llegado y eso era algo que ponía feliz a Robin, pero a la vez ansioso por saber que es lo que le había regalado su novio.

-Alex- Le llamó repartiendo besos por toda su cara recibiendo un gruñido como respuesta-
-Vamos, levanta- dijo esta vez sacudiendo su cuerpo-

- A veces eres como un niño pequeño- dijo desperezánse mientras se sentaba en la cama-
-¿Qué hora es?-

-Las nueve y media- contestó con una sonrisa inocente en su rostro-

-Dios, es muy pronto- se quejó-
¿te parece si preparamos algo de desayunar primera? Esque tu regalo no está aquí-

-¿cómo que no está aquí?- preguntó confundido-

-Pues como que no está aquí, y no seas tan cotilla que al final se me va a escapar y no quiero-

-Esta bien-dijo mientras ambos bajan a la cocina-

-vale, entonces qué necesitamos?-

-Pues.. harina, huevos, azúcar, mantequilla, leche, levadura, sal y nocilla- dijo terminando de leer la receta mientras Robin sacaba todas las cosas que me le iba diciendo-

Empezaron a preparar la mezcla, pero no pudieron evitar chinchar al otro marchándole.

-Espera Alex, tienes algo aquí- dijo antes de meter la mano en la mezcla y pasársela por toda la cara-

-Pero serás...- dijo entre risas-
-Espera tú también tienes algo aqui- dijo cogiendo el paquete de harina y tirándoselo por encima-

-Alex, te has pasado-dijo quitándose la harina de los ojos para poder mirarle-

-No te la hubiera tirado si no me hubieras manchado tu primero- replicó-

-Pero si has sido tú el primero en meter un dedo en la harina y mancharme la cara-

-Pero porque tu me has intentado tirara un huevo primero- dijo señalando el lugar donde se había estrellado-

Al ver que no dijo nada sonrió victorioso antes de dejar un beso en sus labios.

-Anda ve a lavarte mientras yo termino de preparar la mezcla y limpio esto-

-Esta bien dijo subiendo hacia la habitación que compartían.

El timbre sonó haciendo que dejara lo que estab haciendo, para dirigirse a abrir la puerta donde se encontraba Igor con el regalo de Robin.

-Hombre Igor pasa, gracias por venir y perdón por las horas, pero ya sabes como es Robin cuando se emociona con algo- dijo mientras se dirigían al jardín-

-No te preocupes hombre- dijo dejando la caja en la hierva del jardín-
-yo me voy ya que me están esperando mi mujer y mi hija en casa.
Feliz Navidad a los dos, y estoy seguro de que te va a gustar el regalo, Robin- dijo al ver cómo este bajaba las escaleras mirándole confundido-

-Feliz Navidad, Igor- dijeron los dos antes de que el nombrado saliera de la casa-

-Vamos a abrir tu regalo antes de que salga por si solo- dijo Alex tirándo de su brazo antes de que le diera tiempo a replicar nada-

Cuando estaba a punto de abrir la caja, la cual estaba agujereada, cosa que llamó su atención, esta se movió levemente hacia que retirara las manos asustado dirijiendo una mirada curiosa hacia Alex.

-Vamos, ábrelo, no te va a hacer nada-

Volvió a mirara la caja y la abrió aún con algo de duda en el cuerpo. Cuando la abrió apareció ante su vista un pequeño cachorro de Golden Retriever que asomó feliz su cabeza por encima de la caja antes de salir a explorara el jardín.

-¿te gusta?-preguntó al ver que o decía nada-

-¿que si me gusta?, me encanta, muchas gracias, Alex- dijo levantándose para dejar un beso en sus labios que expresaba todos los sentimientos que no podía transmitirle con palabras-

-¿Qué nombre le vas a poner?- preguntó una vez que ambos se sentaron en el pasto para jugar con el pequeño nuevo miembro de su familia-

-no se, no se me ocurre ninguno- contestó acariciando la cabeza del cachorro-

-Si quieres lo puedes pensar mientras desayunamos. Que aún no nos hemos comido las tortitas del café y se van a quedar fríos-

Esperaba una respuesta por parte de su novio, pero lo único que recibió como repuesta fue un pequeño ladrido.

-¿puedes repetirlo?-

-¿que las tortitas y el café se van a quedar fríos?-volvió a recibir otro ladrido como respuesta-

-hay una palabra ahí que le gusta-

-¿Tortita?- nada como respuesta-

-¿Café?- esta vez recibió dos ladridos como respuesta mientras el cachorro movía la cola feliz-

-Pues te llamarás café-
-Ahora vamos dentro que tengo hambre y aún no me has dado mi regalo-

-No es tan guay como el tuyo pero espero que te guste-dijo entregándole un paquete rectangular algo mal envuelto-

Cuando lo abrió se encontró con un álbum lleno de fotos que se habían hecho desde que se conocieron hasta la actualidad.

-Robin, me encanta-dijo besandole-

-¿de verdad?

- de verdad-

-¿ahora que te parece si vemos una película navideña mientras nos terminamos esto?-preguntó a lo que recibió un asentimiento como respuesta-

Y eso fue lo que hicieron durante toda la Navidad, ver películas mientras disfrutaban de la compañía del otro, y no hay cosa que les hiciera más feliz

𝑺𝒉𝒊𝒑𝒔 𝒇𝒖𝒕𝒃𝒐𝒍𝒊𝒔𝒕𝒂𝒔Where stories live. Discover now