30.- La conexión peligrosa

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El navi de ojos verdes permanecía acostado en la sombra de un gran árbol, desde su primer encuentro con ese ser extraño, no podía dejar de pensar en el, en sus bellos ojos grises.

Ciertamente sus cuerpos eran muy diferentes y no podía simplemente acercarse ya que sentía que de alguna forma algo no saldría bien, pero ese instinto era igualado por su curiosidad.

Se dio cuenta que ese joven pasaba por el lugar varias veces al día, parecía muy entretenido observando y tocando las distintas plantas que habitaban la isla, aunque también pudo ver qué utilizaba instrumentos raros al momento de observarlas.

Siempre tenía una hermosa sonrisa en su rostro, su cabello se movía con la suave brisa y sus ojos brillaban intensos, simplemente era muy hermoso.

En algún lado de su corazón todavía persistía el sentimiento de que había alguien al que una vez amo o que aún amaba pero ese joven extraño hacia que ese sentimiento se viera tan insignificante que decidió simplemente olvidarlo.

Su cuerpo que ya estaba totalmente recuperado empezó a caminar por la alta vegetación hacia un pequeño lago, sentía su cuerpo extraño así que supuso que si se lavaba entonces esa incomodidad podría desaparecer.

Lentamente se fue quitando su taparrabo, dejándolo cerca de la orilla, se quitó un brazalete que por fortuna aún conservaba, suponía que eso lo podría guiar hacia su hogar, y con esas pocas pertenencias fuera de su cuerpo se introdujo al agua.

La sensación en su cuerpo empezó a mejorar, el agua era lo que necesitaba y simplemente se quedó sumergido en esta, admiraba las plantas y peces que se movían a su alrededor, como si el perteneciera a ese lugar.

Al asomar su cabeza y sacar la mitad de su cuerpo, sus ojos verdes se quedaron en total shock al ver a ese joven extraño justo frente a el, ambos gris y verde se encontraron, ninguno se movía o emitía algún sonido, solo se observaban.

Los grises empezaron a brillar intensos mientras más tiempo pasaba y los verdes aún no sabían que hacer ante tal mirada.

"Tu, eres un navi verdad?, perteneces a una tribu metkayina?" La dulce voz del joven despertó al joven navi, 'navi?, Metkayina?', sentía que eso era tan conocido, como un todo, como si le dijeran su verdadero yo.

"Tu puedes entenderme? perdón si no puedo pronunciar muy bien tu idioma, me gustaría saber tu nombre" 'un nombre?' no sabía su nombre, había tratado inútilmente de recordarlo y simplemente no sabía que responderle al joven frente a el, en este momento no parecía peligroso así que pensó que tal vez el podría ayudarlo a encontrar a su familia.

"Yo no tengo un nombre, en realidad no puedo recordar nada sobre mi vida, tu que es lo que eres?"

El joven extraño soltó un pequeño jadeo de sorpresa, pensó que ese navi no le hablaría ya que se veía algo asustado, pero al escuchar su voz algo dentro de su cuerpo se encendió.

"Lamento mucho que no puedas recordar nada sobre tu familia o tu hogar, tal vez con tiempo lo puedas lograr" mientras hablaba le dedicaba una suave sonrisa, la cuál revolvió su vientre, "Yo soy un ser humano, vengo de un planeta lejano, estudie para ser científico y ahora me trajeron aquí para analizar a las plantas de este hermoso planeta"

'humano?, científico?' que son esas cosas, acaso el era algún tipo de especie nueva?, sea lo que sea, solo quería permanecer un poco más a su lado.

"Tu... Bueno, sabes dónde estoy?, siento que mi hogar no está muy lejos, me gustaría volver pero no sé bien donde estoy" El joven humano lo miraba algo nervioso, parecía que no quería hablar sobre ello.

"Bueno, este lugar es una isla que está a las afueras de los arrecifes, casi por las últimas aldeas metkayina, es algo difícil llegar aquí ya que hay bastantes criaturas peligrosas, tu no sabes realmente como llegaste aquí?"

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