Capítulo 5

101 4 0
                                    

CAROLINA WHITE

Abro los ojos lentamente, la cabeza esta a nada de explotarme, me levanto de la cama y entonces me doy cuenta de que nada de lo que hay en este cuarto es mio, hay posters de equipos y de jugadores de futbol, camisetas autografiadas y demasiadas cosas de hombre.

¿Qué fue lo que pasó ayer?

Me levanté rápidamente de la cama, intento recordar que fue lo que pasó ayer, pero nada refresca mi memoria, lo último que recuerdo es que Chris me quitaba un shot, pero Marie me daba otro. Estoy intentando recordar y averiguar en donde estoy, entonces la puerta se abrió y me giré rápidamente.

-Carolina...- Unos rizos se asomaron por la puerta, Christian apareció detrás de ella, traía una bandeja con desayuno y a su lado una pastilla con un vaso de agua- Buenos días.

- ¿Qué pasó anoche? – Habló rápidamente, esto de verdad me estaba asustando, espero no haber hecho ninguna tontería.

-Estabas ebria, demasiado ebria, te comenzaste a sentir mal y te traje aquí porque me rogaste que no te llevara a tu casa. Puedes estar tranquila, no hiciste nada tonto- Dejó la bandeja en la mesa de noche y soltó una risa demasiado encantadora.

Sentí un alivio inmenso, al menos sabía que no le había dicho nada que me humillara más. La resaca es lo peor de todo esto.

-Puedes ducharte si quieres, puedes tomar algo de mi closet- Me sonrió y caminó a su armario. 

¿Por qué es tan estúpidamente lindo?

Recuerda que ya no te gusta.

Me extendió dos playeras, una que decía New York y otra que tenía un estampado de León. Tomé la de New York y le di las gracias. Salió de la habitación y decidí darme un baño, de verdad lo necesitaba.

Al salir, me comí lo que Chris me había llevado para después tomarme la pastilla, bajé para dejar los platos sucios en la cocina, agradecí que Christian estuviera aún en su habitación. Subí de nuevo y me cambie la ropa de Chris por la mía. Necesitaba salir de aquí YA.

Cuando llegue abajo, Chris estaba sentado en el desayunador comiendo un plato de cereal. Me miró y frunció el ceño, terminó de comer lo que estaba en su boca y habló.

-¿Por qué no te dejaste mi ropa?.

Lo miré y mi corazón se acelero, estos estúpidos sentimientos están regresando.

-Yo...mhm...tengo que regresar a casa- Hablé demasiado nerviosa.

Antes de bajar le mande un mensaje a Alex preguntándole si podía venir a recogerme, él me dijo que si, inmediatamente le mandé mi ubicación.

-Claro, déjame llevarte- Se levantó de la silla y me cabeza reacciono.

-¡NO!- Se detuvo ante mi grito- Alex viene por mi.

-¿Alex?- Asentí con la cabeza- Muñeca, pude haberte llevado yo.

-No quería dar más molestias.

Mire mi celular impaciente, ¿Dónde estás Alex?

-Nunca serás una molestia.

Levanté la mirada y él ya me estaba mirando, su mirada parecía tener algo distinto, era un brillo, un brillo que jamás había visto pero que me encantaba completamente. No vas a caer de nuevo, Carolina, esos sentimientos ya se ha  ido y no tienen que regresar, son solo amigos y nada más. No lo necesitas en tu vida.

Estaba por responder cuando la canción de Introducing me de Nick Jonas sonó y en la pantalla apareció el nombre de Alex indicando que me estaba llamando. Contesté y sólo oí la risita que Chris soltó, me levanté rápidamente y caminé hacia la puerta.

-Estoy afuera- Dijo en cuanto descolgué, por su tono de voz sabía que estaba algo enojado.

-Ya salgo.

Colgué y me giré hacia Chris que ahora estaba muy pegado a mi, demasiado diría yo. Podía sentir su respiración en mi cuello.

-¿Camp Rock?- Dijo refiriéndose a mi tono de llamada- Podría jurar que eras mas del tipo de High School Musical.

-Bueno, es que nadie se resiste a los encantos de Nick Jonas.

Me sonrió, si seguimos así estos sentimientos jamás desaparecerán del todo, menos si me da su sonrisa de niño lindo cada que digo o hago algo.

-Alex llegó, nos vemos.

Me giré dispuesta a salir por aquella puerta y olvidarme completamente de este día, pero me tomó de la mano y me giró pegándome a su pecho.

-A la próxima te llevo yo, muñeca- Me susurró al oído con una calma que lo hacia sonar increíblemente lindo.

-Eso será imposible, rulitos- Me miró sin entender a lo que refería- No habrá una próxima vez, no creo ni quiero volver a poner un pie aquí.

El sonrió de lado y se alejó de mi, solté la respiración que no sabía que estaba conteniendo, mi corazón estaba muy acelerado. Me siento como una tonta al sentir todo esto sabiendo que no me corresponde.

-Ya veremos...

No lo deje terminar y salí corriendo hacia el coche de Alex. Sentía aún la respiración de Chris en mi cuello, ese chico me va a volver completamente loca.

Me subí al coche de Alex, me miró demasiado molesto, si las miradas mataran yo ya estaría tres metros bajo tierra.

-¿Pasaste la noche en casa de Brown?- Me miró serio, apretaba el volante muy fuerte,

-Algo así, ayer fui de fiesta con Marie, debí demasiado y...

-¡¿Estabas ebria?!

Me molestaba demasiado que me gritara, no iba a permitir que me levantara la voz cuando ni siquiera hice algo malo.

-Bájale a tu tonito, si, estaba ebria y por eso mismo Chris me dejó pasar la noche en su casa. No tienes de que preocuparte, él ya no me gusta.

Él soltó tremenda carcajada y me miró divertido.

-Eso es la mentira más grande que he oído en mi vida-Lo fulminé con la mirada.

-Deja de decir estupideces y pon el coche en marcha.

Arrancó el coche sin decirme nada más, condujo hasta que llegamos a la puerta de mi casa. Me dejó ahí y se marchó. Alex es mi mejor amigo y se que siempre podré contar con el, ¿verdad?

Él mi crush, yo su apuestaWhere stories live. Discover now