Capítulo 9

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CHRISTIAN BROWN

Hoy es el gran día de la fiesta. El día en el que cumpliré otra cosa más de la lista para terminar con esto de una buena vez. Hace dos días le dije a Carolina que me gusta y no es mentira. Fácilmente podría salir con ella, es demasiado linda, tierna, divertida, adorable y ni hablar de sus ojos que son preciosos. Tiene muchas cosas que me encantan.

Sin embargo, tengo que recordar que ella solo es la apuesta que tengo con Liam y nada más. No me puede gustar, es solo una técnica para que esto sea más fácil.

Son las siete con treinta minutos, solo me falta el perfume y estoy listo. Rocié el líquido por mi cuello y un poco por mi ropa. Bajé las escaleras listo para irme a recoger a mi muñe...Carolina.

Tomé las llaves de mi coche y salí de casa, cuando estoy por subirme mi madre que vino para quedarse un tiempo, sale de la casa y me detiene.

- ¿A dónde vas tan guapo? - Me sonríe.

-A una fiesta- Alzó sus cejas con curiosidad y me dio una sonrisita de cómplice.

- ¿Solo?

Dudé en si decirle o no sobre Carolina, sé que si le digo ella se emocionara demasiado y la invitaría a casa para conocerla. No quiero eso, es solo una apuesta y no tengo por qué hacerle creer a mi madre que tengo novia.

Sin embargo, de mi boca salió otra cosa.

-No, justo ahora tengo que ir por una chica.

La imagen de Carolina y sus grandes ojos color café con ese brillo que tenían cada que me miraba y la sonrisa que ponía cuando le decía algo lindo apareció en mi mente. No pude evitar soltar una sonrisa.

-Al parecer es más que una chica. Esas sonrisas las conozco mejor que la palma de mi mano. ¿Cuál es su nombre?

-Carolina. Me está esperando, mamá.

-Bien, espero poder conocer a tu novia algún día.

-No es mi novia- Me subí al coche y bajé la ventanilla.

-Pero lo será. Nos vemos después, mi niño. No llegues tan tarde.

-No prometo nada-Grité mientras arrancaba el coche.

Miré por el retrovisor como se metía a la casa y entonces me apresuré  en llegar a casa de Carolina. No tardé en llegar, me bajé del coche y toqué la puerta.

Una señora de mediana edad abrió la puerta, supuse que sería su madre y puse mi mejor sonrisa. Ella me miró de pies a cabeza sin descaro.

- ¿Y tú quién eres?

Bien, creo que no le agradé mucho.

-Christian Brown- Le extendí la mano, ella ni la miró  y por eso mismo la bajé de inmediato- Vengo por Carolina, la llevaré a una fiesta y prometo traerla temprano.

-Pensé que Alex vendría por ella.

La sangre se me calentó al oír su nombre. ¿Qué era lo que pasaba entre ellos?

-Me parece que lo veremos más tarde. ¿Carolina esta lista?

-No, no dejaré que vaya contigo...

Una garganta se aclaró detrás de ella, se giró de inmediato y puso su mejor sonrisa.

-Mi niña, justo estaba conociendo a tu...amigo- Me dio una mirada llena de desagrado- Pensé que Alex vendría por ti.

-Nunca dije que el vendría por mí. Me voy a ir con Chris. Te veo más tarde.

Mientras caminaba hacia mí la recorrí con la mirada. Tenía puesto una blusa negra transparente que dejaba a la vista su corpiño del mismo color que la blusa. La acompañaba un pantalón blanco que se ajustaba perfecto a sus piernas. En los pies tenía unas botas negras que la hacían ver un poco más alta.

Se ve realmente hermosa.

- ¿Nos vamos? - Pasó por delante de mí y me guiño un ojo.

-Claro que sí.

Nos despedimos de su mamá, quien me dio una mirada matadora antes de salir de su casa. Le abrí la puerta del copiloto a Carolina y ella subió en mi auto. Rodeé el coche y subí al asiento del piloto.

-Te ves demasiado hermosa-Dije con una sonrisa.

-Gracias. También te ves guapo, rulitos.

Me encanta que me diga así, por algún motivo el que haya notado mis rizos en el cabello me pareció lindo. Es decir, no se me notan demasiado y que ella los haya visto es muy lindo.

Conduje hasta la casa de Liam. Una vez estaba en el estacionamiento que él había reservado para mí, ayude a Carolina a bajar y ella me sonrió en agradecimiento.

Tenía que comenzar a pensar como la voy a besar, tenía que ser un momento lindo y memorable. Va a besar al chico que le ha gustado desde que éramos niños, tiene que recordarlo sí o sí.

La tomé de la mano y la guie dentro de la casa. Liam y Marie ya estaban dentro comiéndose a besos en la barra.

Carolina los vio y rodo los ojos. Dio una vista rápida a todo el lugar y puso una mueca, parecía que algo no le gustaba.

-¿Los futbolistas hacen una fiesta cada que ganan algún partido?- Me preguntó confundida.

-Algunas veces. Cuando tenemos ganas de embriagarnos sin sentido.

La canción Mía de Bad Bunny y Drake comenzó a sonar por los altavoces. Una sonrisa apareció en mi rostro.

-Esa canción me trae muchos recuerdos.

Le sonreí coquetamente y ella solo rodo los ojos. Le extendí una mano, ella me la tomó y me guío al centro de la pista de baile. Comenzamos a bailar al ritmo de la música.

Mire cada parte de su cuerpo con detenimiento. Es preciosa, no entiendo por qué está enamorada de mi si estoy seguro que tiene mil chicos detrás de ella.

-Voy por algo de beber- Dijo casi gritando por lo alto que estaba la música.

-Vamos.

Juntos fuimos hacia la barra de bebidas. Vi que pidió tres shots y mi cuerpo entero se tensó.

Esta historia ya la viví una vez, no pienso permitir que se vuelva a embriagar. Tomé dos de los shots que había pedido y los bebí rápidamente. Ella me miro con el ceño fruncido y se comenzó a reír.

-Creo que nunca te había visto beber.

-No suelo hacerlo, solo que esta noche me quiero divertir.

Tomo el único vaso que le deje y se lo bebió igual de rápido que yo. Regresamos a la pista de baile y seguimos bailando. Algo que dice que esta noche no va a ir como la planee.

Él mi crush, yo su apuestaWhere stories live. Discover now