Capítulo 7

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CHRISTIAN BROWN

Estamos todo el equipo de futbol en los vestidores festejando nuestro triunfo. Me odio a mí mismo en estos momentos, no puedo creer que le haya dedicado un gol a Caro. Pude ver la emoción en su rostro, esto no me estaba gustando nada. Puede que me guste divertirme con las chicas y después lastimarlas, pero no podía hacerle eso a Caro, ella es tan linda e inocente que no me gusta estarla ilusionando.

Hablaré con Liam y le diré que no quiero seguir con la estúpida apuesta. No puedo verla sufrir, y si, es divertido, pero el día que se entere de la verdad no será para nada divertido.

Los chicos del equipo gritan animadamente mi nombre en cuanto entro a los vestidores. Liam se puso a mi lado y pasó su brazo alrededor de mis hombros.

-Veamos, Brown, creo que todos aquí queremos saber quién es la muñeca a la que le has dedicado el gol. ¿Acaso el corazoncito de nuestro capitán ha sido conquistado? – Habló Liam divertido.

Me reí, puede que aún no me sienta listo para una relación seria, pero eso no quiere decir que no quiero encontrar el amor en algún futuro.

-Aún no chicos, las chicas tienen Christian para rato- Todos rieron ante mi comentario,

- ¿Y quién es la muñeca?

Sonreí al recordar la emoción de Carolina y el grito que pego Marie cuando se dio cuenta que el gol era para Caro.

-Ella es muy tímida, no creo que quiera conocerlos.

Una sonrisa se posó en mi rostro, me gustaba Carolina, pero como amiga. No creo que nosotros funcionemos como algo más que amigos.

Todos los chicos empezaron a reír y después a vestirse, me acerque a Liam cuando se estaba terminado de poner la playera.

- ¿Podemos hablar?

- Claro, ¿es sobre la apuesta? -Asentí.

-Quiero parar con todo esto, no puedo verla sufrir.

La apuesta era una lista con veinte cosas "románticas" que debía hacer con Carolina, si yo la cumplía, Liam me prestaría su Ferrari por un mes, si Liam ganaba, yo le prestaría mi motocicleta por un mes.

- ¿Te estas arrepintiendo? - Asentí- Solo tienes que jugar con ella por un par de semanas, o hasta que cumplas la lista.

-Al menos quítale cosas a la lista, son demasiadas y eso tomara más tiempo. Ella merece a alguien que la quiera de verdad.

-Bien- Rodó los ojos-Te la envió mas tarde.

-Cuanto antes mejor- Hable y el soltó una carcajada.

- ¿Tienes miedo a enamorarte? Eso no le gustara tanto a la muñeca, Brown.

Si Liam se entera que Carolina es la muñeca me mata seguro.

-Claro que no, solo mándamela, tengo que irme.

Tomé mi mochila y me dirigí a la salida. Entre al salón de clases que me correspondía y después de darles las gracias a todos por las felicitaciones, me senté en mi lugar y esperé que la maestra entrara.

El día transcurrió con normalidad, no me cruce con Carolina en ningún momento, oía en todas partes su apodo y a personas diciendo que ellas eran mi muñeca, lo cual era una gran mentira, como mi muñeca ninguna.

Caminó por el pasillo vacío viendo mi celular, estoy revisando la lista reducida. Dejo las cosas más sencillas y algunas que ya cumplí, no tardaré en ganar.

1.   Besarla en la fiesta del viernes.

2.   Jugar con ella futbol y baloncesto.

3.   Salir con ella.

4.   Besarla en público.

5.   Dedicarle un gol.

6.   Besarla en un partido de futbol.

7.   Organizarle una cena romántica.

8.   Ver su película favorita.

9.   Bailar con ella.

Había quitado demasiadas. La cinco y la ocho estaban cumplidas. Levante la vista al oír un casillero cerrarse, se supone que solo quedaba yo en el instituto. Vi a Caro poniendo uno de sus libros en su mochila, estaba a punto de irse a casa, pensé en ir e invitarla a la fiesta, ese era el primer para cumplir la primera cosa de la nueva lista.

Camine hacia ella, aún no notaba mi presencia hasta que llegue a su lado y me recargue en el casillero del lado.

-Hola, muñeca- Vi cómo se sonrojo, esto iba a ser demasiado fácil- ¿Viste mi gol?

-Si- Soltó una risa tierna- Gracias por dedicármelo. Bueno... no sé si sea para mí, puedes tener miles de muñecas, pero...

Estaba nerviosa, eso me causó demasiada ternura. Habló demasiado rápido que apenas pude comprender lo que dijo. Puse mi dedo índice sobre sus labios para que se callara, ella lo hizo de inmediato y me miro con el ceño fruncido.

-Tu eres mi única muñeca- Le dije con una sonrisa en la cara.

Sus ojos comenzaron a brillar y me arrepentí demasiado de seguir con esta tontería, pero la apuesta ya estaba hecha, ¿Qué podía hacer? Bajé mi dedo y seguí hablando.

-Liam hará una fiesta en su casa este viernes para celebrar que ganamos el partido. ¿Quieres venir conmigo?

Me miró confundida y a la vez nerviosa, no sé qué diablos pasa en esa cabecita que solo puede pensar en mí.

- ¿Ser tu pareja? - Asentí y vi la emoción en sus ojos.

Sus ojos... tiene unos ojos hermosos, me podría pasar las veinticuatro horas del día viéndolos, son tan lindos y adictivos, una vez que la miras fijamente no puedes dejar de hacerlo, te podría enamorar solo con una mirada.

-Está bien, iré contigo. Te veo allá, hasta el viernes.

Se giró dispuesta a irse, actué de inmediato y la tomé de la mano, la pegué a mi pecho, puse mi espalda contra los casilleros y abracé a Caro de la cintura.

-Ningún "nos vemos allá"- Imite su voz mientras ella me miraba confundida, sin dudarlo, me acerqué a su oído y susurre: - Paso por ti a las ocho, princesa.

Le di un beso en la mejilla y la solté, caminamos a la salida juntos, vi que se subiera a su coche y se fuera. Yo me subí al mío y me quedé reflexionando unos minutos.

Me dolía mucho saber que al final de todo esto Carolina saldrá dañada. Debí pensar eso desde el momento en que Liam me lo propuso, pero en ese momento sonaba bien.

Debo de admitir que jamás pensé que Carolina fuera tan increíblemente linda, físicamente es preciosa y en cuestión de sentimientos, es la persona con el corazón más grande que he conocido.

Pensar en ella y en su sonrisa causó algo dentro de mí, algo que jamás había experimentado, era un sentimiento nuevo, y me estaba volviendo completamente loco no saber que era ésto que hace días causa en mí.

Al principio pensé que era amor y que Carolina me gustaba, pero era imposible que ella me gustara, es una chica muy linda, pero simplemente no es el tipo de chica con la que saldría. Solo es la apuesta que tengo con mi mejor amigo, no es más que eso, ¿verdad?

Él mi crush, yo su apuestaWhere stories live. Discover now