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𝕤𝕖𝕒𝕣𝕔𝕙 𝕒𝕟𝕕 𝕣𝕖𝕤𝕔𝕦𝕖 [𝟚] - ḺᎧ∀Ḱ

“¡Sí, Lo'ak! ¡Justo ahí!" Gimoteaste, agarrando las sábanas mientras él te enviaba caricias duras/firmes por detrás. Los aplausos suenan tan fuerte que temías que la gente pudiera escuchar.

"Mhm, ¿me sientes bebé?" Gimió, mirando la fuente de placer antes de darle una palmada en el culo. Asentiste, tirando tu cabeza hacia abajo en el catre para arquear tu espalda para él.

“¡Mierda, justo así! ¡No te muevas!" Gruñó, envolviendo tu cabello alrededor de su antebrazo. Aceleró el paso, asegurándose de estrellarse contra tu punto dulce con cada golpe profundo.

“Bebé, ¡v-vas a hacer que me corra!” Gritaste, ahogado por las sábanas debajo de ti. "¿Oh sí? Adelante, mama. Correte en esta polla, sé que quieres." Él se rió entre dientes, golpeando tu trasero unas cuantas veces más antes de agarrar tus caderas, llevándote de vuelta para encontrarte con sus embestidas. Tu boca se quedó boquiabierta y tus ojos se pusieron en blanco de placer.

"Mmm joder, me estoy corriendo!" Dejaste escapar un grito agudo, dejando que tus ojos se cerraran... despertando de tu sueño húmedo. Te sentaste perezosamente, estremeciéndote por tu fuerte dolor de cabeza.

"Buenos días, mi pequeña gritona". Lo'ak dijo sarcásticamente, afilando su cuchillo en la esquina. Hiciste una mueca, los ojos entrecerrados por el sol que entraba.

"¿Eh?" Preguntó en un tono confundido, moviendo sus piernas hacia el lado de la cama. "¿Cómo fue tu... sueño?" Preguntó, todavía enfocado en el cuchillo. Fue entonces cuando te diste cuenta de que él escuchó todo, y una ola de vergüenza se apoderó de ti.

"Mierda, ¿oíste?" Preguntaste vacilante, pasándote las manos por el cabello con frustración. “Creo que todos escucharon. Probablemente piensen que estoy aquí dándote la mejor polla de tu vida." Bromeó, poniéndose de pie. Dejaste escapar un suspiro estresante, escondiendo tu rostro entre tus delicadas manos.

"Umm yo- yo debería irme". Tartamudeaste, poniéndote de pie rápidamente antes de agarrar tu ropa del suelo. Fuiste a pasar junto a él y él te recogió, colocándote en la mesa detrás de él.

“No hasta que comas algo. Te traje el desayuno. Me imaginé que te lo perderías, y tenía razón." Él sonrió, agarrando una pieza de fruta del plato, llevándolo a tu boca. Dudaste al principio, pero finalmente abriste la boca para que colocara la fruta. Comenzaste a masticar lentamente, mirando sus ojos dorados.

“Yo umm-pasé por tu choza hoy. Agarré algunos paños para ti. Tu peine y complementos para el pelo también. No sabía lo que querías, así que tomé algunas opciones”. Habló con dulzura, señalando tus artículos en el cajón detrás de ti. Te sorprendiste, nunca en un millón de años pensaste que él era capaz de elegir un atuendo para cualquier mujer.

“Sabes que me voy, ¿verdad? No tenías que hacer esto." Te reíste, viéndolo traer otra pieza de fruta a tu boca.

"Sobre eso. ¿Esperaba que te quedaras conmigo otra vez, esta noche? Incluso podemos ir a la fiesta juntos." Confesó, mirándote lamerte las yemas de los dedos después de comerte la fruta. Lo miraste confundida, masticando lentamente.

“Tú… ¿q-quieres que me quede aquí de nuevo? ¿Por qué?" Preguntaste, mirándolo de arriba abajo. Rodó los ojos, acercándose para pararse entre tus piernas. Tan cerca que su taparrabos rozaba tu coño desnudo, protegido por su enorme camiseta.

“Si no es ya dolorosamente obvio. Me gustas, idiota." Habló en voz baja, colocando sus manos a ambos lados de tus muslos. Tu respiración se aceleró y tu centro comenzó a calentarse por la excitación. Sus ojos estaban pegados a los tuyos, mirándote con nada más que interés.