04| Fiesta

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Capitulo 4. Fiesta
EDA

Nunca he sufrido de baja autoestima, aunque sí he tenido mis propios complejos. Siempre me he considerado una chica guapa, al menos así me lo han hecho sentir desde que me conocen. Cuando era pequeña, me querían como modelo de publicidad; a medida que crecía, mis ojos se convirtieron en mi principal atributo. Ahora, simplemente me describen como una joven encantadora con unos ojos cautivadores.

Pero si eso es así, ¿por qué, a mis 19 años, aún no he tenido novio?

Podría sonar superficial o insignificante para algunos, pero para mí, en este momento, es una cuestión crucial. Anhelo comprender por qué ningún hombre ha buscado algo serio conmigo. ¿Será que el problema reside en mí misma? ¿Acaso no estoy destinada a tener una relación, o tal vez necesito experimentar el amor para poder encontrarlo? Aunque en ocasiones pueda parecer infantil o descabellada, me considero una buena persona. No me gusta hacer daño a nadie y disfruto de las cosas que amo de la manera más pura posible, siempre acompañada de una sonrisa.

Sin embargo, a pesar de todo, nadie se ha enamorado de mí. Quizás la mujer de mi abuelo y Luisa, mi tíastra, tengan algo de razón...

FLASHBACK

—Es demasiado vulgar —escuché detrás de las puertas. Sabía que no estaba bien escuchar conversaciones privadas, pero la curiosidad a menudo superaba la moralidad cuando se trataba de escuchar a mi abuelastra y a mi tíastra hablar mal de alguien. Me apoyé contra la pared, tratando de pasar desapercibida, y continué escuchando—. Los hombres solo la buscan porque es bonita, pero ninguno busca algo serio con ella debido a su personalidad excéntrica.

Un nudo se formó en mi estómago mientras fruncía el ceño.

—¿Qué esperaban de la bastarda? Ni siquiera su nombre es bonito, Eda; suena a nombre de perro —añadió la hija de mi abuelastra. Me sentí paralizada, como si el tiempo se detuviera. Algo dentro de mí se apretó y las lágrimas amenazaron con escaparse. No me importaba que esas mujeres hablasen mal de mí; su opinión carecía de importancia. Pero no pude evitar preguntarme si algo de lo que decían era cierto... ¿Acaso me comportaba de manera demasiado extravagante para mi edad?

—Mejor dicho, de perra —las risas llenaron la sala de estar, y mi ansiedad se transformó rápidamente en ira, que reprimí con todas mis fuerzas.

—Brujas, arpías aprovechadas —susurré mientras me dirigía a mi habitación y me encerraba dentro.

FIN DEL FLASHBACK

Pero sabía una cosa: también era una Blum, mejor dicho, Eda Blum, y esto no quedaría así.

Si nadie se había enamorado de mí hasta ahora, entonces tendrían que hacerlo. Enamoraría a un hombre de tal manera que callaría la boca a esas dos mantenidas mayores de Gaslia. Les golpearía donde más les dolía, en su ego. Haría que Nicolás Palmer se enamorara de mí y lograría que mi abuelo lo prefiriera a él por encima de las dos brujas que tenía por familia. Convertiría las reuniones familiares en las próximas batallas de las guerras civiles del país.

¡Les esperaba algo grande, señoritas Blum!

Con una sonrisa determinada, me miré en el espejo de mi habitación. Mi cabello rubio estaba recogido en trenzas adornadas con flores que realzaban mi belleza natural. Vestía un sencillo vestido blanco con un escote encantador, y unos calcetines decorados con personajes de mi película de Disney favorita. Encima de ellos, llevaba unas botas estilo cowboy que completaban mi atuendo con un toque de sofisticación.

Un acuerdo con exceso de amorWhere stories live. Discover now