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El dolor puntiagudo en su nuca fue lo que me despertó y abrí con pesadez los párpados viendo frente de mi el par de patas robles y gruesas de la pequeña mesa frente a mi. Subí la mirada recorriendo los bolígrafos desacomodados contra la pared de al lado y la maquina expendedora de suministros junto la puerta. Antes de sentirme aturdido en este lugar, reconocí que era una oficina.

Lo que me sorprendió fue descubrir que estaba sentado sobre el piso.

Rápidamente me levante sobre mis rodillas, apoyando mi peso sobre la mesa de escritorio donde una Laptop y el pequeño ventilador de al lado estaban destruidos, el dolor en mi nuca era intenso y lleve ambas manos tanteando con mis dedos la zona.

Solté un jadeo de dolor y aparte rápidamente ambas manos al sentir un líquido rojizo goteando de ahí.

Me sobresalte.

No era solo la herida, sino todo el lugar.

Por mucho que repasará la oficina, no podía evitar sentirme aturdido y perdido, había papeles hecho pedazos en el suelo y el televiso en la pared a mi derecha completamente destruido, los botones parpadeaban al igual que la pantalla alumbrando la palas. "Error del sistema azul". Estaba más que seguro que alguien vino aquí y acabo con todo a su paso.

Tal ves fui yo, pero no se porque...

Aquel pensamiento iluso pasaba por mi mente, pero el problema era que no recordaba nada de esta oficina ni porque llegué aquí, sin embargo estuve inconsciente y con un fuerte golpe en la nuca. Algo me ocurrió, o alguien causó mi herida.

De todo este desastre.

Mi espalda se herizo al sentir un crujido detrás de mi, como un pitido de computadora. Gire de golpe, hallando de al final de la oficina una puerta más, cerrada. Del otro lado de la puerta había prevenido aquel sonido y no dude en acercarme a pesar de sentir un leve mareo que por poco nublaba mi vista.

Apreté la perilla metálica sintiendo como el frío hacia que mis dedos se helaran, apreté la perilla, girandola enseguida.

El corazón se me agitó de miedo y adrenalina al encontrar el corto balcón y la escalera de metal que llevaba a un enorme salón solitario, que sólo mirando de reojo.

Asustaba.

¿Qué es este lugar? Me preguntaba.

El ventilador del techo empezó a crujir por un instante, Volviéndo el salón aún más frío y aterrorizante. Los pasos cesaron cuando me acerque a la barandilla de metal y aferre la mano a la misma antes de observar las numerosas puertas que se repartían al rededor del lugar.

En el centro logre observar un escritorio con una computadora encendida con enormes tubos laminados con un grosos impresionante.

Se acomodaba una pantalla aun más grande colgando del tubo, tal cual cuadro en pared.

—¿Ahí alguien abajo?—Me sobresalte ante el eco de mi propia voz, no obtuve respuesta.

Lami mis labios resecos y empezó a bajar las escaleras metálicas—¿Alguien está ahí, hola?.

El silencio reinaba por toda la sala, tanto que el sino entrecortado de mi respiración era lo único audible allí.

No había nadie, era el único ahí y eso hacía que mi estado empeorada al saber que este podría ser el inicio de mi miedo a lo desconocido.

Baje el resto de los escalones de una ves por todas, y mientras más cerca estaba del suelo, el tubo con la computadora en el centro se volvía más grande, más gruesos. La parte laminada que lo rodeaba parecía ser una especie de cortina que ocultaba lo que en el interior había. Esa parecía ser la cuestión.

Experiment JK.64Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin