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"Sistema de apertura de la puerta número 13 en 10, 9, 8... ".

El corazón se me detuvo con la cuenta regresiva y volvió como locomotora al presenciar delante de mi la lentitud con la que esa torcedura se adueñan de sus labios.

Una ladina y estremecedora mueca que solo duró un instante.

-Es momento de partir-Ordeno a mi lado.

Apenas pude percibir el movimiento de su mandíbula antes de verlo darme la espalda y moverse en dirección a la 13.

Me aparté del escritorio sintiendo como mi cuerpo tomaba voluntad propia y lo seguía por detras en tanto las paredes que bloqueaban la puerta empezaban a desplegarse hacia abajo.

Detuve el paso cerca de él y alcé la mirada cuando la ventanilla se dejó ver, mostraba una pequeña parte de aquel pasillo cuyo gas escapando de las tuberías cubría gran parte de su interior.

La alarma sonó en toda el área y la voz computalizada anunció la apertura. Detuve la respiración con el sonido metálico que emitió la puerta antes de empezar a correrse, mostrándonos cada vez más el largo camino al otro lado.

Estaba vacío, nada más que un profundo y
escalofriante silencio era lo único que emitía el corredizo, como también ese perturbador gas escapando de las tuberías, el cual seguía esparciendose frente a nosotros cubriendonos apenas el camino.

El roce en mi hombro me hizo pestañear, movi la mirada clavándome en su ancha espalda, fue el primero en cruzar el umbral y detenerse a un metro de mi. Por otro lado, yo me quedé tieso como una piedra observando como movia la cabeza con suma lentitud, revisando con sus parpados cerrados.

A pesar de que confirmó antes que no había ninguna criatura, empecé a dudar de mis propias palabras. Me aterraba que al recorrerlo y estar lejos de la única zona que bloqueaba puertas, fuéramos acorralados y perseguidos por criaturas como esas y no pudiéramos escapar.

-¿Te has arrepentido?-.Su grave voz emergiendo con esa misma ronquera volvió a estremecerse.

Negué con la cabeza aún cuando sabía que él ni siquiera me miraba, y tras tragar, movi las piernas saliendo del area también. No pasó un solo segundo cuando al estar a centímetros de su espalda, él volvió a moverse apartándose de mí.

Lo seguí en silencio, y pronto fuimos rodeados por el gas, el cual para colmo dificultaba la claridad del panorama al frente.

Me sentí como si estuviera a punto de desenvolver el regalo más atroz y aterrador de la faz de la tierra.

Obligado por las circunstancias a abrirlo y tomarlo entre mis manos para experimentar de él pese a lo
mucho que no quería. Conocer lo que era todo ese misterio que se resguardaba en su interior, y que bien sabía que terminaría atormentándome más de lo que ya estaba.

Levanté el rostro apenas viendo las gruesas tuberías rotas encima de nosotros y un par de ellas completamente destruidas juntos a una farola que colgaba con sus cables.

Otro problema era ese, la iluminación en el corredizo alumbraba menos que la del área roja y no era a causa del gas. La electricidad fallaba, provocando que el resto de las farolas no dejaban de parpadear, oscureciendo por instantes nuestro entorno.

Dibujando sombras a lo largo de las paredes que solo me escogían de hombros.

Para colmo, mi mente no evitó hacer comparaciones, este tipo de cosas sucedia
en las películas de horror segundos antes de que el personaje fuera atacado o aun peor asesinado, lo cual hacía gue fuera aun más aterrador.

Solo esperaba que esa tipica ficción
no fuera una realidad para nosotros pese a que la mayor parte de lo que sucedia aquí, ya lo era.

Lo peor era que, de los dos, yo era el más
alterado, el que no dejaba de lanzar miradas con rapidez ni dejaba de contar los metros que creabamos cada vez más lejos del area roja.

Experiment JK.64Where stories live. Discover now