🔗Capítulo 24🔗

718 35 0
                                    

≫ ──── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ──── ≪

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


≫ ──── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ──── ≪

Resultados verdaderos

Artemisa Morelli

- ¿Qué hacías hablando con Ricardo Greco?

Artemis después de varios minutos en el auto rompe el silencio, volteo a verlo con cansancio y es que la fiesta me ha dejado agotada. Observo hacia el frente y proceso que responder, por nada del mundo pienso decirle lo que hablábamos Ricardo y yo.

- Lo encontré en esa habitación por casualidad, subí a fumarme un cigarro.

Le resto importancia a una conversación que no tiene nada de malo, aunque no conozca al Ricardo, no es motivo para tener tanta resistencia con que hable con él.

- No debes volver a hablarle con cercanía, no es tu amigo, nunca lo será.

- ¿Por qué no?

- Por la sencilla razón de que su familia es enemiga de la nuestra, motivo suficiente para que ni te molestes en hablarle.

- Es enemigo de ustedes, no mío.

- En la mafia hay códigos que se respetan, la lealtad es uno de ellos.

Ruedo los ojos, busco la forma de que cambiemos de tema, me aburre tanto sermón por una pendeja conversación.

- ¿Conseguiste lo que te pedí?

Miro ansiosa el movimiento de sus manos en el volante, tarda varios segundos en contestar, me encuentro nerviosa por su respuesta, muerdo mis uñas involuntariamente, voltea a verme por varios segundos, luego se concentra en el volante.

- Lo he conseguido, pero ahora necesito que me expliques todo.

- Por el momento no puedo, no hasta descartar mis dudas.

- ¿Qué dudas?

- Dame la muestra, después te explico.

Saca del bolsillo de su camisa la bolsa plástica que le di en el baño para que entre la muestra de cabello allí, tomo la bolsa con cuidado y me aseguro de que contenga el cabello.

- Lograste quitarle una buena cantidad de cabello.

- Las cosas deben hacerse bien o no hacerse, ese es mi lema.

Estaciona en el frente de la mansión, tomo mi bolso y dejo la muestra en él, abro la puerta del auto, salgo del coche y camino hasta las escaleras.

- Nos vemos mañana, muero de cansancio.

Lo veo meter la llave en la cerradura, las puertas se abren y cada uno se dirige hacia sus habitaciones, dejo mi bolso sobre mi peinado, mis zapatos cerca de la cama y sin molestarme por desmaquillarme me aviento sobre la cama.

Saco mi laptop de la mesita de noche, me adentro a mensajería y tecleo un mensaje para mi amigo el cual trabaja en un laboratorio, le comento la situación, este me responde de inmediato, es como si esperara el mensaje, quedamos en llevarle las muestras y mañana mismo obtendré respuestas.

* * *

He despertado antes que todos en este casa, incluso, mucho antes que el personal de limpieza y demás, he aprovechado la hora y decidí ir a dejar las muestras al laboratorio para obtener respuesta en cuanto antes. Al salir del laboratorio fui al gimnasio y retomé mis sesiones de ejercicio las cuales necesitaba, ahora me encuentro sentada en el desayunador con un plato de tostadas rellenas de aguacate, queso y una taza de café con leche de almendra.

Por otro lado, sobre la barra de la cocina en el cual yace mi plato con desayuno, este también es acompañado de mi laptop. Me encargo de coordinar algunas entregas desde la red negra, me comunico por códigos y demás, organizo las cuentas para tener todo claro con Federico a la hora de rendir cuentas.

- ¿Qué haces despierta tan temprano?

Mi madre entra a la cocina con su larga bata de seda, la cual cubre su bata de dormir, unas anchoas en la cabeza para conservar sus ondas en el cabello y que estas se vean naturales, toma una taza y sirve un poco de café.

- Es domingo, fui al gimnasio un rato, ahora estoy poniéndome al día con los negocios.

- Pero a esta hora todos duermen, deberías hacer lo mismo.

- He dormido lo suficiente, además hoy tengo varias cosas que hacer.- llevo un pedazo de tostada a mi boca y mastico en silencio sin despegar la vista del aparato tecnológico que tengo frente a mí.

- Pensé que Artemis y tú vendrían borrachos hasta más no poder.- se recuesta de la isla de la cocina y se cruza de hombros con la taza de café en las manos.

- Ambos tomamos con precaución, solo fuimos a la fiesta para no quedar mal con nuestro socio.- tomo un sorbo de café.- ¿Qué haces despierta? Siempre sales de la cama hasta medio día los fines de semana.

Siempre ha descansado los fines de semana ¿Quién no lo haría?... cuando tienes un personal que lo hace todo por ti y lo único que debes hacer es comer, dormir y cambiarte, los fines de semana o cualquier día de la semana puedes levantarte a la hora que te plazca.

- Hoy termino de comprar todo lo que hace falta para la boda.

- ¿Dónde está Atenea?

Hace días no la veo, tampoco a Alessandro, eso me inquieta bastante, la boda es en esta semana o eso es lo que creen, porque ya tengo todo planeado y en mis planes esa boda no figura en ninguna parte.

- Todavía sigue pegada a la cama como garrapata.- sopla un poco su café, ya que este se encuentra bastante caliente.

- Bueno, yo debo apurarme si quiero llegar a tiempo al cementerio.

Me mira extrañada y deja de soplar su café.

- ¿A qué vas al cementerio?

- Quiero llevarle flores a mi padre, deseo conocer donde está sepultado, creo que es justo ir después de tantos años.

La noto tensarse, es más, hasta parece ponerse pálida por mi confesión, me levanto y dejo mi plato sucio sobre el lavabo junto con la taza de café.

- Hace tantos años que es imposible recordar donde está sepultado.

- Eso no es problema, con el nombre del cementerio logro conseguir su tumba.

- No sé donde está enterrado tu padre, ni siquiera el cementerio.- niega y camina hacia la salida de la cocina.

Tomo mi laptop y paso por su lado.

- Mejor no te molestes, algún día encontraré su tumba y podré llevarle sus flores.

Subo hacia mi habitación y la dejo ahí parada en la entrada de la cocina, no entiendo su reacción, tengo derecho a saberlo, es mi padre, me duele ver que nunca he visitado su tumba, lo he llorado en ella o le he llevado flores, merece eso de mí, ya que no pude tener la oportunidad de conocerlo.

Dejo la laptop sobre mi cama, me deshago de la ropa deportiva y camino hacia el baño a tomarme una ducha, antes de entrar por completo al baño el sonido de notificaciones me detiene, me devuelvo hacia donde se encuentra la laptop y observo el mensaje.

"En este correo te dejo anexado los resultados de los exámenes, cualquier otra cosa que sea de tu interés, no dudes en pedírmelo."

Observo que debajo del mensaje si se encuentra el documento que contiene los resultados del examen, no me siento preparada para verlo aún, tengo miedo de cuál puede ser el resultado. Siento que le he dado alas a una idea que resulta imposible, pero, por otro lado, no dejo de pensar que pueda ser posible.

Sed de PecarWhere stories live. Discover now