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Pedido: anónimo

ー Steve, son las jodidas 3 de la madrugada ー T/n hablo somnolienta intentando abrir la puerta del copiloto que le era imposible por lo dormida que aún estaba y su cuerpo no reaccionaba.

ー Dejame ayudarte ー Steve se acercó a su lado y pudo ver que tenía saliva seca en la comisura de sus labios y quiso reir pero inmediatamente se quedo en silencio.

ー ¿Qué es lo gracioso? ー volteó con los ojos adormilados intentando entender que era lo divertido.

ー No, nada nada ー abrió la puerta dando un leve empujón en la espalda de la chica ー Sube pero ten cuidado de no... gol...pearte ー conformé iba diciendo lo último fue que T/n se golpeó en la cabeza al subir al auto.

Maldición ー murmullo molesta ー Talvez si una persona lo suficientemente inteligente me hubiera avisado o sacado a gritos de mi cama a una hora aceptable no estaría golpeándome con su auto ー siguió hablando en voz baja molesta de que el chico la despertó demasiado temprano y más que ni siquiera supo cómo fue que entró a su casa para despertarla.

Steve sin decir nada subió al auto y comenzó a conducir en silencio, mientras T/n recargaba su cabeza en la ventana intentando no quedarse dormida, sus ojos se cerraban lentamente y hacía bizcos intentando que estos no se cerrarán.  El cansancio gano y más porque Steve detestaba poner música en el trayecto en auto, más aburrido no podía ser el ambiente.

En el trayecto Steve estaba feliz de poder llevarla a aquel lugar del que tanto hablaban, poder disfrutar junto a ella ese amanecer que tanto querían ver y que por fin pudieran disfrutar de un día solos, siendo una pareja sin preocupaciones ni tener a unos pequeños arruinando sus momentos románticos.

Aún recordaba la vez que Dustin y Lucas quemaron una casa de campaña que tanto había arreglado para que luciera romántica, pero no, tenían que llegar a arruinarlo todo, o la vez que Mike había arruinado la sorpresa que le tenía para pedirle que fuese su novia al decirle los planes de Steve porque no sabía que ella era de quien se trataba y no de otro chica. Y así como esas dos pequeñas historias tenia para llenar un libro.

El reloj marco las 5:30 de la mañana, dos horas conduciendo y lo estaban matando. Giro un momento la mirada hacia su novia y maldijo el no haber llevado una camara porque la manera en la que se había acomodado para dormir era extraña. El cabello cubría por completo su rostro pero solo podía ver sus labios los cuales estaban abiertos, su cuello estaba doblado de una manera extraña, unos pequeños ronquidos salian de su boca, sus piernas estaban sobre el asiento, que no logro entender como había podido subir, era extraño, muy extraño.

Estaba cerca del lugar así que fue moviendo lentamente el hombro de T/n con miedo a que le golpeará si la llegaba a asustar.

ー Hey demogorgon, despierta.

Detuvo el auto y le tomo unos minutos despertarla pero lo logro y una sonrisa muy boba se plantó en su rostro, el sabía que T/n era hermosa pero verla en aquella situación sabía que a ella le avergonzaba que la vieran despertar y ahora ya sabía porque.

Unos minutos mas tarde que estuvo mas despierta bajaron del auto y T/n miro el lugar con cierta molestia.

ー ¿Para esto me despertaste tan temprano? ¿Para solo ver una montaña y árboles los cuales también tenemos en el pueblo? ー pregunto viendo el lugar el cual era lindo si, pero no algo del otro mundo.

ー Aún no viene lo bueno, espera.

Tomo unas mantas que guardo en la parte trasera y tomo la mano de T/n para guiarla al lugar que deseaba ver con entusiasmo. Unos 10 minutos después y más quejas de T/n llegaron, justo en el momento exacto. Steve no tardo en acomodar todo y T/n solo se quedo de pie observando el cielo, un cielo que estaba a nada de mostrarles el amanecer más hermoso que pudieran a ver visto.

Sin decir nada Steve jalo su cuerpo hacia el y ambos quedaron acostados en las mantas, abrazados, disfrutando del calor del otro.

El cielo comenzó a iluminarse de apoco, el sol comenzo a salir dando unos hermosos colores. Las nubes comenzaron a tener un tono ligeramente rosa, el azul del cielo y un ligero tono morado fueron apareciendo conforme el tiempo pasaba.

Los brazos de Steve atrajeron más hacia él, el cuerpo de T/n quien estaba fascinada de la vista que tenia. Los ojos de Steve se iluminaron al ver como T/n tenía el rostro iluminado por los tonos dorados del sol, los rayos hacian que sus ojos brillaran de una manera tan hermoso, malditamente muy cliche.

Pero era feliz, feliz con ella y con los momentos que estaban creando juntos.

𝕺𝖓𝖊 𝖘𝖍𝖔𝖙𝖘 | 𝕾𝖙𝖊𝖛𝖊 𝕳𝖆𝖗𝖗𝖎𝖓𝖌𝖙𝖔𝖓Where stories live. Discover now