𝕺𝖓𝖊 𝖘𝖍𝖔𝖙𝖘 | 𝕾𝖙𝖊𝖛𝖊 𝕳𝖆𝖗𝖗𝖎𝖓𝖌𝖙𝖔𝖓

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El restaurante tenía un ambiente cálido, muy familiar, perfecto para la ocasión. La madre de Steve lo habría convencido de que allí fuera su cena, en el mismo lugar donde su padre le propuso matrimonio.

Tomando la mano de su pareja Steve la invito a pasar para guiarla hacia su mesa reservada la cual estaba algo alejada, algo más privado. Al llegar su sorpresa fue demasiada al ver a todos, la familia de Steve y la suya junto a sus amigos, todos esperándolos con una sonrisa y una mirada de orgullo aquello fue una señal para ella, sentía que algo sucedería y presentía que no le gustaría.

La cena estuvo llena de risas y anécdotas divertidas y tiernas, pero algo dentro de ella comenzo a sentirse como si todo le diera náuseas, como si fuera algo repugnante escucharles.

- ¿Todo bien? - la mano de Steve se posiciono en su muslo provocando un leve susto, le dió una sonrisa asintiendo con la cabeza.

- Todo bien - tomo su mano sintiendo la calidez de su mano y lo suave que esta era.

Steve regreso a la conversación riendo y disfrutando de una buena copa de vino, un buen acompañante con el frío del invierno. Mientras todos estaban hablando muchos escenarios comenzaron a presentarse en su mente, la cual estaba lo suficientemente segura que Steve le propondría matrimonio, su peor pesadilla.

Se puso de pie pidiendo disculpas caminando hacia el sanitario, y sin esperar miro su reflejo en el espejo, sus mejillas estaban sonrojadas tal vez por el vino, y sus ojos estaban ligeramente brilloso por las lágrimas que estaba intentando evitar.

Ahora entendía porque tanta era su desesperación de tener la cena perfecta con todos, planeando una noche de ensueño y esa caja de terciopelo rojo que por accidente encontro en el coche, tenía la esperanza que esta fuera otra cosa menos un anillo de matrimonio, tal vez unos lindos aretes o un delicado collar, pero no.

Seco sus manos antes de salir y caminar lentamente, tomo su asiento y justo en el momento que ella se sentaba Steve tomo su copa para llamar la atención de todos.

- Familia querida - solto una risa mirando a todos, girando hacia su pareja para darle un guiñó - Me gustaría dar unas palabras, agradezco que hayan aceptado mi invitación para esta cena la cual con mucho cariño quise hacer para también hacerlos parte de esto.

La respiracion de ella se volvio más pesada, como si el aire estuviera lleno de humo denso que comenzara a molestarle. Al sentir la mano de Steve tomando la suya para hacer que se pusiera de pie queria salir corriendo y mientras se levantaba su mirada recorría a todas las personas que estaban presentes viendo como el mejor amigo se Steve tenía una botella de champagne muy mal escondida.

- Quiero hacerlos parte de este momento el cual se que para ambos sera algo especial, ___ sabes que eres la persona que más he amado y querido en esta vida, sabes lo mucho que me importas y también lo mucho que yo haria por ti, y se que tu por mi también. Recuerdo la primera vez que te vi y supe que en algún futuro estaríamos en esta posición, y después de tanto que hemos pasado juntos se que es el momento perfecto.

Solto su mano para abrir su abrigo y tomar la pequeña caja de terciopelo rojo, la misma que ella había encontrado. Su miedo creció rápidamente dentro de ella, su mirada estaba atenta a cada movimiento de él, viendo como estaba arrodillado frente a ella con la pequeña caja.

- ¿Me harías el honor de casarte conmigo? - esas palabras las cuales temia escuchar estaban siendo dichas por la persona que amaba pero ambos sabían que era algo del cual no estaba tan segura de querer.

El amigo se Steve abrió la champagne al escuchar la pregunta y como todos en la mesa celebraban sin aun escuchar la respuesta. La cara de confusión de él fue como un corte limpio hacia el corazón. Después de unos segundos fueron consientes del silencio de la pareja y como los ojos de ella estaban llenos de lágrimas.

Todos ahora estaban en silencio, mirando la escena que para muchos de ellos era dolorosa e incomoda. Steve se puso de pie guardando la caja nuevamente con el rostro reflejando el dolor que le provoco.

- Lo siento - habló por primera vez viéndolo al rostro - Aún no estoy segura Steve, lo sabías - las palabras salían como susurros.

Nadie decia nada en voz alta solo susurraban pero no lo suficiente para que ella no escuchara "Tal vez si solo dejara sus traumas de lado podría ser feliz en un lindo matrimonio" sabía quien lo dijo miro hacía ellos y no se atrevían a ponerse de pie y darles privacidad hasta que ella tomo el valor de disculparse y retirarse del restaurante.

El frío viento choco en su rostro al salir, sus lágrimas picaban gracias a este. Corriendo fue hasta su auto, ahora pensaba que fue buena idea que ella haya conducido y no él. Escucho como fue hasta ella con lágrimas en los ojos, fantástico más drama público. Sin esperar condujo hasta su departamento para estar sola, necesitaba pensar.

Si tan solo él hubiera respetado su decisión, si tan solo hubiera hablado de ella del tema siendo cuidadoso sin dar pistas, pero ya no había marcha atrás sabía que eso era el fin de su relación.

Llego la noche y su llanto no se había detenido desde que llegó. Se sentía mal al arruinar las cosas con él pero no quería aceptar sabiendo que aquello no le traería la felicidad.

Después de lo sucedido tuvo que aceptar que Steve se fuera, vió como se marchaba con todo el dolor reflejado en su semblante, la desilusión reflejada en sus ojos y su tristeza.

Tuvo que aceptar que ambos no tenían los mismos objetivos y ahora estaba sola, viendo como la persona que tanto amaba se iba.