Presión social

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Mateo observaba la enorme habitación blanca en la que estaba, algo inquieto al ver a demasiadas mujeres que no dejaban de juzgarlo con la mirada.

Escuchaba como algunas murmuraban acerca de su físico, resaltando que se miraba demasiado joven para estar en un lugar como tal, más al ser él el que daría a luz.

Además, las miradas también se enfocaban en su acompañante, el alcalde de la ciudad. Ambos esperaban a Toby.

— Pronto llegará, Mati... — trato de tranquilizarlo Rius, al notar que Mateo no dejaba de jugar con sus manos.

Mateo se acercó más a Rius, tratando de esconderse de todos y evitando las malas miradas que le hechaban.

"Es demasiado joven" "¿No es la pareja del hijo del alcalde?" "Que tonto es" "Seguramente le dejaran el trabajo a sus padres" entre otras cosas llegaba a escuchar el pequeño Mateo, tomando el brazo de Rius con fuerza y teniendo problemas para respirar.

— ¿Mateo? — pregunto Rius al ver el estado de Mateo, preocupado.

El menor fue corriendo al baño y se encerró en este, sentándose en la tapa del váter, cubriendo su rostro y temblando un poco. No podía con toda la presión de la gente de su alredor, la presión del parto y la presión de su familia.

No pudo evitar sollozar al sentirse solo, pues a pesar de que era consciente de que la familia de Toby lo ayudaba, realmente lo sentía como una obligación, no como un favor. Sentía que les daba una responsabilidad de la cual ellos nisiquiera deberían tomar, si no que Mateo debía hacerlo, sólo.

— ¿Mateo? Mati, por favor... — Rius toco dulcemente la puerta, preocupado al escuchar al menor sollozar.

Al no recibir ninguna respuesta optó por llamar a Toby, pues a pesar de que sabía que estaba en su trabajo no sabía cómo tratar con Mateo.

♡♡♡

+ ¿Mamá? ¿Qué paso? — Toby quedó algo sorprendido al ver que había recibido una llamada de su madre, más por que era en su horario de trabajo.

— Hola mi amor, se que estas ocupado, pero t-te necesito aquí con Mateo.

+ ¿Qué le paso? ¿Está bien? — Toby quedó alarmado al oir que la noticia se trataba de Mateo.

— Él está bien, pero creo... Que estará mejor estando contigo, hijo... — confesó Rius, escuchando ligeramente a Mateo y tratando de idear otra cosa que no tenga que ver con hacer que su hijo salga de su trabajo.

Escucho como Toby suspiro un poco, pensando la situación y hablando con su supervisor.

+ Ya voy mamá, trataré de ir lo más pronto posible.

— Esta bien cielo, y... perdón por tener que llamarte, no sabía que más hacer...

+ No pasa nada mamá, de verdad, se trata de Mateo, no me molesta, ¿Si?

— De acuerdo, con cuidado mi niño... — colgó la llamada, sintiéndose algo mal por no saber manejar la situación sólo.

Miraba el reloj que tenía en su muñeca cada cierto tiempo, dándose cuenta que la cita que tenía con el ginecólogo ya había pasado.

A lo lejos escuchó la voz de su hijo, llendo rápidamente a la entrada para recibirlo.

+ ¿Dónde está Mateo? — preocupado, Toby busco al mencionado por toda la sala.

— Se encerró en el baño desde hace un rato...

Rius condujo a Toby donde le decía que se encontraba Mateo, entrando y escuchando al menor.

+ Amor... — hablo Toby, tocando levemente la puerta, llamando la completa atención de Mateo. — Soy yo, Toby, por favor, cielo, abre la puerta...

No ocupo decir otra cosa, pues Mateo abrió la puerta y salió disparado a esconderse en los brazos de Toby. Este trato de tranquilizarlo, acariciando su cabello y limpiando algunas de sus lágrimas.

+ Ya mi amor, ya... ¿Qué paso? — Mateo se escondió en el pecho de Toby, intentando encontrar una manera de decirle lo que pasaba, más sabiendo que tendría demasiados problemas al hacerlo.

Se separó un poco de se pecho y junto sus manos, para decir algo, pero volvió a romper en llanto y abrazo fuertemente a Toby.

El chico peliazul tenía problemas para comprender que le pasaba a Mateo, más por que este no daba una pista de su problema.

+ Mamá, ¿Podemos venir otro dia? Quizá está nervioso por ver al doctor.

— Si, no hay problema... — dijo el adulto, comprendiendo la situación.

Mateo se empezó a sentir peor, pues arruinó la cita para poder ver a su bebé por un miedo suyo, además de que sacó a Toby de su trabajo sólo par que lo mimara, quedó ante una peor imagen sobre las mujeres por las cual pasaba a un lado y sentia que Rius estaba decepcionado de él.

Ya estando en el carro, Toby supo que ya no podía volver al primer trabajo, por lo cual tendría unas horas y iría al segundo. Miro a Mateo, quien no dejaba de tomar su brazo con fuerza. Sabía que este tardaría un poco en contarle por su cuenta cual era el problema, así que no quizo presionarlo.

Llegaron a su hogar y cuando Toby quizo bajar del carro Mateo lo detuvo sosteniendo su mano fuertemente, pidiéndole que se quede.

— "¿P-podemos hablar aquí? A... ¿solas?" — Preocupado, Mateo no sabía si cumplirían eso, pero se sorprendió cuando vio que Toby le dirigia una ligera mirada a su madre, indicándole que se fuera.

+ Listo, ahora... ¿Me contarás que paso? — Tomo las dulces manos de Mateo y lo observó en todo momento, poniendo su total atención en él.

— "Cuando estaba con el doctor, e-en la sala de espera... había varias personas que no... dejaban de mirarme mal, incluso hablaban mal sobre mi y yo..." — Mateo se detuvo y se limpió algunas lágrimas con su muñeca — "Me escondi en el baño por que no quería escuchar otra cosa que tuviese que ver conmigo, más por que pareciese que yo fui el responsable que haber quedado embarazado, pero e-eso no es cierto...." — Mateo negó en su lugar, algo irritado por no poder decirle a Toby cual era su inquietud.

Toby, por otro lado, se sorprendió al ver que Mateo también recibía ese trato, pero era al que más le afectaba.

Abrazo al menor y este trato de tranquilizarse, pero en su mente cruzaba la mil y unas cosas que decían sobre él, y el pensar que otras cosas dirían sin que él se diese cuenta lo ponía peor.

+ Lo siento mucho, mi amor... — comentó Toby, intentando que Mateo no llorase más, pero este seguía preocupado.

Ambos jóvenes trataban de olvidar esas malas experiencias que tenían ante el mundo de afuera, pero sabía que nadie olvidaría ese incidente.

Otra cosa que le preocupaba a Mateo fue el hecho de que, al pensarlo bien, su hijo o hija realmente tendría que vivir bajo todo eso, pensando que realmente fue producto de algo de una noche de lujuria y no como algo que ambos hubiesen deseado.

Al entrar en la enorme casa, Mateo no soltó en ningún momento la mano de Toby, quien lo dirigía a sentarse en el sillón. Se quedaría con él hasta que volviese a trabajar en unas horas.

Hey
Hola
Perdon, olvidé la historia 😿

Traigo capítulo rápido para que no se olviden de la historia je-

¿Qué les pareció el cap?

¿Qué piensan que pase después?

¿Qué creen que debería hacer Mateo? ¿Y Toby?

Os amo, muack 💕

💔¿Esto fue un error....? 💔 🥀Tobyteo🥀Where stories live. Discover now