Historias de la Madriguera: Lila

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Pasar de ladrona a prostituta no es algo sencillo, y tampoco algo que dirias a la ligera. Mi vida ya de por si era un desastre andante, huerfana, ladrona desde que era niña, miembro del gremio de ladrones mas grande del continente... Pero cuando todo eso se arruinó, me convertí en prostituta del antro más prestigioso del país.

Soy Lila, jamás supe mi apellido, tengo 25 años de edad y me uní a la Madriguera hace tres años, esta es mi historia.

Estaba en un callejón cerca de la iglesia de los Hijos de la Luz, Blair y yo teníamos encomendado robar el libro de textos sagrados, los textos en sí no importaban, lo que nos importaba es que estaba enchapado y escrito en oro.

- ¿Estás listo Blair? Los cristales de comunicación deberian estar enlazados, la misión es fácil, haces un escándalo en la puerta para distraer a los dos magos que hay, mientras yo entro por el ventanal y tomo el libro, fácil, entrar y salir.- Le dije mientras empezaba a subir con mi equipo de escalada, llegando a los techos de los edificios del area, llegar al techo de la iglesia y al ventanal sería mas fácil desde arriba.

Blair se encontraba unos metros alejado de la puerta, buscó mi posición con la vista y levantó el pulgar, yo podría escuchar cualquier cosa que decía con el cristal de comunicación. Él se acercó a la puerta con un paquete, y estaba disfrazado de cartero.

- Este es tu plan mas estúpido hasta ahora, me encanta.

- Gracias Blair, el paquete lo preparé yo misma, recuerda de echarte a correr una vez lo abran.- Le dije mientras que me acerqué al ventanal de la iglesia, por suerte el edificio contiguo daba justo al techo de la misma.

- Entrega especial...- Dijo Blair, esa era mi señal para entrar, me estaba adentrando por el techo y entonces escuché una fuerte explosión en el frente, gotas de tinta cayeron en el techo donde yo estaba de pié.

- ¡Ahg no puede ser! ¡Mis ojos! Ven aquí hijo de puta...- La bomba de tinta había funcionado, y escuchaba como Blair se estaba alejando corriendo, los magos iban tras él así que era mi oportunidad de entrar.

Estaba en el techo, caminando por una de las vigas de madera, cuando pude ver que en medio de la iglesia, una de las monjas se estaba besando con un muchacho, aunque este se estaba pasando de manos.

- Vamos Dari, no es justo, ¿me trajiste hasta aquí para que nos besaramos y ahora me pides que me detenga cuando estamos llegando a la mejor parte?

- Era una prueba, y fallaste, debías mantener tu fé y ahora mismo estás pecando besando a una de los miembros con rango mas alto de esta iglesia.

- Carajo... Por supuesto que era una prueba, es la tercera monja que me dice lo mismo, lo debí ver venir...

- ... Tres, serás excomulgado.

Seguí adelante ignorando a la monja embaucadora y por la viga pude meterme a la parte de atrás del altar sin que me vieran, era como cualquier oficina: escritorio, un par de sillas, mucho papeleo, el libro estaba allí sobre la mesa, sin protección ni nada especial, así que lo tomé y empecé a correr fuera de alli, volviendo al techo para salir por donde vine.

- Blair, misión cumplida, voy volviendo a las alcantarillas...

- ¡Ha! Santurrones idiotas, no me van a atrapar.- Se lo veía ocupado, debía despistar a los guardias. Yo volvería por mi cuenta al Nido.

Volví al callejon de donde salí y abrí la tapa de la alcantarilla para meterme de nuevo y volver al nido, pero cuando me tiré por el agujero de la alcantarilla caí sobre una de las Ratas, tenía el uniforme pero no pude identificar quién era.

La Madriguera de la ZorraWhere stories live. Discover now