Proyecto Hippocampus [Fanfiction MileApo]

Capítulo 12: Callejones

Apo Nattawin

Octubre (-4 meses)

     Build me insistió en que dejara la calle, pero estar encerrado con Gun era bastante deprimente así que ignoré cada consejo y para mi mala suerte me atacaron, lo más probable es que se tratara de algún matón que mi enemigo envió. A cambio del golpe que le atiné en la cabeza recibí un disparo, fui afortunado de que el imbécil tuviera mala puntería y como me moví deprisa la bala apenas me rozó el brazo. Pijika la madre de Build , asegura que las desgracias nunca vienen solas, seguro tiene razón porque al voltear encontré al tipo de los rollos de canela, el que me había echado de su casa alguna vez, el metiche insistía en acercarse a pesar de mis obvios esfuerzos por despistarlo. Corrí para alejarme, no subí a mi departamento porque no quería que se enterara de dónde vivía, solo le di vuelta a la cuadra y me metí por un callejón que, ¡mierda!, no tenía salida... ¡Bieeen, Apo! ¿Por qué no te quedas aplaudiéndote a ti mismo?

     Podía escuchar sus pisadas aproximarse con prisa y su vocecita de tonto diciéndome que solo quería ayudar. La única forma de huir era saltando el muro de concreto, así que subí a la pila de basura ante él y lo brinqué. Un tiempo atrás hubiera podido hacerlo hasta con las piernas amarradas, pero ahora tenía un vientre de veinte semanas de embarazo que entorpecía mis movimientos y una bala me acababa de rozar el hombro, por si fuera poco, a mitad del salto tuve un feo calambre en la pierna (últimamente pasaba todo el tiempo) que impidió que cayera bien, doblé mi tobillo de un modo que me hizo gemir del dolor. Me recosté al asqueroso muro, jadeando, me dolía todo, pero al menos había llegado al otro lado. ¡Había escapado!

     —¡Hey, ¿estás bien?! —lo oí preguntar. Cuando incliné mi cabeza hacia atrás pude ver su carota asomarse desde arriba, era como intentar perder a un gato—. No te preocupes, llamaré a la policía.

     —¡NOOO! —le grité. Me llevaba el diablo con ese metiche—. ¡A la policía no!

     —Oh... okay, comprendo, entonces a la ambulancia. Hay sangre aquí, estás herido.

     —No llames a nadie, ¿entiendes? No estoy grave, así que solo déjame en paz y desaparece de mi vista. ¡Vete! ¡Chú! —Lo espanté como a un perro.

     —No llamaré a nadie si no quieres... ¿Estarás bien?

     —Mejor sin ti —dije de mal modo intentando ponerme de pie, pero mi tobillo traicionero me delató.

     Caí al piso con un quejido de dolor, no podía soportar mi peso. Luego, tuve uno de esos horribles dolores en mi vientre, empeoraban conforme pasaba el tiempo, a veces eran demasiado intensos, como en ese instante; me sujeté la barriga mientras me quejaba, estaba sudando frío, era una crisis horrible. Build decía que era el útero estirándose y aplastando el resto de mis órganos. Cada vez que me sobrevenían esos dolores maldecía al mal parido que me había puesto en esa situación. Vi cómo el metiche se brincó el muro con una facilidad envidiable; claro, él era bastante alto, tenía piernas largas, si yo hubiera tenido unas así, no me hubiera caído.

     —¿Por qué te dispararon?

     —Quiso asaltarme —respondí entre quejas de dolor.

     —¡Qué peligroso!

     —¡Cómo crees! Después de todo yo soy el criminal, ¿no me corriste de tu casa por eso? ¡Vete de aquí!, puedo salir de esta situación sin tu ayuda.

     —Me equivoqué al actuar así la otra vez, lo lamento, déjame compensarlo. ¿Te sientes muy mal? —Yo estaba jadeando, aunque respondí que pronto pasaría; era verdad, no duraba más que unos minutos, pero él parecía asustado—. No puedo creer que te dispararan para asaltarte. Es muy inseguro por acá. ¿Dónde vives?