El heredero (Nammin)

Hazte Cargo.

Jimin

La exposición de la galería seria mañana en la noche, por lo que me la pase con Seokjin desde temprano analizando como quedarían todas las obras expuestas, me sentía muy nervioso, mas porque esperaba que gustaran mis fotografías, me gustaría tener la confianza que Seokjin tiene.

—Entonces —su voz me saco de mi trance —¿Tu y el señor Kim, de donde se conoces?

—Es complicado de explicar.

—¿Tienen alguna relación?

Me quede callado, me mordí el labio y me sobe el vientre.

—Nuestra relación es de negocios, soy vientre de alquiler y tendré el bebe del señor Kim.

—¿Entonces que no están relacionados íntimamente?

—¿Por qué el interés?

—Porque el señor Kim me gusta, si tu no tienes nada con él, me encantaría invitarlo a salir, es demasiado mi tipo —siguió anotando datos en su tableta —alto, guapo, moreno, fornido, no se como te resistes a todo eso.

Solo le di una sonrisa con desgano, mejor seguí anotando también los números de los folios, no quería pensar en ese tema, si Namjoon decide salir con Seokjin no es mi problema, él es libre de meterse con quien quiera.

Además, Seokjin es demasiado hermoso, yo no podría competir contra él.

Terminado los inventarios y de foliar todas las obras, me fui a la casa de Namjoon, tenia un chofer esperándome, no me dejaba andar solo, así que tenia mi Uber personal. Llegue con una especie de malhumor, como con ganas de golpear a Namjoon.

Fui a buscarlo a su oficina, pero no estaba, en la habitación también, pregunte al personal y me dijeron que estaba en el gimnasio. ¿Cómo es que tiene ánimos de hacer ejercicio después de trabajar?

Entre escuchando la música de fondo, algo entre electrónico y clásico, cuando lo vi las palabras de Seokjin me vinieron a la mente. ¿Cómo es que te resistes?

La verdad es que no lo hago, menos viéndolo sin camisa haciendo abdominales en el piso, se notaba que ya tenia rato haciendo ejercicio, pues el sudor brillaba por esa piel morena tan perfecta, sus pectorales se contraían cuando subía hasta sus rodillas. Yo venia a decirle algo, pero la verdad se me había olvidado.

Me miro de reojo y me desarme, la erección que tenía en el pantalón me apretaba de manera dolorosa, es seguro que también estaba lubricando.

—Nada mas termino esta serie y cenamos.

Siguió concentrado en su ejercicio, yo me acerqué con cautela y me subí encima se su cadera. Continuo con su ejercicio, pero cada que subía rozaba su nariz por mi cuello.

—¿Necesitas algo?

—¿Tengo que pedirlo? Si es así, ya no lo quiero.

—Es que tienes demasiada ropa para lo que quieres de mí.

Me levante de nuevo y me deshice de la ropa ante su atenta mirada quede completamente desnudo y regrese a mi lugar, subió en una nueva flexión, pero esta vez tomo mi cintura con una mano con el otro libre agarro mi nuca para besarme.

—¿Qué despertó el deseo de mi dulce Jimin?

—Me has mal acostumbrado al sexo contigo, ¿Y preguntas que? —acaricio sus pectorales moviendo mis caderas — dijiste que cumplirías todos mis antojos.

Metió su mano entre los dos para sacar su miembro de los pantalones deportivos, alineándose para meterse sin problemas, después tomo mi erección y la masturbación inicio, mis caderas se movían sobre de él, mientras mi cuello recibía el delicioso maltrato de sus dientes, mis gemidos eran al ritmo de su mano, me sentía lleno, me sentía demasiado excitado. Me levanto para recostarme en la colchoneta.

—Mastúrbate para mi precioso, mientras te follo más duro.

No me lo tuvo que decir dos veces, lamí la palma de mi mano para tomar mi miembro y empezar a subirla y bajarla. El abrió mis piernas con sus fuertes manos para comenzar las penetraciones mas duras, no iba a soportar mucho pues la punta de su enorme polla me golpeaba la próstata sin piedad, mis pezones se hicieron como roca al sentir como el calor se acumulaba en mi vientre.

—¡Namjoon!

Grite literalmente su nombre, al correrme llenando mi abdomen por mi semen caliente, él se movió un par de veces mas antes de que se derramara dentro de mí, salió y bajo a lamer los restos de mi orgasmo de mi cuerpo.

—Vamos a la tina, debemos limpiarte.

—¿Qué?

Me cargo y en nada estábamos en su habitación, la tina se llenaba mientras no dejaba de besarme, yo era un mar de jadeos, sus labios se pegaron a mis pezones y sus dientes los apretaban cuando intercambiaba de un lado a otro. Su boca no solo me daba placer, también las palabras que me decía, siempre admirándome en todo momento, mencionando lo hermoso que era.

El agua de la tina se salió al entrar ambos mientras me follaba con mi espalda pegada a su pecho, yo estaba sujeto de su nuca apoyando las piernas en las orillas de la bañera.

—Me correré de nuevo, no puedo más.

Cuando volvió a llenarme, siguió una sesión de mimos, esas me molestan, pues me siento demasiado cómodo, me tenia frente a el mientras tallaba mi cabeza.

—Seokjin quiere que vayas a la exposición de mañana.

—Ese es el plan, iré acompañarte.

Enjabone su pecho de manera lenta.

—Bueno, él quería que te lo recordara porque en verdad quiere verte ahí.

—Mmmh, bien.

—Namjoon —enjuago mi cabeza —¿Qué piensas de Seokjin?

—Es un gran artista, la verdad lo admiro mucho.

—¿Eso es todo? —me miro a los ojos y desvié la mirada —¿No te parece atractivo?

—Lo es —sentí que mi corazón se aceleró y me mordí los labios evitando el puchero —tal vez le acepté su invitación a cenar.

Gire mi rostro rápidamente hacia él con un tono de incredulidad, aprete los dientes y me intente levantar de su regazo, pero me tomo del brazo y volvió a sentarme.

—Iré a cambiarme, ya tengo frio, suéltame.

—Mi pajarillo, es el doncel mas hermoso de todos, no necesito de nadie más, me has rechazado tanto y aun así no pienso en nadie más que en ti —me levanto el rostro — ¿Cuándo vas aceptar que sientes algo por mí?

—¿Cómo sentiría algo por ti? Eres un arrogante, toxico, manipulador, salvaje, detallista y estúpidamente atractivo —llore con algo de enojo —me estas obligando a esto —le golpee el pecho con el dedo —tu estas haciendo que sienta algo por ti, a la fuerza, si no tuviera tu hijo dentro de mí, jamás me habría fijado en alguien como tú.

—¿Te dejo tranquilo entonces? ¿Me voy por Seokjin?

—¡No! —me cubrí los ojos mientras lloraba sin parar —hazte cargo maldito animal, hazte cargo de lo que me pasa, no dejes que otros te vean, y solo sigue viéndome a mí.

—Tan tonto —me beso con ternura — ¿Crees que pueda mirar a otro? —volvió a besarme — ¿Has visto como me tienes?

—Mas te vale.

Lo atraje hacia mi para volver a besarlo. Le dejare marcas también.

Los empleados del Namjoon: Si parece casa embrujada con tanto gemido, pero la paga es buena.

Jajajaja no puedo evitar pensar en los que trabajan ahi perdon XD, bueno

YA ACEPTO QUE SI QUIERE CON EL NAMJOON.