Capítulo 22

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Maratón 1/2

Habíamos llegado a la casa hace doce horas, Klaus se negaba a levantarse de la cama y yo solo quería que lo hiciese.

Bueno yo quería terminar lo que habíamos empezado en Italia, básicamente me lo quería follar. Aunque fuese virgen, no me importaba, yo quería eso adentro de mi. Empecé a dejarle besos en el cuello y luego le di caricias en el abdomen, vi como él se tensó sabía porque, ese era su punto débil, hace rato lo había descubierto. Luego lo bese en los labios y joder que bien besaba. Yo quería más mi interior pedía más. Él me agarró de la cintura y con un movimiento termine debajo de él, a Klaus no le gustaba perder el control y esa era una de las razones por la que yo quería que lo perdiese.

— Amelia no — dijo apartándome de él.

Me aparto y luego se levanto de la cama ¿A este que bicho le pico?

— ¿Que pasa? — pregunte

— No quiero hacerlo.

¿Que? ¿Porque? Yo me quedo en el borde de la cama analizando sus palabras ¿No quería hacerlo conmigo?

— Creo que va a ser mejor que me vaya — dijo

Yo ni siquiera me inmuté a decirle algo, quería pero no sabía que decirle, necesitaba estar sola, sabía eso pero me daba miedo que se fuera así y no me volviese a hablar.

Klaus salió por la puerta de mi habitación, yo ni siquiera lo retuve pero en cuanto salió tuve que llamar a Laura.

— ¿Sabes que son las 3 de la mañana verdad?

Joder. Se me había olvidado.

— Lau, no quiere hacerlo conmigo— me lamente

— ¿Eh?

— Klaus, Klaus no quiere follarme — aclare

Ella se quedó un momento analizando mis palabras ¿Tan preocupante era?

— ¿Que hiciste Valeria?

Yo? Nada. Si todo lo había hecho perfectamente, había acariciando los lugares indicados y besado los lugares que se debían. Yo no me había equivocado eso lo sabía.

— Te juro que todo lo hice bien.

— Es que es hombre— dijo como si esa fuera la explicación más lógica — Tiene la obligación de follarte aunque lo hagas mal, lo dice su manual de machos alfas.

— ¿Entonces?

— A ver — pensó — Analicemos la situación — volvió a callarse — ¡Vamos a preguntarle a google mejor!

Eso era la mejor opción, google lo sabía todo. Había veces que se equivocaba pero eran mínimas, eso casi nunca pasaba y a mi no me pasaría.

— Aquí dice que puede ser por estrés ¿Klaus ha estado estresado últimamente?

— Que yo sepa no.

Ella se callo y sabía que estaba buscando la opción más indicada de lo que dijera ahí para decírmelo.

— ¿Tendrá una enfermedad? — preguntó y casi me imaginé cómo abría los ojos como platos.

— Con lo limpio que es, lo dudo — dije

Klaus era una de las personas más limpias que había conocido, cuando fui a su casa está casi relucía, creo que me podía ver en la encimera de la cocina de lo brillante que estaba. También sabía lo desconfiado que era como para dejarle su casa a un extraño para que la limpiase, así que tenía que limpiar el.

— Ya lo tengo — casi grito — Tiene un trauma.

— ¿Eh?

— Piénsalo, no quería tener una relación, es muy bipolar y ahora no quiere sexo, eso es trauma asegurado.

La verdad es que era una tontería pero ¿Y si era eso? ¿Y si tenía miedo de hacerlo conmigo por algo que le paso? ¿Le recordaría a la ex?

— Laura ¿le habré recordado a la ex?

— Es probable.

Las palabras esas se me quedaron grabadas ¿Y si Klaus tenía una ex que no superaba?

Todos tenemos ese primer amor que nos vuelve locos y a decir verdad ¿a quien no lo dejo ese primer amor? Tal vez debería aceptar que Klaus tuvo una ex antes que yo o tal vez debería ir aceptando que Klaus siempre la recordaría a ella como la chica que le partió el corazón en pedazos.

Odiaba no saber a ciencia cierta si Klaus no superaba a la ex o si tenía ahí algún trauma latente.

El sonido del teléfono me sobresalto y cuando vi que era mi padre me arrepentí de todo lo que había hecho anteriormente.

— Hija, tenemos que hablar — anuncio a través de la línea telefónica.

— ¿Qué pasó?

— Café medina en media hora.

Y colgó. Genial. Ahora me tendría que disculpar con el, y sabía que tenía que hacerlo, solo que no pensé que fuera tan pronto. No estaba preparada mentalmente para disculparme con él por decir la realidad.

Me puse un abrigo que encontré en el armario y salí de la casa. Antes de salir ni siquiera vi a mi mamá, esa debía andar de compras. Si, mi madre entre sus defectos tenía ese, era adicta a las compras. La verdad no la juzgo, trabaja durísimo para poder darse todo tipo de lujos.

El café Medina quedaba a 15 minutos de mi casa caminando y ya iba por diez.

Cuando entre al café que vi a mi padre y a mi madre juntos riéndose casi se me hiela la sangre ¿Estaba alucinando? Eso era imposible, mis padres llevan sin soportarse casi desde que nací.

— ¿Todo está bien? — pregunté

Ellos pararon de reírse para mirarme y volver a reírse. ¿Tenía la cara pintada o algo?

— Tu padre y yo recordábamos los tiempos en los que estábamos juntos — se excusa mi madre.

Eso me daba más nervios.

— ¿Para que me llamaron? — preguntó queriendo salir de ahí.

— Bueno tu padre no quiere que te disculpes — dice mi madre y casi suspiro de alivio, no lo tendría que hacer — pero yo si.

¿QUÉ? ¿Ella no era la que supuestamente me tenía que apoyar en todo?

— No me disculpare por decir una verdad — digo.

Mi madre y mi padre resoplan. Se dieron cuenta que era imposible hacerme entender. Yo sonrío por mi pequeña victoria ganada.

— Bueno mínimo cómprenme un café o algo — pido.

— ¿Vas a pedir disculpas? — pregunta mi madre.

— No.

— Entonces no hay bebida.

Diosmio como la odio.


🧿🧿🧿

este capítulo es súper cortito por eso haré un maratón 

bbs que creen de Klaus? Necesito sus teorías.

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