Plegaria al Señor del inframundo

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Descansas sin dormir por siglos, milenios, un eón,
habitas donde está nuestro olvido, sin alma, ni perdón.

Las pesadillas haces reales,
una vez penetras la mente, jamás sales.

Funestas se vuelven tus fúnebres fiestas,
la orgía es sin pausa hasta que la sangre apesta.

Nadas sin brazos, vuelas sin alas, caminas sin piernas,
apuñalas sin daga, hundes colmillos en la carne más tierna.

Pagan pecados los que algo te encomiendan,
torturas sus almas aunque el motivo no entiendan.

Eres placer del poder más oscuro,
eres un dios entre los demonios más duros.

Eres lo que queda del dolor más rotundo,
eres brisa del viciado aire que menos confundo,
eres único soberano en el paraíso más inmundo,
eres nuestro amado: Señor del inframundo.

Poemas para pensar, reír, llorar y amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora