La risa por fin llora

199 12 10
                                    

Poema donde nadie llora, pero donde tampoco la felicidad aflora.


Superior o posterior,
la de ahora es la anterior.
Crece que te crece la desgracia sin color.
Rondan sin que pongan, las que tienen un montón.

Yace todo quieto, el silencio da estupor.
De la montaña baja el río,
pero sus aguas se han teñido.
Están muy calientes, no las congela ni el frío.

Saben finas las lechuzas,
son sonoras sus escaramuzas.
Hace frío en la montaña,
a la noche no se la engaña,
ni a la muerte se le piden excusas.

Una vez se escribieron canciones,
luego se cantaron y se volvieron naciones.
Una vez se apretaron los cinturones,
mientras almas a gritos pedían perdones.

Las cuentas se saldan, se vuelven funestas,
la orgía y la sangre se vuelven una fiesta.
Las perlas se tiñen, se vuelven estrellas,
Las heridas se abren, la muerte viene con ellas.

Se oscurece la noche de adentro hacia fuera.
La amatista se opaca como si la engulleran.
Brilla el acero y los ojos teñidos.
La noche se cierra, se abre el tejido.

Ahora es aurora, cuando las esperanzas afloran.
Se salvan la brisa, la mancha y una luz cegadora.
Se cuentan, se saldan, se salen, exploran.
Queda la muerte y la risa...la risa por fin llora.


COPYRIGHT © 2006 Luis Aníbal Bai
Todos los derechos reservados.

Poemas para pensar, reír, llorar y amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora