Capitulo 11

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Con la poca iluminación en aquella habitación, Jiang Cheng tuvo que vivir los segundos más tortuosos de su vida, bajo el tenso silencio la piel se le erizaba.

¿Qué fue lo que había dicho?

¡Fue un maldito impulso! Pero ya no podía retractarse, no con su fachada de hombre orgulloso y decidido que dio a entender.

Lo más humillante que podría pasarle ahora, era ser echado de la habitación por este respetable líder de secta... ¡él lo hubiera hecho!

Aunque por otro lado, considerando lo excesivamente amable que era aquel jade...

Mientras lo pensaba, envuelto en la semi oscuridad de la habitación, Lan XiChen se había sentado en el borde de la cama y lo observó, quizás con la misma dificultad que él.

Tanto su postura como aquella presencia, emiten un aura afable, la elegancia natural de un Lan y la serenidad de su espíritu.

No usaba sus túnicas exteriores, únicamente las prendas interiores delgadas desde donde podía lucir algo de la piel nívea y esos músculos definidos.

—Líder Jiang, ¿tiene problemas para dormir?

Al escuchar la repentina pregunta, Jiang Cheng sintió que nuevamente le recorrieron escalofríos... menos terribles que cuando aquel otro hombre le pedía cosas indecentes, pero sin duda, era un golpe contra su dignidad.

Chasqueó la lengua y entornó los ojos, cruzándose de brazos. —¿Por qué tendría problemas para dormir? Zewu-Jun, ¿cree que soy un niño? ¡Vaya tontería!

Mientras bufaba conteniendo muchas maldiciones contra su situación tan embarazosa, escuchó lo que parecía una suave risa viniendo del lugar en la cama. Fue tan discreta, que parecía haberse mezclado con la brisa nocturna y no quedó prueba alguna de que en realidad hubiera sucedido.

Jiang Cheng no quiso reclamar a este hombre de blanco sobre algo que creyó haber escuchado, así que en su lugar caminó decididamente al otro lado de la cama y de mala gana se sentó en la orilla.

De espaldas uno contra el otro, sería imposible ver sus expresiones, eso era tal y como este líder de secta había querido. Aunque ha intentado varios método para bloquear su memoria, aún le vienen imágenes de las cosas hechas con aquel caballero de blanco.

Se quedó mirando hacia el biombo del otro extremo, sin saber qué más decir.

—Líder Jiang.— Lan XiChen fue quien nuevamente tomó la iniciativa. Girándose lo suficiente para ver la espalda de Jiang Cheng. No tenía idea de lo que pasaba, así que solo pudo seguir adivinando con paciencia. —¿Es su cultivo demoníaco? ¿Acaso esa otro persona no lo satisfizo?

Bastante tarde, el primer jade se arrepintió de haberlo preguntado, esperando algún reclamo de la otra parte con los hombros encogidos; pero Jiang Cheng no gritó esta vez, girando el cuerpo un poco sobre la cama, para compartir otra mirada entre la oscuridad.

—Zewu-Jun, ¿no lo entendió antes? Le dije que yo no soy un manga cortada.— unos cuantos destellos púrpuras emergieron desde el anillo cuando empuñó la mano para hacer énfasis en dicha afirmación.

Lan XiChen inmediatamente corrigió: —No quise decir eso, por supuesto que lo ha aclarado antes. Además, nunca me involucraría en sus gustos personales...

—¡Le dije que no soy un manga cortada! Ese lunático apareció de la nada y me abrazó... ¡Hah! ¡Debió ser la culpa del condenado discípulo entrometido!— mientras se quejaba bajando la voz, el loto frunció los labios y un color rojizo apareció en sus pómulos.

Él estaba planeando la próxima ejecución contra el discípulo principal, pero en la escasa oscuridad, el primer jade de Gusu encontró este gesto encantador como el de un niño haciendo una rabieta.

Capturando a la Belleza [ChengXi]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ