Diario Agrícola Del Doctor Li Jin

36. Espejo

Piao Xiang Lou. Desde que Li Jin cruzó, podía escuchar a las personas a su alrededor mencionar los burdeles en esta ciudad de vez en cuando.

Pero estaba tan ocupado como una rueca todos los días, y no tenía oportunidad de investigar la relación entre el propietario original y la jefa.

De todos modos, escuchando el tono de Li Zhuzi, probablemente dijo que el dueño original estaba enamorado sin ser correspondido y que se había enamorado en vano.

En resumen, el lado del dueño original no era más que una cabeza caliente, y la chica de la cabeza no le prestaba atención en absoluto.

Por eso, después de cruzar durante tanto tiempo, Li Jin no pensó en absoluto en este asunto.

Tenía que reservar su tiempo para una buena vida, no malgastarlo en otras cosas.

Cómo iba a imaginar que en su primer día en la clínica se encontraría con alguien de Piao Xiang Yuan.

Li Jin comprobó el pulso del paciente que tenía delante y le pidió que le dictara su estado, luego le recetó la medicina adecuada y dejó que el doctor Wu la revisara.

No le importaba lo que dijeran los que le rodeaban.

Pensó que si estaba aquí para ver a un médico, estaba bien, él era médico de profesión y su misión era salvar vidas, así que no lo eludiría.

Pero si era otra cosa, entonces no le culpara por darle la espalda.

Las recetas de Li Jin eran más o menos las mismas que usan los médicos hoy en día, pero con ligeras diferencias.

Él ajustaba la dosis de una determinada hierba según el estado de cada persona.

Después de leerla, el doctor Wu se sorprendió un poco, pues pensó que la cantidad de peonía blanca de esta receta era un poco baja.

Sin embargo, al principio no preguntó a Li Jin, sino que volvió a preguntar al paciente por su estado.

Sólo después de escuchar el relato del paciente, el doctor Wu se dio cuenta de que el remedio recetado por Li Jin era realmente el adecuado para su estado.

Después de todo, sólo se trataba de una farmacia en la ciudad, y los médicos que impartían el aprendizaje tenían todos conocimientos médicos limitados, por lo que, tras varias generaciones, básicamente se limitaban a memorizar unas cuantas recetas.

Si la enfermedad parecía encajar, recetaban la medicina, pero si no encajaba, decían que eran incapaces de curarla.

Así habían llegado a ser a lo largo de los años.

Las cinco recetas prescritas por Li Jin eran todas iguales, y cuando el doctor Wu las comparaba con el estado del paciente, se sentía iluminado.

Todo lo que había memorizado antes parecía cobrar vida poco a poco, y había una tendencia a integrarlo.

Cuando el paciente vio al doctor Wu mirando fijamente la receta, preguntó con cierta preocupación: "Doctor Wu, ¿le pasa algo a la receta?".

El doctor Wu se acarició la barba y dijo: "¿Qué tiene de malo? Estoy impresionado por las excelentes habilidades médicas del doctor Li. Si toma la medicina que le receta, se curará en siete días".

El paciente estaba atónito ¿No es esto algo que solo dirían los grandes maestros?

Su familia era pobre y no podía permitirse contratar a un gran maestro.

Sin embargo, desde que el doctor Wu lo había dicho, sintió algo en el corazón y ya no estaba tan triste como antes.

Después de que Zhou Gui le diera a este hombre su medicina, se colocó detrás de Li Jin y gritó: "¡Siguiente!".