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Jacob Black.
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Verla sonreír era lo mejor que había visto en mi vida. Había vivido y presenciado demasiado para los dieciocho años que llevaba con vida, y aún así, nada se comparaba con las vistas frente a mí.

Reese estaba jugando con Quil y Seth, riendo a carcajadas cada que alguno de los dos perdía, para luego fruncir su ceño al ella perder.
No reconocía el juego, pero si la marca de la tienda que tenía. Según lo que comentó, era la tienda de dulces y travesuras de sus primos, dos gemelos que me recordaban a las caricaturas de los looney toons.

-. ¡Sí, toma esa lobo pulgoso!.- Alzó sus brazos en el aire, mientras chocaba los cinco con Paul, quien había estado junto a Leah instándola para ganarle al par. Embry, por el contrario, maldecía a Seth por haber perdido.

-. ¡Ni siquiera entiendo el bobo juego! ¿Qué se supone que es esa cueva en los baños? ¡Son solo baños!.- Maldijo Quil, dejando su personalidad pacífica de lado.

-. Eso, mi amigo, es la cámara de los secretos. Es una habitación creada por Salazar Slytherin, y que se creía un mito... Hasta que fue abierta por mi prima Ginny bajo la manipulación de un horrocrux.

Sonreí al ver a todos fruncir el ceño ante todo lo que comentaba. Parecía tan emocionada por comentar los sucesos que había vivido, que no notaba que desconocíamos la mitad de la información.

-. ¿Horrocrux? ¿Eso se come?

-. No, Paul. No todo es comestible.- Rodó sus ojos.- Hay hechizos que tienen la capacidad de partir el alma de una persona, lo suficiente como para detener su envejecimiento, y hacerlo prácticamente inmortal. Pero tiene un costo, y es la apariencia y vitalidad de ellos.

-. ¿Por qué alguien haría eso? Suena horrible.- Cuestionó Jared, quien estaba a un lado comiendo los muffin que Emily servía. Reese hizo una mueca, dejando de lado su sonrisa.

-. Bueno, a veces tus ideologías o la ambición de poder son mayores, y dejas de pensar en lo que es la cordura, para perderla totalmente. Voldemort era un claro ejemplo de ello.

-. ¿Es el malo de tu mundo?

La pelirroja asintió ante la pregunta de Sam, agachando su cabeza, como si se debatiera en contar lo que estaba por soltar.

-. Él buscaba ser indestructible. Quería eliminar a todos aquellos que no tuvieran sangre pura dentro del mundo mágico. Prohibirles a los nacidos de muggles la capacidad de usar la magia con la que habían nacido, y asesinar a aquellos mestizos entre magos y nacidos de muggles. Y casi lo logra, de no ser porque la profecía se cumplió, y fue derrotado hasta la muerte.

-. Algo me dice que fuiste parte de su derrota.- Sonreí de lado, viéndola asentir ante mis palabras.

-. Supones bien, Jake. Harry era el elegido de la profecía, aquel destinado a matarlo por justicia, luego de que Voldemort matara a sus padres. Pero todos contribuimos en la búsqueda de los horrocruxes, huyendo de los seguidores de aquel cara de serpiente, y peleando hasta el final.- Inhaló profundamente, haciendo una mueca.- Todos habíamos perdido a alguien por culpa de la guerra, y era nuestro momento de proteger lo que nos quedaba, y vengar a los caídos.

Por un momento, sentí que había omitido algo de información en su historia. Pero cuando noté la tristeza en sus ojos, rápidamente cambié el tema de conversación, dejando que los más pequeños de la manada se unieran a la ronda de preguntas sobre su mundo y el nuestro.

Fascinated¹ | JACOB BLACKWhere stories live. Discover now