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Reese Weasley



-. Sabes que puedo quedarme contigo, ¿cierto?

Nuevamente, los pequeños reclamos de Jacob inundaron el silencio dentro del auto. Mientras, yo solo negaba con mi cabeza, implorando paciencia.

-. Sabes que no eres requerido, Jake. La rubia me llamó a mí, y exclusivamente ordenó que ningún perro me siguiera.

El morocho solo Rodó los ojos ante el apodo de la vampira. Jamás lograría llevarse bien con ella, aunque yo no estaba mucho mejor a decir verdad.

Al parecer los Cullen se enteraron sobre mi problema por parte de varias visiones de Alice, en las que parecía yo, rodeada de magos queriendo asesinarme.
Cuando nos comentaron la situación, no tuve más opción que explicarles todo mi pasado, y esperar un acuerdo con ellos, en el que no me viera obligada a irme de Forks. Al contrario, ellos me ofrecieron ayuda, y me prometieron más información sobre los futuros posibles ataques, si yo les ayudaba con la infante y su crecimiento acelerado; Mi respuesta fue un sí absoluto.

-. Está bien, irás sola. Pero creo que seis horas es demasiado. En tres horas estaré aquí y vendré por ti.

-. ¡Por Merlín! Todo estará bien, Jake. En el fondo sabes que es así, aún cuando tu lobo pide a gritos que los muerdas, ellos no nos harán nada.

-. Ya lo sé.- Cerró sus ojos por un momento, deteniéndose en la entrada al sendero que dirigía a la casa de los Cullen.- Pero no me gusta alejarme de ti últimamente. Desde que salió a la luz todo, no quiero que algo te suceda estando lejos de mí.

Sonreí, acariciando sus mejillas, para luego bajar mi mano hasta su cuello, y acercar su rostro hasta el mío.

-. Nada malo va a suceder, lobo. Luna y Theo acaban de viajar a Londres para buscar información sobre los ataques de mortifagos, y pronto volverán con un plan.

-. Solo... Prométeme que si algo ocurre, o si sientes que algo no va bien, me llamarás.

Asentí a su petición, confiada en que nunca necesitaría llamarlo. Sus labios se unieron con los míos, deleitándome con su tacto sobre mi cuerpo, el cual no había hecho más que avanzar estos últimos días.

-. Muy bien.- Rompí el silencio una vez nos separamos.- Es hora de que arranques el auto y me dejes en la casa de los Cullen.

Esta vez no hubo reclamo alguno, solo una amplia sonrisa por su parte, y su mano entrelazando la mía.

Para cuando llegamos y estacionó fuera de la residencia, Alice se encontraba allí esperando junto a Rosalie. Ambas luciendo personalidades completamente distintas.

Fui la primera en bajar del coche, con mi bolso colgando sobre mi hombro. Jake me siguió de cerca, con su brazo descansando sobre mi cintura. Pude ver como la rubia le dirigía una mueca.

-. Dije que vinieras sin el chucho.- Gruñó, mientras Jacob solo mantenía su agarre más firme en mi cuerpo.

-. No se quedará, tranquila. Solo vino a dejarme.

-. Nos alegra que hayan acordado a esto. Será beneficioso para ambos, y tendré más tiempo para llevarnos bien.- Alice, con su alegría habitual, se acercó para sostener mi brazo, llevándome poco a poco escaleras arriba.

Con rapidez, me volteé hacia Jake y sonreí en su dirección.

-. Nos vemos en seis horas, chucho.

Esta vez, él solo pudo reír ante el apodo.

-. Cuatro horas y media.- Sin más, guiñó uno de sus ojos y caminó de vuelta a la camioneta, bajo la molesta mirada de Rosalie.

Cuando estuvo fuera de su territorio, Alice me arrastró dentro de la residencia, con Rosalie a nuestro lado, murmurando por lo bajo el olor a perro que me cargaba. Yo solo la ignoré, sin sentir realmente aquel aroma.

Fascinated¹ | JACOB BLACKWhere stories live. Discover now