Conocidos

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- Solo necesito limpiar ese estante y podré colocar todos los libros en su lugar

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- Solo necesito limpiar ese estante y podré colocar todos los libros en su lugar.. - Suspiro cansado.

Tweek a pesar de no recibir ganancia alguna al ayudar en la limpieza de la biblioteca, lo hacía, porque eso le gustaba. Disfrutaba la idea de distraerse y de perderse en ese espacio lleno de silencio.

Pero aún con toda esa Paz, las palabras de Craig seguían rondando su mente.

"Hombres de negocios, hacemos solo negocios."

Por alguna razón, odiaba eso.

Luego de un rato escucho el sonido de la puerta. Alguien había entrado.

- ¿Hola?, ¿Hay alguien?- Tweek salio de su oscuro escondite para observar al joven vestido de naranja.

- Hola, vengó a devolver estos libros. - Dijo alzando los libros en sus manos.

- A-Ah!, Si!.- Rápidamente se dirigió al mostrador de la biblioteca y tomo los libros. - Pu-puede firmar aquí?.... - Dijo señalando el espacio.

- Ah, claro- Dijo para rápidamente firmar sobre el papel. Luego miro por un momento a Tweek, como si lo estuviera evaluando lentamente con la mirada.

- ¿Te conozco?, Nunca te había visto por aquí.- Dijo mientras dejaba la pluma sobre el mostrador.

- Debe ser por los distintos horarios.. - Dijo tomando los libros para dejarlos sobre un estante.

- ¿Puedo saber tu nombre? - Está persona acaso, ¿Estaba interesado en su persona?. - No tienes que decirme si no quieres. - Dijo en último momento.

- Tweek, soy... Tweek - Dijo mientras el chico frente a el lo oía expectante, como si esperara saber todo sobre el. - Tweek Tweak. - Dijo jugando con sus manos.

- Un gusto Tweek Tweak, soy Kenny McCormik. - Dijo con una brillante y sincera sonrisa. - ¿Te gustaría platicar conmigo un rato? - Tweek estaba por contestar hasta que la campanilla sonó.

- un gusto Kenny. - Sonrió ampliamente. - En serio me gustaría seguir hablando pero, debo ir a clases. Lo siento. - Dijo algo apenado.

- No te disculpes, entiendo completamente, ¿nos vemos después de clases aquí? - Tweek lo penso por un momento y acepto.

Luego de despedirse con la mano.

Tweek salio de ahí. Se sentía satisfecho, creía haber encontrado un amigo por fin.

Estaba por dar la vuelta cuando se topo con el.

- Por fin te encuentro. - Tweek salto del susto. Era Craig. - ¿Qué hay con esa cara? -

- ¿Ah?, Es por qué me espantaste.. - Murmuró a lo bajo.

- No me refería a esa cara, me refería a la que tenías cuando saliste de la biblioteca. -

- Oh, eso, creo que hice un amigo. - Sonrió nervioso.

- Te lo dije, yo te ayudo tu me ayudas. - Codeo un poco a Tweek.

- Si jaja. - Tweek sentía un nudo en su garganta. - Por cierto, ¿Por qué me estabas buscando? - Tweek alzó la mirada buscando una respuesta del más alto.

- Oh eso, los chicos me pidieron que te llevarás con nosotros a pasar el rato en la salida. - Dijo rascandose detrás de la cabeza. - Y como somos pareja, deberíamos hacer un poco más creíble esto. ¿Qué dices? -

- Yo, no podré ir. - Dijo sin más.

- ¿Qué? ¿Porqué no?. - A Craig no le molestaba la idea de que esté no aceptará, porque de nuevo, el no lo estaba haciendo por cuenta propia.

- Quedé a la salida para encontrarme con alguien. - Murmuró apenado. Le gustaba la idea de salir con amigos, pero no podía cancelarle a alguien así como así.

- ¿Con quien? - Tomo por un momento la mano áspera de Tweek. Craig había notado las miradas de sus compañeros, tenía que ser más creíble con esto.

- ¿A-Ah? - Se empezó a poner algo nervioso por el toque repentino. Sentía que estaba por tener un ataque de Tics si seguía de esa manera por más tiempo. - Un amigo.. - Dijo mirando hacia abajo.

- Está bien, supongo que nos veremos luego.- Acarició su cabeza y salió del parametro de la vista de Tweek. Por alguna razón se sentía raro ante esa situación.

- ¿Que fue eso? - Murmuró Tweek mirando hacia el lugar por dónde vio a Craig por última vez. Su respiración empezó a ser algo agitada, sin embargo, no fue razón para que esté entrara en pánico. Fue un tipo de sensación que no le disgusto y lo tranquilizó aún si esto fue lo que lo inquieto en primer lugar.

 Fue un tipo de sensación que no le disgusto y lo tranquilizó aún si esto fue lo que lo inquieto en primer lugar

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El Día había sido bastante pesado y estaba muy cansado pero, aún así no dejaría esperando a Kenny.

Por fin entro en la gran biblioteca encontrándose con el chico rubio de la mañana.

- Hey, ¿Estás bien?, Luces agitado. - Tweek solo nego un poco tratando de recuperar el aire.

- E-estoy b-bien. - algo no estaba bien, por un momento sintió un poco más caliente su cuerpo de lo usual.

- Ven aquí, te ayudo. - Dijo ayudando a Tweek a recuperar el equilibrio. - Ven siéntate aquí. - Kenny lo sostuvo hasta sentarlo. - Parece como si estuvieras teniendo un ataque de ansiedad. - Tweek lo miro por un momento.

- ¿Cómo lo sabes? - Murmuró Tweek mientras recuperaba el aire.

-Tengo un amigo que tenía ansiedad. Tuvo que ir a terapia, lo ayude por un tiempo, hasta que se recupero. -

- ¿Cómo lo ayudaste? - Tweek estaba curioso. Jamás hubiera pensado que fuera tan simple de notar.

- Bueno a veces simplemente con acariciar sus manos o con un abrazo, pero lo que más le ayudaba era cuando nos quedamos acostados en silencio. Hasta que el se calmaba. - Recordó con nostalgia. - Simplemente se calmaba con la idea de que no se sintiera solo. Lo que a él le ayudo fue saber que no estaba solo en esto. - Dijo como último hasta mirar a Tweek, quien lucía expectante.

- Yo, he leído demasiados libros buscando como quitarme está ansiedad junto con el tic molesto con el que crecí.... - Murmuró algo pensativo. - He estado bastante solo por mucho tiempo. - Dijo jugando con sus dedos por debajo de la mesa.

- Pero ahora tienes a tu novio, ¿no? - Dijo Kenny. - Deberías intentarlo con tu novio, tal vez esto te ayude. - Tweek lo penso por un momento. "Ayuda"
Me ayudas y yo te ayudo.

-Tienes razón, gracias, se lo pediré mañana. - Por fin había encontrado la forma de ayudar y ser ayudado.

- ¿Por qué no lo haces ahora?, solo mándale un mensaje. -

- Yo debería- es solo que mi teléfono se encuentra apagado. - Dije nervioso.
La realidad era que no tenía el número del chico con el aparentemente salía. Me daba vergüenza, pero realmente quería su número.

Pero no iba a decirlo en voz alta.

NO TRATA DE AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora