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Al día siguiente:

-Necesito comer algo. - Al despertar Chuuya notó qué llevaba un buen tiempo con el estómago vacío, decidió preparar una cena ligera; se levantó y dirigió a la cocina, entonces lo vio:

Dazai estaba repatingado en su sofá, con un libro abierto sobre su regazo, se había quedado dormido. Su respiración era tranquila. Aquel ser tan frío y calculador se veía tan normal. A Chuuya le fascinaba ver a Dazai dormir - no era algo muy común-, pensaba en el tipo de sueños tendría; esperaba qué después de abandonar la port mafia las pesadillas le hayan abandonado.

Los dedos de Chuya se movieron solos, acariciaron levemente su cabello mientras recordaba sus tiempos en la mafia: Cuando cuidaba de él y trataba sus heridas después de algún conflicto ya que el pelinegro odiaba ser visto sin vendas y prefería no ir a hospitales ni buscar doctores.  Dazai siempre le decía:
- "¿qué importa si me ves sin vendas?, después de todo ¡sólo eres mi perro!".

- ¡Aaahhh! Cómo lo odiaba! Ese maldito muchacho no sabía pedir ayuda mucho menos dar las gracias...

Aún así Chuuya nunca lo dejó... él sentía la necesidad de evitar que ese idiota muriera, pero nunca entendió el porqué.

Salió de su ensimismamiento, dio una última caricia a la piel del moreno y continuó hacia la cocina, estaba seguro que el miembro de la agencia tendría más hambre que él.

Dazai acarició la mejilla en la que antes de habían pasado los dedos del pelirrojo; envió un par de mensajes mientras escuchaba a Chuuya trabajar en la cocina.

En silencio se acercó al pelirrojo y le ayudó con lo que quedaba de la cena. Se sentaron frente a frente y disfrutaron la comida
¿O no?, no en realidad...
La calma de Dazai le puso de los nervios. El silencio cuando estaba con él era infrecuente. Habían pasado ese tiempo sin pullas ni comentarios ridículos. Dazai estaba en otro mundo.

Chuuya no aguantó más (la paciencia no era su fuerte) y le reclamó por ese comportamiento.

-¿Qué mosca te picó? ¿Por qué no has pronunciado palabra?

El pelinegro levantó los ojos y fijó su mirada en él. Dazai no lo entendía tampoco: la vida y la muerte le eran indiferentes pero esto... Era ridículo... y él no perdería.

- Vas a desaparecer

- ¿Qué?

- Vas a desaparecer Chuuya ¿Acaso no notaste tu brazo?

¿Morir De Amor Es Suicidio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora