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No muy lejos, Dong Zhi descubrió un objeto familiar tirado entre los escombros. Era la mochila del oso esponjoso de He Yu. Corrió hacia allí, cogió la mochila con la mano y la abrió, esperando encontrar cinabrio y papel amarillo. Al ver el contenido de su interior, se llenó de alegría. Utilizando el método que le había enseñado He Yu, garabateó en el papel amarillo y dibujó talismanes de luz solar.

Sus manos temblaban ligeramente, y cuanto más quería dibujar bien, más no podía. Intentando calmarse, ignoró pensamientos como "esa araña tan grande da miedo" o "He Yu está a punto de convertirse en una coliflor". Aislándose del mundo exterior, puso la mochila en el suelo y el papel encima, y se sentó con las piernas cruzadas mientras sostenía un bolígrafo, ya sin distracciones.

El suelo seguía temblando ligeramente, pues en la cueva se oían de vez en cuando los sonidos del dragón, y los truenos y relámpagos no cesaban. Era inconcebible qué clase de feroz batalla se estaba librando en el interior.

Con Long Shen controlando la marea, el cadáver del dragón no podría hacer olas por ahora, pero Fujikawa Aoi era una variable desconocida. Lao Zheng no podría detenerle, y si quería el cadáver de dragón, el conflicto iba a surgir entre ambas partes...

He Yu estaba ansioso, pero tenía que prepararse para enfrentarse a Kitaichi Eiko, que ahora estaba frente a él.

"¿Tiene novio esta pequeña belleza? Tu secta sintoísta no prohíbe que las brujas se enamoren, ¿verdad? Los hombres japoneses son todos tan bajitos. ¿Quieres considerar a este hermano?"

He Yu pasó por delante de la seda blanca que escupía la araña y sacó una daga corta, ocultándola tras su revés, mientras avanzaba hacia Kitaichi Eiko. Aunque tenía una sonrisa distante en su rostro, sus intenciones eran todo lo contrario.

"Recuerdo que los onmyojis pueden casarse y tener hijos, pero como bruja, ¿no tienes que dedicar tu vida a Amatarasu*?".

[1] Diosa del sol en la mitología japonesa.

Aunque sabía que He Yu la estaba provocando deliberadamente, no pudo evitar sentirse irritada y dijo enfadada: "¡Amaterasu es una mujer!".

"¡Entonces tú también puedes ser un lirio [2]!" Dijo He Yu con una sonrisa, y mientras la oponente estaba distraída, apuntó su daga a su costilla izquierda.

[2] Es un eufemismo para el amor entre chicas/lesbianas.

Kitaichi Eiko esquivó rápidamente, y con un movimiento de su abanico, la araña se arrastró rápidamente detrás de He Yu, levantando sus afilados colmillos, con la intención de morderle la espalda. Si He Yu quería evitar el ataque, tendría que abandonar su ofensiva contra ella, pero de esta forma, le permitiría un respiro para volcar sus defensas en un ataque.

El pecho de He Yu agonizaba hasta tal punto que ya no podía ignorarlo. Sospechaba que en cualquier momento vomitaría sangre y caería al suelo, y entonces sería imposible detener a Kitaichi Eiko.

Esta pequeña japonesa era tan despiadada. Él sólo quería detenerla, ¡pero ella quería quitarle la vida! Estaba tan enfadado como si hubiera nacido un buda y dos hubieran ascendido al cielo [3] y los miembros espinosos de araña que tenía detrás desprendían un olor a pescado que no hacía más que irritarle aún más.

[3] (一佛出世,二佛升天) Es una metáfora de la vida y la muerte, pero también se utiliza como expresión de la ira extrema.

En ese momento, el movimiento de balanceo del abanico de Kitaichi Eiko se estancó inexplicablemente. Fue en esta pausa cuando la araña se balanceó y su figura se volvió un poco translúcida. Viendo su oportunidad, He Yu golpeó con su daga, clavándosela en el cuerpo.

Bu Tian GangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora