08; celoso

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08 | itala | celoso

—¡Hola!

De la nada la puerta de casa se abre y entran los padres de Lisandro, a las tres de la mañana. Él claramente no se da cuenta por que me sigue gritando cómo loco.

—¡Hey hey! ¿Que pasa?—pregunta su mamá levantando la voz al no entender nada.

—Lisandro, ¿que mierda te pasa?—habla su papá con su voz autoritaria.

Su hijo saca su vista de mí y la pasa a sus papás los cuáles lo ven enojados y sin entender que está pasando. Silvina se acerca a saludarme con un beso en el cachete y un mini abrazo mientras su esposo se pone a discutir con Lisandro.

—Hola mi vida, ¿cómo estás? ¿Estás bien? ¿Pasó algo o te hizo algo este pendejo de mierda?—me pregunta preocupada mientras me mira de arriba abajo verificando que esté bien.

—Hola doña Silvina. Estoy bien, gracias por preguntar, no se preocupe, no pasa nada—sonrio a boca cerrada un poco incómoda con la situación—¿Usted cómo está?

No le voy a decir que su hijo apenas llegamos a casa me empezó a gritar como loco por que según él lo iba a dejar como un cornudo saliendo a un boliche con mis amigos, no le voy a decir que su hijo está un poco desquiciado.

—¿Cómo no me voy a preocupar, mi vida? ¡Si Lisandro te está gritando cómo loco a las tres de la mañana! ¿Que pasó?

—Nada, tranquila, está todo bien.

Lisandro parece haber escuchado lo que le digo a su mamá y es ahí cuándo se mete en nuestra conversación a discutir nuevamente, él no se cansa.

—¿Nada? ¿Te parece nada que hayas intentado irte de joda a un boliche en pleno centro de Manchester con el plomo de tu ex noviecito y los tres pajeros de tus amiguitos? ¿Eso es nada para vos? ¿Que mierda hubieras hecho vos si yo te hubiera hecho lo mismo? ¡Me ibas a dejar cómo un cornudo frente a todo el mundo, culiada de mierda!

Silvina y Raúl me miran curiosos al escuchar las palabras de su hijo, yo sólo me quedo callada para que Lisandro discuta sólo, no creo conveniente aclarar cosas de mi vida personal con él y menos en el estado tan alterado en el que está.

—¡Cómo un pelotudo me ibas a dejar adelante todos, anda a saber que mierda iban a decir en los medios después, por que vos ahora estás casada legalmente por si no te diste cuenta, mogolica. Reacciona de una puta vez por todas loco!

Raúl palmea a su hijo para que la corte un poco pero él sigue igual de envenenado, no entiendo cómo padres que aparentan ser buenos pueden tener de hijo a alguien con una personalidad totalmente distinta a la de ellos, pero bueno, mejor no empiezo a opinar por que si no conocemos a las personas nada de lo que aparentan puede ser real.

—¡Estás ca-sa-da!—separa por silabas la última palabra—¡Asumilo, acéptalo, ya está hecho, así que madura de una vez y deja de hacer las mierditas que hacías cuándo estabas soltera por que esas pelotudeces de pendeja pelotuda no las vas a hacer más por que no sólo quedas como una cualquiera vos sino que también me dejas mal parado a mí y eso no te lo voy a permitir, rubia pelotuda!

Silvina abre grande los ojos y la boca se le cae al piso por las palabras de Lisandro, si supiera todo lo que me dice a diario se cae al piso.

—¡Lisandro!—lo reta su papá al mismo tono de voz que él usó.

—¿Cómo se te ocurre tratar a la pobre chica así? Pendejo mal aprendido—le sigue Silvina.

—¿Pobre chica?—hace montoncito—¡Pobre chica mis bolas, esta de pobrecita no tiene nada si se hace nomás. Me tiene los huevos al plato ya, tuve que molestar a mis amigos para que me lleven e ir a buscarla por que andaba con cuatro pajeros que se le hacen los amiguitos pero bien que le quieren entrar y esta que es más fácil que las palomas se deja!

Arreglado; Lisandro MartínezWhere stories live. Discover now