SEXO EN SECRETO

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Me levanto por la mañana y miro la hora por tercera vez, las 6:03 de la mañana.

Cierro los ojos de nuevo y me doy la vuelta topándome con la espalda de Adam. Estaba tan sexy, quise abrazarlo, entonces se revolvió entre sueños gimiendo.

Dios. Escuchar aquello me volvía loca. Empecé a acariciar sus brazos mientras intentaba cerrar los ojos para volverme a dormir.

Pero en ese momento sentí un calor que me hacía apretar las piernas y sentir el roce del tanga en mi coño y en mi culo.

Si tan sólo yo no fuera la cucharita y pudiera sentir todo su paquete en mi culo. Una gota de sudor resbaló entre mis tetas.

Estaba muy caliente, pero no quería despertarlo. Cogí su brazo y lo coloqué justo entre mis tetas para que sintiera mi calor.

Podía sentir mi excitación en mis caderas cuando comenzaban a moverse solas tratando de conseguir un frote con mi ropa interior.

Y cuando no aguanté más, decidí intentar despertarlo suavemente.

Vicky: Adam...-Le acaricié el pecho y lo apreté ligeramente. Entonces abrió los ojos.

Adam: ¿Vicky? -Se dio la vuelta mirándome- ¿Qué te pasa enana, estás bien? -Lo único que me salió fue besarlo para que descubriera por sí solo lo que quería-

Me mordió con fuerza mi labio inferior haciendo que gimiera, al parecer no era la única que se había despertado con ganas de un buen polvo.

Inmediatamente pasé mi lengua húmeda y caliente desde el mentón hasta el arco de su cuello, chupando con fuerza hasta provocar un pequeño hematoma.

Adam: Ya veo lo que quieres. -Llevó mi mano para que pudiera tocar el notario y duro bulto de su entrepierna-

Sentí como mis bragas se humedecían debajo de mi camisón, deseaba bajar esos calzoncillos y poder tocar el tremendo pollón del hermano de mi mejor amiga.

Lo acariciaba por debajo de la tela, deseando acariciarlo y pasarlo por mi cara y mi cuerpo, hasta que finalmente decidí quitarlos mientras él me besaba.

Pero antes de que pudiera quitárselo él empezó a jugar con las tiras del camisón delineando el escote hasta bajarlo sacando una de mis tetas y la apretó.

Vicky: Ah.

Adam: ¿Te duelen?

Vicky: Un poco. -Entonces comenzó a acariciarlas con más suavidad. Yo solté sus calzoncillos para terminar de quitarme el camisón-

Quería seguir sintiendo cómo sus manos se deleitan con mi cuerpo, delineando mis curvas desde mis pechos hasta mis caderas.

Cuando llegó a mis muslos se agachó y besó mis pechos lamiendo mis pezones mientras presionaba mis muslos con sus manos.

Yo ya no podía dejar de gemir cada vez que su cuerpo se acercaba más al mío. Finalmente me quité mis bragas y me puse encima de él a horcajadas.

Adam: Joder con la canija...-Le callé con un beso mientras le levantaba la camisa y pasaba mis manos por su torso desnudo.

Él me atrajo un poco más, gemí más fuerte al sentir su polla debajo. Terminé de quitar su camiseta.

Me dio la vuelta dejándome tumbada, lamió desde el muslo hasta mi coño que no dejaba de chorrear.

Vicky: Aaaah. -Sentí su lengua acariciando mi clítoris y jugando con él junto con sus dedos.

Adam: ¿Te gusta?

Vicky: S-Siii, aah. -No podía articular ninguna palabra, mi respiración agitada a medida que aumentaba su ritmo y el volumen de mis gemidos-

Mis caderas comenzaron a buscar que sus dedos se colaron en mi vagina, entonces paró de usar sus manos para meter su lengua dentro de mí y ahí fue cuando solté el gemido más alto que nunca había soltado.

Vicky: ¡Aaaaah! -Le cogí de la cabeza y acaricié su pelo, dándole a entender que no quería que parase, que justo ese era el punto. Sus movimientos comenzaron a ser cada vez más rápidos y empecé a gritar, estaba a punto de llegar al orgasmo si seguía así.

Pero se levantó antes de eso, poniéndose encima de mí, mientras volví a lamer su cuello, succionando.

Entonces sentí cómo iba metiendo su polla, no lo hizo tan suave como la última vez que lo hicimos -Si lo hemos hecho más veces aunque sé que no debería ya que lo tengo prohibido pero bueno siempre hay que arriesgarse- y se me escapó un grito de placer.

Adam: ¿Te gusta así enana?

Vicky: Dios...Sí...¡Aaaah....! ¡Joder! -Le arañe la espalda intentando agarrarme a él.

Empezó a darme más fuerte y más rápido, mis caderas se movían al compás de sus estocadas, sintiendo el sudor por todo mi cuerpo.

Adam: ¡Joder Vicky me corro! -Dijo eso y sentí cómo sus músculos se tensaban apretando mis caderas y descargaba todo su semen en mi interior.

Vicky: ¡AAAH! ¡SIIIIII! -Grité con fuerza en mi orgasmo liberando todo el aire de mis pulmones junto con un gruñido, mi cuerpo tembló de excitación.

Él también gritó y se dejó caer en mi cuerpo, ambos nos quedamos tratando de recuperar el aliento en esa posición sin dejar que saliera de dentro de mí.

Poco a poco mis ojos comenzaron a cerrarse del cansancio, cuando él finalmente se levantó de encima y se puso a mi lado.

Adam: Que duermas bien canija. -Me dio un beso en los labios y antes de quedarnos dormidos le dije que no me llamase canija y eso hizo que de su boca saliera una carcajada. Me recosté en su pecho y mientras que el me hacía cariñitos en el pelo nos quedamos dormidos-

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