Estoy en la habitación de mi amiga haciendo la tarea de la universidad "que por cierto estoy hasta el coño de tantas" estamos tranquilamente cada una con lo suyo cuando mi amiga me dice que vaya a la habitación de su hermano para que le deje el cargador del móvil ya que el suyo se le ha roto voy a regañadientes ya que se podría decir que no me cae muy bien que digamos.
Salí de la habitación y me dirigí hacía la de el hermano de mi amiga que por cierto se llama David cuando llegué a la puerta toqué pero nadie respondía así que pase me di cuenta de que no había nadie pero escuchaba como el agua de la ducha salía.
Mordí mi labio inferior y entré al baño del hermano de mi mejor amiga, al entrar estaba lleno de vapor, tras el cristal empañado de la ducha se ve la figura un poco distorsionada de David. Sin hacer mucho ruido cerré la puerta con seguro, quité toda la ropa de mi cuerpo sin dejar de ver a David.
Entré a la ducha despacio y vi que David estaba de espaldas enjuagando su cara, comencé a acariciar su espalda, lo cual el salto y se giró a verme. Abrió los ojos como platos y cubrió su miembro ¡JODER!
David: ¡María! ¿Qué haces aquí? - Susurro entre dientes -
María: Venía a por el cargador del móvil para tu hermana pero te he visto aquí en la ducha y pensé que nos podíamos divertir un rato. ¿Qué te parece? - Dije tocando su abdomen -
David bajó la mirada a mi cuerpo desnudo relamió sus labios y rápidamente ,miró a otro lado. Aproveche para acercarme a él pero retrocedió.
David: ¡Ey! - Se quejo -
María: ¿Qué? ¿Acaso no quieres diversión? - Me burlé -
David: Sabes que no podemos hacer esto. - Dijo mirándome a los ojos -
María: Tú lo has dicho pero los dos sabemos que nos tenemos ganas. -Dije mirándolo a los ojos -
David: No te voy a negar que tienes razón pero no podemos. - Dijo poniéndose las manos en la cara -
María: Bien, si no quieres nada no me hagas perder el tiempo. - Dije cruzada de brazos -
Me gire en mis talones rogando que me detenga, cuando estoy apunto de salir de la ducha, me tomó bruscamente de las caderas y besa mis labios como un loco le respondí igual. Sus labios son tan jodidamente suaves, sus dientes atacan mi labio inferior salvajemente, gemí ante el azote que me dio.
David: Dios, si mi hermana se entera de esto me matara. - Susurra mirándome -
María: No tiene porque enterarse. - Susurre alzando la mirada hacia él -
David sonríe con picardía y me acorralo en la pared, me carga haciendo que mis piernas se enrollen en su cintura y mi espalda choque con el frío azulejo.
David: Ahora entiendo porque todos quieren follar contigo. - Susurro y azoto mi trasero -
María: ¿Y tú no quieres? - Susurre con picardía -
David: Claro que quería pero nunca me imaginé que se iba a hacer realidad. - Susurro mirándome -
María: ¿Ahora te lo crees? - Susurre acariciando su cuello -
Él bajó su mirada a nuestras partes íntimas y yo le seguí el paso, su polla está tan dura y recta mordí mi labio inferior y una capa de orgullo me llegó al saber que yo ocasioné esa erección.
María: Creo que tu polla habla por sí sola. - Dije traviesa -
David: ¿Ah sí? - Sonrió acercándose a mis labios -
María: Definitivamente. - Susurre y le bese salvajemente -
Cogió un condón de la estantería que había, se lo puso a lo que se le escapó un pequeño jadeo por la fricción que hizo el látex en su polla. Solté un gran gemido cuando comenzó a introducir su miembro duramente, apreté los ojos y arañe su espalda.
María: Mierda, tu polla es muy grande. - Susurre con poca voz -
David: Y haré que entre todo nena. - Dijo sonriendo con picardía -
De una estocada metió toda su longitud en mí, solté un gran gemido y besé sus labios. Comenzó a moverse con tanta fuerza que sentí mis tetas brincar una y otra vez.
Puede romperme en unos segundos pero la verdad es que no me importa porque me muero de placer, mordí mi labio inferior y tiré un poco de su pelo.
David: Tienes un coño muy apretado. - Susurro -
María: ¿Te gusta como se siente? - Gemí echando mi cabeza hacía atrás -
David: Me encanta joder. - Palmeó mi trasero y siguió follándome -
Los gemidos de ambos eran tan excitantes, los sutiles y roncos jadeos de David en mi cuello, mientras me hacía marcas. El agua de la ducha seguía cayendo haciendo que nos empapemos, sonreí cerrando los ojos cuando sentí su voz en mí oído.
David: Este puto trasero es tan perfecto joder. - Susurro en mi oído -
Apreté mis ojos cuando solté un gran grito, David tapo mi boca con una mano su fuerza contra mi es más rápida. Apreté más mi coño ante la polla de David lo cual él soltó un gran gemido echando la cabeza hacía atrás. Se encorvó un poco y capturó mi teta izquierda en su boca, mordí mi labio inferior y tiró un poco de mi pezón.
David: Me encantan tus tetas, son suaves. - Susurro -
Chille cuando sentí mi orgasmos explotar, arañe su espalda y eché mi cabeza atrás, dejando mi cuerpo temblar, David me miró asombrado y susurro.
David: Eres una de esas... - Susurro -
María: No siempre puedes tener un orgasmo tan genial, como el que te puedes dar a ti misma.. - Susurre y le guiñe el ojo -
David: No pensé que te tocaras sola. - Mordió mi labio inferior - Creo que un día, tú tendrás que hacerlo frente a mí. - Me azotó el trasero y enterró más su pene dentro de mi -
