Secret -Harry Potter-

Parte 3

Un cansado suspiro salió de Draco al estar delante de la mansión de su familia, el lugar donde creció y que posteriormente se volvió el lugar de sus pesadillas. Sinceramente esperaba pisar ese lugar lo más poco posible.

-Señorito Malfoy, que grato verle-saludó el mayordomo al ver a Draco ingresar a la mansión.

-Buenas tardes, Tales-saludó de vuelta. - ¿Se encuentran mis padres?

-Su madre se encuentra en los jardines y el señor en el estudio.

-Bien. Iré a ver a mi madre primero, no le avises a mi padre que estoy aquí, después iré a hablar con él-pidió tomando rumbo hacia el jardín.

El lugar era bastante grande, con un pasto y arbustos muy bien cuidados con uno que otro árbol frutal esparcidos por entorno, pero lo que destacaba sin duda era los hermosos rosales blancos que su madre había plantado y cuidado desde que se casó con Lucius. Entre los cuales se encontraba Narcisa Malfoy, quien, a pesar de tener tierra en sus pantalones negros, unos mechones rubios que se escaparon del moño alto que se había hecho y encontrarse levemente sudada seguida manteniendo su esencia y porte elegante. Draco sonrió al ver a su madre.

-No sé quien posee más hermosura, tú o tus rosas, madre-Narcisa al escuchar la voz de su hijo levanto enseguida la mirada encontrándose con la sonrisa de quien amabas más que nada en el mundo.

-Querido, no te esperaba-dijo haciendo ademan de levantarse, Draco se acercó enseguida para ayudarle. - ¿Qué te trae por aquí? -preguntó besándole la mejilla. No es que le molestara tener a su hijo en casa, pero lo conocía y sabía muy bien que él odiaba poner un pie en la mansión.

-Junto con Harry hemos tomado la decisión de irnos de Inglaterra, y sinceramente no tenemos muchos planes de volver-informó tomándole de las manos. Aquello sin duda era un golpe para Narcisa tener tan lejos a su único hijo le era doloroso, sin embargo, era algo que ella sabía que lo dos muchachos necesitaban.

-No te voy a decir que la noticia me es gozosa porque no lo es, aun así, solo deseo que seas feliz y sé que acá no lo eres por completo. Solo me queda darle mi bendición con los mejores deseo-madre e hijo se abrazaron.

-Muchas gracias, madre-dijo bastante conmovido.

- ¿Cuándo se irán? -pregunto Narcisa tomando del brazo a su hijo dirigiéndose hacia la mansión.

-Después del matrimonio de Hermione-respondió mirándola de reojo.

-Tienen la esperanza de que se arrepienta y no se case-aseguró.

-Hice alguna movida y Harry está haciendo las suyas-se encogió de hombros. -Con o sin ella nos iremos de aquí.

-Solo espero que ocurra lo mejor para todos-deseó Narcisa al llegar a la puerta del estudio. -Suerte con tu padre-Draco asintió agradecido.

Sin llamar abrió la puerta encontrándome con Lucius Malfoy leyendo cerca de la chimenea.

-Jamás imagine verte de ocioso-comentó Draco acercándose a su padre, este un tanto sorprendido por la presencia de su hijo. Levanto la mirada.

-Del ocio se han hecho grandes filosofías y descubrimientos-respondió cerrando el libro. - ¿A qué debo tu presencia?

-Necesito informarte de algunas cosas-dije tomando asiento delante de su progenitor. -En menos de un mes con Harry nos iremos a Canadá de manera indefinida.

-Supongo que no se van a ir a vivir debajo de un puente-se mofó.

-Sabes tan bien como yo que Harry tiene tanto o más dinero que nosotros. La herencia Potter y la Black ni más ni menos-esas palabras sacaron una mueca de desagrado en el rostro del patriarca. -Allá comenzare con mis estudios de Alquimia y dejare a Theo junto con Pansy como mis representantes en los negocios. Antes que digas cualquier cosa al respecto es una decisión tomada y no podrás hacer que cambie de opinión.