Parte 4

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Estoy aquí por Ginny.

Se decía Hermione desde el momento que tomó rumbo hacia el Departamento de Aurores. Sintió sus manos sudar al estar delante de la puerta de la oficina de Harry. Golpeo dos veces.

-Pase-se escuchó desde adentro.

Esperaba encontrarlo como muchas veces antes, detrás del escritorio o delante de la pizarra de anotaciones concentrado en un nuevo caso, pero nunca se imaginó encontrar cajas cerradas y abiertas, mientras Harry guardaba sus cosas. Su corazón se detuvo un segundo ante esta imagen.

- ¿A que debo tu visita, Hermione? -la pregunta que soltó Harry el saco de su estupor.

-Sí, solo...-agitó un poco su castaña cabeza intentando poner en orden sus pensamientos. –Venía a pedirte que reconsideres tu relación con Ginny-un agrio sabor se le formó en la boca en el momento que termino de hablar.

-Ayer le deje muy clara mi postura a tu noviecito-bufó cerrando una caja. –Draco habló ayer contigo, y ¿vienes para hablar de Ginevra? -Hermione apretó la mandíbula levemente avergonzada.

-Es lo único que tenemos que hablar tu y yo en este momento.

-Si tú lo dices-la indiferencia en las palabras le molestaron a Hermione. –A Ron le deje muy claro que no volvería con su hermana ni aunque de eso dependiera mi vida. Aclarado eso te puedes largar, ya que según tú no tenemos nada que hablar-le señaló la puerta.

- ¿Entonces en verdad se van? -ni ella misma entendía por qué pregunto aquello.

-Así es. Nos vamos el día que te casas, así que me vas a tener que disculpar mi inasistencia.

- ¿Por qué vas a dejar tus sueños de ser auror? Según sé pronto te van a ascender.

-Y tú, Hermione, ¿Por qué dejaste tus sueños y ambiciones? -la encaro levente enfadado. –Yo estoy yendo porque me harté de las mentiras y los secretos, me harté de vivir una vida que no me hacía feliz. Tú menos que nadie me puede cuestionar nada.

-Estás decepcionando a muchos, Harry- nerviosa se mordió el labio por las palabras que escuchó y por las mismas que ella decía. - ¿Qué crees que dirá la gente cuando vean que te vas a ir después de romper con Ginny a otro país con Draco?

-Que digan lo que quieran-se encogió de hombros. –El rumor que nosotros tenemos algo siempre ha estado, y por años lo oculte pensando en el que dirán, así que digan lo que quieran.

-No sabes lo que dices, Harry.

- ¿Has pensando como serian nuestras vidas si tú hubieras aceptado tus sentimientos por nosotros?

-No sé de qué hablas-dijo apartando la mirada de la mirada esmeralda acusadora que le dedicaba quien alguna vez fue su amigo. Él soltó una leve carcajada.

-Nunca pensé en ti como una cobarde-en menos de un segundo Harry se aproximó cortado casi por completo la distancia entre ambos. –Por años Draco y yo hemos sufrido por tu cobardía, querida amiga-la agarró de la cintura con un brazo y la mano libre la tomó del cuello sin llegar apretar solo asegurándose de que lo mirara. - ¿Crees que ninguno de nosotros nos dimos cuenta como nos mirabas? ¿De cómo te sonrojabas cerca de nosotros? ¿De cómo apretabas los muslos cuando estamos acostados o a solas? ¿Sabes cómo nos dolió cuando empezaste a ignorarnos? –le susurró tan cerca que sus labios se rozaban, ella tenía la respiración cortada y volvió a sentir ese cosquilleo en el vientre que hace cinco años no sentía. - ¿Vas a dejar de ser una cachorra cobarde o serás una leona, Hermione? -al terminar de pronunciar aquello presionó sus labios con ella, quien enseguida empujó a Harry. Desconcertada miró como una sonrisa burlesca adorno el rostro de quien fue su amigo.

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