¿Qué mierda, haces aquí?

1.1K 52 0
                                    

(CORREGIDO)

Alex

Hoy había quedado con Iris, pero por problemas con sus padres, no pudimos reunirnos. Así que decidí practicar un poco de boxeo; en casa tenía un pequeño gimnasio.

Estuve casi 1 hora golpeando el saco, hasta que escuché un leve sonido, decidí no prestarle atención ya que de seguro era María.
Así que continúe golpeando hasta que volví a escuchar un ruido, pero esta vez fue algo que se rompió. Decidí dejar mis guantes a un lado y tomar mi botella de agua. Mientras iba caminado por el pasillo, escuché la voz de mi mamá: -¿Qué carajos?-. Me quedé parada por unos segundos hasta que decidí seguir.

Al llegar en la sala, la encontré de espaldas, acomodando algunas cosas. Me acerqué a ella, quedando a pocos centímetros de distancia.

-¿Qué mierda, haces aquí?.-Pregunto, molesta.

-Oh, hija. Hola, preciosa.-Saluda con naturalidad.

-Responde, ¿qué mierda haces aquí?.-Le vuelvo a preguntar aún más molesta.

-Hija, ¿por qué me recibes así, eh?. ¿Acaso no te alegras de verme?.-Pregunta en tono triste.

-¿Alegrarme?.-Pronuncié, descontenta.

-Hija, han pasado 2 años desde la última vez que nos vimos. Te he extrañando, preciosa.-Expresa, apenada.

-Pues yo estuve muy bien desde que te fuiste. Mejor lárgate, porque si estás aquí para echarte tu mierda, mejor vete a hacerlo en otro lado.-Exclamé con rabia.

-Hija, llevo sobria nueve meses. Volví porque te extrañaba. Quiero que me perdones. Sabes que el divorcio me afectó mucho. Y quiero....-Antes de que prosiga, decido interrumpirla. Expresando lo siguiente:

-Y piensas que yo no me puse mal. Estaba devastada, te necesitaba. Pero tú, ¿qué decides hacer?. Decides meterte en esa mierda.

-Lo sé. Sé que te abandoné, que me alejé de ti. Pero volví, hija, sobria. Quiero que empecemos de nuevo, bien. Estuve en Italia por un año, decidí salir de todo eso con ayuda. Y bueno alguien más me estuvo ayudando.-Menciona, autoconvencida.

-Me importa una mierda, quiero que te largues ahora.-La reprendo.

-Hija, por favor. Esta también es mi casa, no puedes echarme. Por favor, perdóname.-Pronuncia arrepentida y con mucha tristeza.

De pronto escucho una voz detrás; cuando decido darme la vuelta me encuentro con un hombre alto, cabello castaño y ojos verdes.

-Hola Alexandra, tu madre me ha hablado mucho de ti.-Se presenta, sonriendo de lado.

-¿Quién demonios eres?.-Pregunto, mirándole con curiosidad.

-Hija por favor... Quiero que conozcas a Leonardo. Él es mi pareja y la persona que también me estuvo ayudando.-Agrega mi madre muy contenta.

-¿Esto es una puta broma?. ¿Vienes tratando de qué, de "empezar de nuevo", "sobria", y con alguien nuevo?. Vete a la mierda.-Exclamé con mucho enojo.

Tenía tanta ira, así qué sin más que decir, decidí ir a mi cuarto, con mi madre llamándome desde lejos y siguiéndome.
Al llegar a la puerta abrí, entré y lo cerré en su cara.

-Alex, por favor ábreme. Hija ábreme.- Estaba golpeando, desesperadamente.

-Lárgate con tu italiano de mierda.-Le espeté.

-Alexandra, ábreme y hablemos. Por favor, escúchame.-Pidió con suplica.

Sentía tanta ira que empecé a tirar todas mis cosas y a golpear la pared.

-Hija por favor cálmate, ábreme.-Dice sollozando.

-¡¡Quiero que te largues, mierda!!-Le grito con furia.

-Alexandra por favor ábreme-Sigue suplicando pero apenas la escucho.

-Déjame en paz, carajo. Solo lárgate.-Le digo entre dientes.

Me senté en mi cama con las manos en mi cabeza. Estaba tan llena de ira que empecé a tener la respiración un poco acelerada. Empecé a estirarme el pelo, hasta que puse mis rodillas pegadas a mi pecho y con mis brazos apretándome, comencé a inhalar y exhalar. Poco a poco me fui calmando.

-Hija, ábreme. Habla conmigo, por favor.-Implora con la voz entre cortada.

Me relaje por completo, me acerque hasta la puerta y puse mi mano en la manija. Respiré profundo y abrí. Ahí estaba mi madre con los ojos llorosos.

-Hija.-Me abraza.-Alexandra, preciosa, por favor perdóname. Solo quiero que volvamos a ser como antes. Quiero que estemos bien.

Le agarré de los brazos y la aparté un poco.

-Está bien, te perdono.-Le termino diciendo. Ella emocionada me vuelve a abrazar.

-Pero quiero que por ahora me des mi espacio.

-Está bien preciosa, sé que volverás a ser la misma conmigo.-Dice con esperanzas.

-No lo sé, necesito tiempo.-Le explico.

-Sí te entiendo hija.-Asiente de manera comprensiva.

-Ahora me puedes dejar sola.-Le pido por última vez.

-Sí, haré la comida. Te avisaré cuando esté lista, por favor baja y come con nosotros, ¿sí?.-Me pide cariñosamente.

-Está bien, quiero descansar.-Le respondo, aceptando su propuesta.

-Sí te dejo-.Me da un beso en la frente y se va.

Pero antes de que se fuera, le recordé una última cosa.

-Antes de que te vayas...-Digo, mirando para un lado. Hasta que la miro con determinación y con seriedad, para seguir adelante: ...-Quiero que esto te quede bien claro. A la primera que vuelvas a hacer una de esas cosas repugnantes. Te vas y no vuelves nunca más. ¿Me entendiste?.

-Cariño. Te lo prometo, no volveré a meterme en todo eso. No quiero perderte de nuevo.-Me asegura con firmeza.

Me quedo convencida, al irse, cierro mi puerta. Decido tomar una ducha y mi cuerpo se relajó aún más. Al terminar de ducharme y estando en toalla, me puse mis auriculares, me tumbe en mi cama y mirando el techo, escuchando "Team" de Lorde. Me dejé llevar por mis pensamientos hasta que poco a poco los ojos se me fueron cerrando, entrando en un sueño profundo.

Te Deseo [TERMINADA]Where stories live. Discover now