Por mi querida Oriana

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(CORREGIDO)

Alex

Sentía que alguien me estaba acariciando la cara, poniendo un mechón de mi pelo detrás de mi oreja. De a poco voy abriendo mis ojos, tratando de ver quién era. Era mi madre al cual con una sonrisa me hablo: -Hija ya está la cena-.

Me levanto apartando mi cara de su mano.-Bien, ahora bajo.

-Okey, te estaré esperando.-Responde, retirándose.

Se fue cerrando un poco la puerta, me levante y me mire al espejo, tenía el pelo un poco desaliñado y la cara bastante pálida parecía una muerta viviente. Me acomodé un poco, poniéndome un short largo gris y un top negro, por último decidí ponerme una sudadera negra y con la capucha puesta decidí bajar.

Mi madre y su Italiano estaban sentados en la mesa; no vi a María, me pareció raro.

-¿Y María?.-Pregunto, sentándome en el lado izquierdo de la mesa quedando en frente de mi madre.

-Hoy no vino. Llamo para avisar que su hija aún seguía en el hospital y que se tenía que quedar con ella.-Responde mi madre.

-Ah...

-Bueno Alexandra cuéntame algo de ti.-Me dice el Italiano de mi madre.

-No tengo mucho que contar. Pero cuéntame tú cómo conociste a esta mujer.-Le pregunto mirando a mi madre.

-Pues fue en la rehabilitación. Yo siempre acompañaba a mi hermana; un día tu madre intentaba sacar un refresco de la máquina expendedora, como no salía empezó a dar patadas. Me reí viendo la situación decidí acercarme y la ayude; desde ahí me quede literalmente flechado por ella.-Cuenta, mirando a mi madre con amor.

-Hay, qué bonito-Dije sarcásticamente.

-Y tú hija, ¿tienes a alguien?.-Pregunta mi madre, riendo un poco.

-Sí.-Respondo sin mucho interés.

-Ohh, cuéntame, ¿se puede saber quién es?.-Menciona con emoción.

-Es una chica.-Le confieso.

-Hija, acaso tú... ¿eres?.

-Sí mamá, soy lesbiana; me gustan las chicas.-Le comento, dando un suspiro.

-Okey, bien. Digo lo que a ti te haga feliz, a mí me hace feliz.-Expresa algo nerviosa.

La miro, poniendo los ojos en blanco. -Sí, como sea.

Estuvimos en silencio por varios minutos; se me hacía un poco incomodo este silencio. Hasta que mi madre hablo.

-Hija, hay algo que debo decirte.-Menciona con seriedad.

-Sí, dime.-Respondí, curiosa.

-Cuando tu padre se fue me dejo la empresa, pero como no estaba en condiciones para liderarla. Decidí dejar a cargo de un muy buen amigo. Pero todo se fue por la borda. Y ahora que he regresado, quiero renovar todo, quiero que la empresa vuelva a ser como antes y mejor.-Explica, con una mezcla de arrepentimiento y determinación en su voz.

-Y, ¿por qué me estás contando esto?.-Pregunto con curiosidad.

-Bueno, necesito que me ayudes.-Comenta, esperando a que la ayude.

-¿Qué?. A ver, a mí no me metas en esto. No quiero tener nada que ver con la empresa, ademas aún voy en la universalidad. Y no la voy a dejar para nada.-Le respondí, negándome rotundamente.

-No. Alex no te estoy pidiendo que entres a la empresa.-Aclara.-Mira en este último mes que estuve en Italia me encontré a unos viejos amigos, les pedí que me ayudaran. Ellos están dispuestos a ayudarme pero a cambio de algo...

-¿A cambio de qué?.-Pregunté muy seria.

-Ellos tienen 2 hijos mellizos; una chica y un chico. Quieren que sus hijos se comprometan lo antes posible, para poder seguir con el legado de su empresa. Ya que es como una tradición familiar que tienen. Sus hijos están el último año de la universidad y...-Titubeó, antes de seguir.

-¿Y qué mamá?.-Pregunté, cada vez más impaciente.

-Pues, ellos saben que tengo una hija y quieren que te comprometas con su hijo.-Anunció al fin.

Dejo mi tenedor en la mesa y la miro fijamente, riendo sarcásticamente y llevando mi pelo hacia atrás, dando así un profundo suspiro. Le digo con firmeza: -Sabes que eso no pasará. No me comprometeré con nadie. Lamento lo de tu empresa, pero tendrás que buscar otra solución.-Le respondo, guiñando un ojo.

-Hija es solo hasta que la empresa esté estable cuando lo esté, cancelarás el compromiso. Alex por favor, ayúdame.-Suplica , desesperadamente.

-Te he dicho que no.-Contesté con firmeza.

-Hija, por favor, te daré o haré lo que tú quieras a cambio.-Ofrece, tratando de convencerme.

-Carajo, mamá, no insistas.-Murmure, dando un leve golpe en la mesa.

-Alex, ayúdame con esto, por favor. Prometo dejarte en paz en cuando acabe todo.-Y sigue rogando, buscando aprobación de mi parte.

Me quedo mirándola seria por unos segundos. Luego bajé mi mirada y le pregunté: -¿Quiénes son, quién es él chico?.

-Son Corinna y Alessandro Rinaldi. Su hijo se llama Luca y su hermana Oriana.-Respondió.

-¿Oriana?- pensé para mí misma y una sonrisa se formó en mis labios. Así que me comprometeré con su hermano. Vaya, creo que esto es perfecto.A medida que iba pensando se me ocurrió un maravilloso plan; aceptaré la propuesta, pero solo para estar cerca de Oriana y, quizás, vengarme un poco por querer olvidar lo qué pasó entre nosotras. Me pregunto qué cara pondrá cuando me vea.

-Bien, lo haré. Pero yo firmaré el contrato.-Acepte, complaciendo a mi madre.

-Ahhh, hija, gracias. No sabes como me alegra esto.-Exclamó, acercándose hasta donde estoy para darme un abrazo.

Bien, aceptaré solo por mi querida Oriana. Como disfrutaré esto.

Te Deseo [TERMINADA]Where stories live. Discover now