11. Lo he sabido siempre.

16 4 0
                                    

Olivia Basset

— Sí, Olivia. — Baja la mirada. — Él siempre se ha preparado para este momento y ya que tú eres una de las tantas personas que lo han estado acompañando, tienes que ser fuerte para que él sepa que debe irse tranquilo porque vas a estar bien. Eso también va para los demás, sobre todo Nina, que lo afecta tanto.

Intento no llorar, pero siempre he sido muy sensible con este tipo de cosas y mis lágrimas bajan libremente.

— Lo siento mucho. — El doctor me da unas palmaditas en la espalda. — Pero recuerda que esta no es una definitiva, aún puede aparecer un corazón compatible.

— Le pido por favor que haga todo lo que pueda. — Lo miro suplicante.

No quiero que Luke muera, se ha convertido en alguien en quien puedo confiar y tiene la capacidad de que son sólo escuchar me haga sentir supremamente acompañada.

Nuevamente, puedo ser considerada egoísta, pero estoy dispuesta a serlo siempre que necesite a alguien cerca de mí.

¿Ahora cómo le diré esto a Nina?

***

— ¿La sorpresa será a las cinco? — Soy recibida con esa pregunta en cuanto entro en la habitación de Luke.

No puedo verme triste ante él, porque le he prometido (aunque él no lo sepa) que lo haré sonreír.

— Sólo fueron treinta minutos. — Le saco la lengua.

Organiza el suéter que tiene sobre sus hombros con algo de dificultad. Tiene líquidos intravenosos y, a pesar de que no lo diga, le duelen sus manos de tantas veces que lo han pinchado.

— No se debe hacer esperar a un caballero. — Murmura.

Suelto una risita.

— Muy bien, en ese caso, te llevaré a tu destino. — Abro la puerta y luego me dispongo a empujar su silla de ruedas.

— ¿Debería ponerme nervioso? — Pregunta con curiosidad.

— Depende.

Atravesamos el pasillo, después cruzamos la puerta y salimos al jardín.

Luke suelta un suspiro al observar la sorpresa que Nina y yo hemos preparado para él.

— No tenías que hacerlo. — Dice con melancolía.

— No fue nada. — Empujo un poco más la silla hasta situarla en el centro del jardín.

Las luces artificiales que las enfermeras nos ayudaron a poner en el lugar contrastan en total armonía con el atardecer y las fotos que hay por todo el lugar.

Nina y yo le pedimos a cada amigo, compañero o conocido de Luke que nos enviara una foto donde estuvieran juntos y aparentemente, demasiadas personas lo quieren y nos enviaron no sólo fotos, sino cartas de aliento para que se recupere.

Ahora no sé que haré para asimilar que esta sorpresa parece más una despedida que un intensivo para que vuelva a su vida normal.

— Espérame un segundo aquí. — Le digo.

Salgo corriendo en busca de Nina las cartas.

— Tardaste demasiado. —  Nina dice cuando llego hasta ella.

Esta sala es algo deprimente para ser continua al jardín.

— Lo sé, pero...

No le digas Olivia, por lo menos no ahora que está a menos de tres metros de Luke. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 05, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

No soy un cupido negro - Las flechas de Cupido #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora