Hunter [OS Kimetsu no Yaiba]

[6] Muichiro Tokito

Advertencia: spoiler del manga

—Muichiro, ¿estás bien?— preguntó la chica en un tono suave y una ceja arqueada, deteniéndose en mitad del pasillo con una cesta de ropa limpia entre sus manos.

Estaba más pensativo de lo normal.

—¿Quién eres?

—___, tú tsugoku— le recordó con el mismo tono. Este asintió sin mirarla, entrando en la finca, dirigiéndose hacia la cocina—. Que complicado— murmuró, entrando en su habitación para acomodar las cosas.

Había aceptado ser su aprendiz por recomendación de Kagaya hacía casi seis meses atrás, pensando que por la manera en la que había aprendido a usar la espada, pero convivir con él era bastante más complicado de lo que pensaba.

Siempre que no estaba en una misión era un completo misterio saber como iba a ser el siguiente día.

Podían cruzarse y que este le preguntara por su nombre y quien era, o simplemente cruzarse en el pasillo, recibiendo un saludo de buenos días de su parte en el que incluía su nombre aun si no recordaba del todo bien que hacía allí y, mucho menos, muchas de las cosas que habían hecho juntos.

Aun así era una relación bastante extraña que no era capaz de catalogar, aún, como amistad, pero pudiendo considerarse lo suficientemente cercarnos como para serlo.

Pues, eran muy pocas ocasiones lograba tener con él una conversación corta, recibiendo pocas respuestas de su parte, logrando que en lugar de parecer que estuviera hablando estuviera recitando un monologo. Y los entrenamientos era algo que solía hacer por su cuenta tras ver los del pilar, imitando sus acciones, y en contadas ocasiones recibiendo ayuda directa de él.

—¿Otra vez se han olvidado de ti?— ahogó el grito al escuchar una voz demasiado cerca de su oreja.

Y ahí estaba su otro problema, como si no tuviera suficiente al gran esfuerzo que tenía que poner para lograr que el pilar la entrenara y poder mejorar con su técnica.

Yuichiro, el gemelo de Muichiro.

Cuando estaba concentrada en sus tareas cotidianas, solía olvidarse de su alrededor y con ello de que había nacido con la extraña habilidad de ver y hablar con fantasmas.

—No aparezcas de esa manera— gruñó con un mohín. ___ recordaba bastante bien la primera vez que la había visto.

Había ocurrido hacía unos cuantos meses atrás durante uno de sus tantos entrenamientos Se había girado para preguntarle algo al pilar y su maestro -aunque ella era un año mayor-, haciendo la pregunta al aire, esperando que le aclarara la duda que tenía.

Pero este le miró con el ceño fruncido, antes de farfullar algo que no comprendió del todo. Teniéndolo repentinamente cerca, mirándola a los ojos, solo para darse cuenta de que era un fantasma.