Hunter [OS Kimetsu no Yaiba]

[8] Tanjiro Kamado

Advertencia: spoiler del final del manga + final alternativo

Un denso silencio reinó en la ciudad en donde, hasta hacía escasos segundos se había estado disputando una sangrienta batalla llena de sufrimiento, desesperanza y muerte, mientras el sol seguía su camino, iluminando los edificios ruinosos lentamente.

La gran mayoría de los presentes, aquellos que había pasado las últimas horas ayudando en la batalla como podían, dejaron salir un largo suspiro de completo alivio, pero sin la suficiente energía para celebrar su triunfo. Observando como como la masa de carne en la que se había convertido Muzan se desvanecía por completo en un fino polvo.

El causante de su miedo y sufrimiento durante los últimos milenios.

Y con eso, la vida volvió al lugar, aquellos que no estaban muy heridos y aún conservaban algo de energía comenzaron a moverse, corriendo para recoger camillas, medicinas y vendas para ayudar a los que se encontraban en un estado más crítico y débil.

Los ojos del pilar del agua miraban a su alrededor desesperadamente, chocando con algún que otro cazador de bajo nivel, intentando localizar al pelirrojo al que le había perdonado la vida junto a la de su hermana años atrás.

Sus pasos volviéndose más lentos cuando sus ojos claros se posaron en los del adolescente, arrodillado en mitad de la calle sin emitir ni un solo ruido, rodeado por un kakushi, el cual revisaba desesperadamente su estado, buscando el más mínimo rastro de pulso que pudiera indicarle que aún seguía con vida.

—No... no tiene pulso— murmuró con voz temblorosa.

La fuerza desapareció del agotado cuerpo de Giyuu, las lágrimas comenzaban a recorrer sus mejillas mientras un fuerte sentimiento de culpa se apoderaba de él. Mientras que en la entrada de la ciudad, aparecía una chica de ojos rosados con la respiración acelerada, corriendo nuevamente hacia su hermano mayor desesperada, deseando y pidiendo que no hubiera ocurrido su mayor temor, deseando que estuviera bien su único familiar con vida.

—¿Qué... qué le ocurre?— murmuró sorprendido otro kakushi que se había acercado para ayudar a su compañero.

Los ojos de Tanjiro se abrieron de par en par, brillando llamativamente con un tono rojizo llamativo con las pupilas afiladas tan similares a Kibutsuji.

En un solo parpadeo el brazo que había sido cortado se regeneró, intentando atacar sin mirarles a una de las personas que lo estaban rodeando, siendo salvados por Giyuu, quien logró aparecer y separarlos de un fuerte empujón antes de que alguno resultara herido.

—¡No se queden ahí parados, aléjense de Tanjiro!— ordenó. Tanjiro se apresuró a cubrir su rostro con desesperación cuando la luz solar golpeó directamente su piel—. ¡Todos los que puedan tomar un arma reúnanse!

Tomioka tomó su katana con todas sus fuerzas, atacando y defendiendo a los presentes sin armas, intentando a la misma vez mantenerlo todo el tiempo posible expuesto al sol para debilitarlo y lograr detenerlo.