26; Novios

228 45 11
                                    

—¡Hola mamá!—Exclamó Eijiro en cuánto cruzó la puerta de entrada, siendo seguido de cerca por Katsuki.

La mujer desde la cocina gritó un sonoro "¡Hola Eijiro! ¿cómo te fue?" a continuación, esta salió de la cocina, dónde preparaba la comida y se dirigió hacia su hijo para dejar un sonoro y húmedo beso de bienvenida en su cachete, pronto vió que Katsuki también se encontraba allí.

—¡Oh, hola Katsuki! ¿que tal las clases hoy?

—Hola. Todo bien.

—¡Mamá! ¡Katsuki y yo estaremos en mi habitación!—Exclamó Kirishima mientras dejaba caer su mochila escolar en el piso, su progenitora asintió con la cabeza mientras caminaba de vuelta a la cocina tras saludar a ambos niños.

—¡Está bien, cuándo esté hecha la comida os aviso!

—¡Sí!

A continuación, ambos niños desaparecieron de su campo de visión cuando una vez ambos se habían deshecho de sus respectivas mochilas escolares, comenzaron a subir las escaleras en dirección al dormitorio del pequeño azabache. Aquel había sido el último día de clases antes de las vacaciones, ahora, oficialmente, el curso había terminado, y los dos niños estaban más que felices por poder disfrutar de nuevo de las vacaciones.

Katsuki recorrió con su mirada toda la habitación, aunque realmente ya había estado infinidad de veces en esas cuatro paredes, pero le fascinaba el dormitorio de Eijiro, lleno de juguetes que él desearía tener, y cada vez que entraba podía jurar que Eijiro había recibido un juguete nuevo fascinante. Le daba algo de envidia al principio, pero después pensó que tal vez si obedeciera más a su madre, quizá él también obtendría la misma cantidad de regalos geniales.

—¡Por fin se ha acabado el curso, ya no podía más!

—Que exagerado, no fue para tanto.—Katsuki rodó los ojos ante el tan usual dramatismo de Eijiro.

—¡A ti no te parecera para tanto, pero ha sido horrible!

El rubio sonrió, agarró una almohada y se la tiró a Eijiro, en una forma de pedirle que dejara de ser tan dramático.—Mejor juguemos a algo.

—¡Guerra de almohadas!

Y sin previo aviso, Kirishima agarró de nuevo su almohada y se la tiró a Bakugou, impactando con su rostro. Así, comenzó una ardua pelea de almohadas, dónde ninguno de los dos quería perder y estaban luchando cómo nunca por ser el ganador de aquella improvisada pelea. El rubio fue capaz de encontrar otra almohada en la habitación con la que contraatacar a los intensos y repetitivos ataques que su amigo seguía lanzando contra él sin cesar.
Finalmente, Bakugou fue capaz de derribar a Eijiro, quién en ningún momento dejó de luchar por volver a tomar el control de la pelea. El rubio quedó encima del rendido azabache, quién pronto comenzó a quejarse.

—He ganado.—Informó con orgullo y arrogancia Katsuki, mientras que Kirishima por su parte tan sólo frunció el ceño con fastidio.

—Me he dejado ganar, que lo sepas.

—Claro, seguro que sí.

—Otro día, tendré mi revancha, y te ganaré, ya lo verás.

—Ya veremos, te veo muy convencido, pero siempre terminas perdiendo.—Respondió en tono burlón, Eijiro sonrió.

—¡Pero quítate de encima, me vas a aplastar!

¡Ni siquiera recordaba que aún no se había quitado de encima de Eijiro!
Rápidamente se quitó de encima, y se dejó caer en el piso, acostado al lado de Eijiro mientras ambos miraban al techo del dormitorio como si no hubiera nada más interesante en la faz de la tierra.

—Oye, Ei.

—Dime.

—Anoche hablé con mis padres, ¿sabes que me dijeron?—El pelinegro negó con la cabeza rápidamente, pues de verdad no tenía ni la más mínima idea.—Me dijeron que antes de ser prometidos y esposos, teníamos que ser novios.

—¿Novios? ¿No se vale que estemos prometidos y ya?

—No, dicen que antes de comprometerse hay que ser novios. Ellos estuvieron siendo novios muchos años antes de casarse, o eso me han contado.

—Sí, mis mamás también me han dicho algo de eso.

—Entonces, cómo aún no nos podemos casar ni comprometer, tendrás que ser mi novio hasta que seamos mayores.

—Ser tu prometido me gusta más que ser tu novio, ¿sabes?

Katsuki se encogió de hombros.—A mí igual, pero eso es lo que nos toca, supongo. Igual, ya somos unos niños grandes, en muy poco tiempo podremos volver a ser prometidos.

—Está bien.

—En ese caso, ¿quieres ser mi novio, Eijiro?

—¡Claro que sí!

—¡Bien!—Se quedó pensando.—¿Y ahora qué hacemos?

—No lo sé, ¿que hacen los novios?

—¡Y yo que sé! ¿Que suele hacer tu hermano cuándo está con su novia?

—Bueno, ellos dos se dan besos en la boca, se agarran de la manita cuando pasean, y se llaman "amor" y más cosas bonitas.

—¿Sólo eso?

—Supongo. No los he visto demasiado juntos.

—¿Tienes tu iPad?

—Eh... sí, ¿por qué la pregunta?

—Vamos a buscar que hacen los novios, y lo que ponga, lo vamos a hacer, ¿te parece?

—Sí, me parece bien.—Kirishima se levantó a buscar su iPad, y casi de inmediato volvió con este entre sus manos, lo prendió y entró a "Google"

"que hacen los novios" le dieron click a la pequeña lupita, y a continuación infinidad de resultados se  mostraron en la pantalla. Ambos leyeron en silencio las distintas cosas que salían en los resultados iniciales, extremadamente concentrados.

—¡Katsuki, estas cosas ya las hacemos de normal!

—Es cierto, esto no sirve para nada.—Con enojo, apagó el iPad.

—De todas formas, aunque no haya nada especial que hagan los novios, ¿sigues siendo mi novio?

—Claro, aunque nos tratemos igual, ahora eres mi novio, y vamos a seguir siendo novios hasta que nos podamos casar.

La puerta fue abierta de repente, ambos niños se giraron y pudieron observar a la mamá de Eijiro en el umbral de la puerta.

—La comida ya está lista, bajad cuándo queráis.—Y una vez dicho esto, volvió a bajar las escaleras.

—¡Ya vamos!—Anunció Kirishima.

Los dos infantes se levantaron del piso, y se dirigieron entre pequeñas risas hacia la cocina. Una vez llegaron y se sentaron, Eijiro con una sonrisa de oreja a oreja anunció:

—¡Mamá! ¡Katsuki y yo ahora somos novios!

Holaaa.
Me gustaría contaros que estoy planeando publicar una nueva historia. Sería una medieval Au, os voy a dejar aquí la sinopsis para que veáis la idea principal del fanfic y decidáis si leerlo o no.

Sinopsis: El joven heredero al trono del reino de Hozeit, Katsuki,  ha sido obligado a casarse con el príncipe Eijiro del reino vecino, Verinigt. Pero por mucho que Katsuki lo esté intentado, Eijiro parece no querer adaptarse a las costumbres de su nuevo reino, ni a formar una buena relación con su nuevo esposo.

¿Os interesaría leerla? :)












•°Crayon°• /Bakushima/Onde histórias criam vida. Descubra agora