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Miércoles 2 de Enero, 14:05 PM

La mañana fue muy movida para Jungkook y su madre. Ambos se presentaron juntos en la estación de policía y explicaron la situación del robo que culminó con un suicidio y un incendio. Aunque el ladrón le dio un golpe y se llevó sus cosas, no tenía sentido que Jungkook presentase algún tipo de denuncia, el sujeto estaba muerto. El laboratorio forense tomó muestras de la mochila de Jeon para dar con la identidad del hombre que, hasta el momento, seguía sin identificar.

Tras algo de papeleo y una mirada de sorpresa de varios de los agentes de policía, Kook recuperó su mochila. Sin embargo, no tenía el teléfono móvil ni tampoco nada del dinero que guardaba en su billetera. Los oficiales le explicaron que probablemente el ladrón buscaba saldar alguna especie de deuda. No era habitual que un robo fuese seguido por un suicidio, simplemente era algo que no se veía a diario. La noticia se expandió rápidamente por varios canales televisivos y recibió una reacción de conmoción general por parte de la sociedad. Era una pésima forma de comenzar el año.

Con un sabor agridulce, Jungkook desistió de toda esperanza de recuperar su teléfono. Todavía figuraba como desconectado, y era imposible rastrearlo porque de todos modos, no era un equipo demasiado nuevo. El modelo tenía ya unos cuatro años en el mercado, y la tecnología con la que contaba si bien era actual, no era tan moderna como la de los últimos modelos exhibidos en las tiendas de venta. 

Por la tarde, después del almuerzo, Jungkook esperaba impaciente la llegada de Jimin. Su madre notaba su particular buen humor y no pudo evitar indagar al respecto.

—Ahora que no tienes teléfono, tendré que pedirle a Jimin que se comunique conmigo por si algo te ocurre.

—Por favor, no lo atosigues...

La Señora Jeon estaba terminando de limpiar la cocina, la venda en su brazo se había reducido hasta tener la apariencia de un parche.

—No creo que él lo considere así —contestó con calma. Estaba de espaldas a su hijo, secando los utensilios de cocina para después guardarlos—. Ayer estaba muy mal. Lo vi destrozado por lo que creíamos que te había ocurrido, pero siempre se mostró dispuesto a acompañarme.

Jungkook trató de no mostrarse demasiado curioso al respecto. Estaba sentado en su lugar de siempre, en la mesa donde comían.
—¿Dices que se ofreció a darte apoyo?

—Así es —ella casi podía adivinar la expresión de nerviosismo que tenía Kook en el rostro en aquel momento—. Me esperó en la estación de policía, me ayudó a caminar cuando salimos de allí, también se disculpó, y mencionó que si yo lo deseaba, él iba a acompañarme para hacer todo lo que seguía en el proceso de identificación del cuerpo —Jungkook no contestó—. Parece alguien que te quiere mucho. Eso es bueno.

—Mamá, Jimin me gusta —soltó. La Señora Jeon ya lo sabía, pero por fin lo escuchaba de la boca de su hijo. 

—Oh... —ella carraspeó sin voltear, su concentración estaba en dejar perfectamente ordenado el compartimento de utensilios—. Pero es tu amigo, ¿no es así?

—Sí. Uhm- creo. 

—¿Él lo sabe?

—Se lo dije, sí —afirmó con la cabeza—. Pero me rechazó.

—¿Tiene pareja?

—Tenía. Ahora está soltero. 

—¿Y crees tener esperanzas? —ella volteó para mirarlo, estaba a punto de comenzar a ordenar los frascos de especias.

—Las tengo —admitió—. Jimin es un poco terco, aunque pienso que... hemos hecho algunos progresos. Ahora es más honesto conmigo y con lo que siente.

Trust Me [◇TaeJin/JinTae◇]Where stories live. Discover now