WITH ME || Manjiro Sano

capítulo 29

¿Alguna vez se han sentido realmente mal emocionalmente?

Como si tuvieran ganas de gritar o mandar todo a la mierda, romper todo lo que hay en tu camino. Así me sentía ese día, me miraba en el espejo con el corazón totalmente destrozado y latiendo dolorosamente.

«No te atrevas a llorar» pensé mirando mi demacrado rostro en el espejo.

Sin duda esto era peor que estar en el infierno, lo que se supone era un día de felicidad para el resto para mí era el día en el que tenía que soltar la esperanza de conseguir el corazón de la persona que más adoro.

Lo más triste es que no puedo hacer nada para detenerlo, Ume nunca perdonaría mi atrevimiento. Ella está decidida a formar una familia con Izana, podía ver ese rostro mirar con tanto amor a Kurokawa que el pecho me quedaba de envidia, como si hubiera ingerido un frasco entero de veneno.

Con lentitud me dirigí a la habitación de Ume, el lugar donde se estaba preparando con ayuda de unas modistas.

Kakucho estaba con Izana ya en la iglesia así que solo quedaba yo, que era el encargado de llevar a Ume por ser el único que podía entregarla.

Irónico ¿Cierto?

Toqué dos veces la puerta y ella soltó un "adelante"

Cuando por fin pude verla me quedé quieto en el marco de la puerta, ni siquiera pude soltar el pomo de la puerta al verla a unos metros de mí, totalmente lista para su boda.

Un vestido pomposo con encaje con forma de rosas por todo el tul, con escote princesa y guantes blancos también de encaje cubriendo sus brazos. Su cabello estaba suelto dejando caer delicadamente el velo que adornaba su espalda.

«No llores»

Traté de sonreír para que pudiera estar tranquila, su rostro estaba tan emocionado y radiante que me odiaria si arruino esa felicidad.

Las modistas salieron al terminar su trabajo.

— ¿Me queda bien? — pregunta dando una vuelta sobre su misma sujetando los bordes de su vestido para darle vuelo y así pudiera apreciarlo mejor.

— Te queda maravilloso... — Murmuré acercándome a ella hasta quedar al frente.

— Gracias Manjiro... Estamos a la hora, eso es bueno — menciona algo nerviosa — siento que mi corazón estallará en cualquier momento jajaja.

— ¿Realmente esto es lo que quieres? —me atreví a preguntar.

— ¿Que quieres decir?

— ¿Realmente te casarás con él?

No puedo dejarla ir sin antes escucharlo de sus labios.

— Porsupuesto, ¿Que ocurre? — preguntó y como siempre ella notó algo extraño en mí, me conoce lo suficiente para saber que la alegría que estoy tratando de mostrar no es verdadera.

«No llores»

— No estoy feliz — solté desesperado, me da miedo saber que ella estará unida a alguien más y que solo seré un estorbo en su vida.

— ¿No estás feliz?... Manjiro, ¿Que es lo que te tiene tan triste?

Como si no lo supiera, estoy segura que ella lo sabe... Simplemente trata de ignóralo para no hacerme daño.

— L-lo sabes... — Murmuré en un hilo de voz, casi con la voz quebrada.

Ella abrió ligeramente los ojos y me miró aturdida. Su mano enguantada se posó en mi mejilla y me miró con tanta dulzura que fuí incapaz de seguir manteniendo esa faceta "alegre".