CAPITULO 17

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LA CAIDA DE UN GAUTHIER

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Antonella

Pasado: Este acontecimiento se relata desde el punto en el que Antonella Gauthier fue traicionada y vendida por su propia pareja para entrar en la Bratva.

Tenemos el operativo contra la mafia de irlanda, han estado pasando grandes toneladas de opioides, lo pero es que en los cargamentos logramos encontrar a niñas de no menos de quince años y son las mismas que ocupan para esclavizarlas. Hace tan solo una semana encontré la red en la que la propia mafia vende la pornografía infantil haciendo uso indebido de las pequeñas indefensas que sacan de las manos de sus familias.

Llego a casa para atender al pequeño, mi bebé, tan hermoso como yo lo soy, aunque sacó el cabello oscuro de su padre. No lo sé, siento que me alegra más el que se parezca a mí que a Murat.

Agresivo, últimamente errático y que no ha estado tanto tiempo con nosotros porque dice siempre que tiene mucho trabajo encima.

Los dos estamos en la misma misión, solo que su sector ahora se ha dividido porque les agregaron una nueva misión que tiene que ver con las pandillas que venden los órganos de las victimas que atrapan.

—Mamá siempre te va a cuidar, mamá nunca te faltará.

Completamente dormido lo dejo en su sitio, me apoyo de una de las niñeras para que se encargue de él porque tengo que trabajar esta noche. Me coloco las armas entre el cuerpo, le doy un beso en la frente a mi pequeño Kylian y salgo con la capucha ya sobre la cabeza porque lo mejor es que vaya a pie.

Meto mis manos sobre mis bolsillos, paso a la siguiente cuadra, tengo que bajar tres más, dar vuelta a la izquierda, parar un taxi y llegar a los suburbios que están en la pobreza. Allí es cuando me meteré con quien se me cruce para ajustar los detalles en mi informe y saber como es que están capturando a tantas niñas pequeñas.

Cuando voy sobre la tercera cuadra, siento que los vellos de mi nuca se erizan, una camioneta se acerca a alta velocidad y desfundo la navaja cuando saltan los hombres para retenerme. Todos llevan capuchas, lo que me da igual en el instante que me quieren agarrar para subirme con ellos.

Les ofrezco pelea, le rebano la garganta a uno cuando se me lanza, la gente cercana mejor huye y tampoco es que grite porque tengo el entrenamiento para encargarme de esto. Las nubes se tornan grises, el agua se desata y sigo con lo mío.

El que va en la parte delantera, baja la ventana al ver que ya solo quedan tres hombres porque los otros dos están en el suelo, muertos. La bala estalla, me voy contra el suelo al sentir que me quema el muslo.

—¡No me toquen! Van a acabar muertos.

Pataleo con fuerzas, a uno le reviento el puño en la cara cuando se me viene encima y la segunda bala estalla en mi abdomen. Por un segundo me quedo sin aire, sintiendo que el ardor se extiende como un acido sobre las venas.

Ellos me levantan, encajan algo en mi cuello y es cuando todo se vuelve oscuro.

Sé que esto es por parte de la mafia, despertando, tengo que buscar las maneras de escapar. Es parte del oficio que los enemigos quieran detenerte, cuando saben que eres buena y estás cerca de hacerles caer todo su teatro, siempre hacen este tipo de cosas.

Lo que me resulta curioso en medio de mi sueño, es que nadie sabía a que hora iba a dejar la casa, incluso no había avisado por la base de datos de la central que haría una pequeña investigación por mi cuenta para avanzar más en la misión.

Un paraíso en sangre #1Where stories live. Discover now