CAPITULO 23

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INFIERNO

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Denisse

Kylian opta por usar las escaleras de emergencia, abren fuego en los pasillos del hospital mientras los compañeros gritan que adentren a los pacientes y que se mantengan en las habitaciones hasta que esto se termine. Byron va a la espalda de Kylian y Lorraine por enfrente para abrirse paso y poder salir, Kylian lleva el micrófono y el audífono colocado, solo escucho como se comunica con los demás y yo solo trato de mantener la compostura.

Me aferro a su cuerpo, hay dolor en mi cuerpo porque necesito un poco más de descanso, la doctora se mantiene a nuestro lado, brindando sonrisas llenas de calma cuando la miro. Sonrío un poco, de verdad es una mamá gallina porque cree que es la primera vez que me enfrento a cosas de estas y aunque es verdad porque en Francia no me vi metida en este tipo de misiones, no quiere decir que no haya tenido contiendas donde el bando enemigo se empeñaba en erradicarnos en un chasquido de dedos.

—Están subiendo, péguense a la pared.

Dictamina la teniente Bordeaux, nos pegamos a la pared y las balas comienzan a rebotar, Lorraine se arma de valor para asomarse por el barandal y desata una horda de balas con la metralleta bien pegada a las manos. El retroceso no la hace flaquear, vuelve a la pared y continuamos bajando con cuidado.

Nosotros vamos de bajada y ellos de subida, en cualquier momento nos vamos a tener que topar cara a cara.

—Son al menos diez.

—¡Byron y Bordeaux por delante! —Ordena Kylian, girando un poco en sus pies para ver lo que yo estoy viendo desde mi posición, los hombres de Quintana ya vienen desde arriba, tomándose el mismo camino que acabamos de trazar.

—Nosotros nos encargamos de los que vienen por arriba.

—¡Entendido!

Byron baja a todo trote las escaleras, se adelantan para tomar terreno y comenzar a disparar. No es momento que la FELD (Fuerzas Especiales de Londonderry) y el patrón del cartel de México se vean las caras y eso nos queda más que claro. Comienzan los disparos, nadie se detiene, con mi peso Kylian baja con cuidado las escaleras y cuando liberan el siguiente piso nos avisan que tenemos que bajar rápido para que el piso no lo lideren los del cartel.

A la doctora la ponen por delante para que se mantenga segura, aunque dudo que necesite protección ya que a cualquier soldado por lo menos se le muestra la defensa personal para salir de cualquier ataque. Veo como los del clan van bajando a toda velocidad por las escaleras.

Ubico, apunto y disparo.

El balazo resuena, se estrella contra la cabeza del sujeto que se termina desparramando en las escaleras. Tengo que hacer todo lo posible por cubrir la espalda de Kylian, mismo que dispara por todos lados para acabar con un par de hombres.

—¡Bomba!

La voz de capitán Byron es inconfundible, Kylian se sienta en el suelo y yo miro siempre hacia arriba para presenciar las caras de los sujetos que nos quieren llegar por detrás. Recargo y mato a dos, mismos que se caen por el barandal y el hueco de las escaleras, explotan la bomba dejando que el fuego se extiende por el mismo hueco por el que cayeron los fallecidos.

Todo retumba, nos movemos pese a que estemos sentados sobre las escaleras para evitar que tropecemos y rodemos contra las escaleras.

—Revisión de perímetro.

Lorraine está en el piso de abajo, la alcanzo a ver y se asoma para ver que todo esté bien. Lleva el arma entre las manos, Byron es el que sube para ver en que estado estamos, tenemos polvo, cenizas que caen sobre nosotros y el fuego es inminente en la parte baja donde explotaron la bomba.

Un paraíso en sangre #1Where stories live. Discover now