TRENTA

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Seungmin.

El salón en el que estaba era realmente impresionante. Era muy grande y un montón de equipos que nunca había visto en mi vida.

Las personas comenzaron a llegar una a una y pronto unas veinte personas estaban ensayando alguna coreografía que yo no tenía ni idea de cuál podría ser. No es que yo escuchara mucha música que digamos.

—¿Te quieres unir a nosotros?— negué ante la petición del alfa.

—No creo que sea bueno para estas cosas— confesé y él se rio.

—Todos los que dicen eso son realmente buenos en esto. Venga, solo un poco y ya.

Asentí no muy convencido y él festejó con un aplauso. Me ubicó en la parte trasera de todos los bailarines, ganándome la mirada de muchos y que estos comenzaran a hablar entre cuchicheos.

—Solo un intento— ignoré las miradas de los demás y seguí sus instrucciones al pie de la letra.

Al principio se me hizo demasiado difícil tomarle el ritmo y hacer el montón de pasos complicados. Mi condición física era terrible pata todo el esfuerzo físico que esta profesión conlleva. Yo prefiero quedarme en mi departamento vaciando todos los envases de helado.

—Ya no puedo más, siento que voy a morir— me tiré al suelo dramáticamente y el alfa solo se rio de mí y alguno que otro estudiante también lo hizo.

—Es normal, solo es el primer día.

Mis respetos para las personas que se dedican a esto. Yo no sería capaz de soportar tanto dolor y cansancio físico por lo complicada que son las coreografías.

—No quiero saber de esto nunca más— recibí la botella de agua que me tendió Soobin hyung y me senté para tomar de ella.

—Y pensar que tienes un esposo que fundó una empresa y que se dedica a esto— se tiró a mi lado, siempre cuidando a sus estudiantes de que no hicieran algo mal.

—Y no sabes cuánto me alegra que nunca me haya sugerido hacer algo como esto.

—Christian, lo estás haciendo mal, la pierna izquierda es la que va detrás y por eso no armonizas con los demás— el alfa asintió a su profesor y el otro se acomodó una vez más frente a mí.

—¿Cómo te diste cuenta de eso? Yo no lo había notado—hablé impresionado.

—Gajes del oficio, supongo. Deberías ver cómo es la clase de Minho hyung, él sí que da miedo—  hizo la mala imitación de un temblor y sonreí por eso.

—¿Cree que puedo ir ahora?

—No lo sé, yo creo que sí. Claro, si él de teja entrar a la sala de prácticas.

—Haré el intento.

—Buena suerte— me despidió con su mano y salí muy sonriente de la sala de prácticas.

Saludaba a los que lo hacían conmigo y evitaba chocar con los trabajadores o los estudiantes. No me pregunten como se le llama a esta gente que estudia para ser famosos, yo solo sé que lo hacen porque les gusta.

—¿A quién buscas, pequeño?— una alfa se acercó a mí y retrocedí un poco cuando ella lo hizo— . Disculpe joven Bang, no lo había reconocido— hizo una reverencia y la devolví con incomodidad.

—¿Me puede decir dónde queda el salón de Lee Minho, por favor?— la alfa asintió.

—Lo puedo llevar si gusta— se ofreció y asentí.

—Se lo agradecería, eh... ¿noona?— pregunté confundido.

—Soy Ryujin, pero me puedes llamar noona— sonrió la peli azul y asentí con una sonrisa.

Un Amor Por Contrato [Chanmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora