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El tatuaje había curado por completo, el azabache se encontraba frente al espejo de su habitación observando con felicidad el tatuaje de color aquamarine en su muslo, el cual resaltaba en su pálida piel, realmente Xiao había hecho un muy buen trabajo.

Llamaba la atención cada vez que caminaba por la ciudad, se sentía algo halagado por las miradas, aunque a veces quería golpear a ciertos morbosos con su puño.
No le gustaba que otros que no fueran Xiao le observaran tanto tiempo, le hacía sentir un poco incómodo.

Una vez que llegó al local que ya solía recurrir cada día sin falta, entró llamando la atención de medio mundo ahí.
Zhongli rodó los ojos, no pasando desapercibido por el omega que se acercó rápidamente a él.

—Tendrás que esperar a Xiao, está atendiendo a alguien justo ahora.

—Solo quería darte las gracias por lo de la vez pasada —casi hizo una leve reverencia, mostrando su respeto hacia el más grande, no solía mostrarse así en frente suyo pero en esa ocasión lo ameritaba.

—Él necesitaba apoyo —suspiró, mientras que observaba hacia la puerta que ahora mismo se mantenía cerrada y tras de ella su empleado/casi hijo.— ¿El tatuaje ya ha sanado?

—Está más que perfecto, de hecho he pensado en hacerme otro parecido a este.

Afirmó, creando una sonrisa bastante socarrona en sus labios que solo hicieron a Zhongli pensar en lo peor, quizás aquel tonto borracho esta vez iría un poco más lejos y se tatuaría la mejilla izquierda —no precisamente la de su rostro—.

Venti le hizo una señal para que se pusiera a su altura, a lo cual hizo caso y se inclinó para que el menor susurrara algo cerca de su oído.

—¡Maldito borracho, no lo vas a profanar!

Zhongli entró en una mini lucha con el más bajito mientras discutían entre si, Venti por supuesto tratando de defender su posición.

—¡Oye, oye, cálmate viejito! —chilló, huyendo rápidamente hasta esconderse tras Childe.— controlalo, se está volviendo salvaje.

—Tranquilo, cariño —trató de apaciguar la situación el de cabellos naranjas.— nadie va a profanar a nadie aquí.

Zhongli, con una ceja arqueada, se acercó al que era un poquito más alto que él, susurrando lo que antes le había dicho el de trenzas, quizás exagerando solo un poquito.

Childe, rápidamente cambio su expresión a una que parecía querer asesinar al azabache ahí.

—Pagarás, pagarás por querer sumir a nuestro hijito en la lujuria —tomó al más bajito por el cuello de su camisa, sacudiendolo en su lugar.

Xiao ya había escuchado el escándalo, era un poco fastidioso si hacían tanto ruido mientras él estaba trabajando, por suerte ya había terminado con aquel cliente y salió de la habitación, retirando sus guantes y lanzandolos al pote de la basura, c...

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Xiao ya había escuchado el escándalo, era un poco fastidioso si hacían tanto ruido mientras él estaba trabajando, por suerte ya había terminado con aquel cliente y salió de la habitación, retirando sus guantes y lanzandolos al pote de la basura, colocando sus manos a cada lado de su cintura, se veía algo gracioso ante los ojos de los mayores ahí debido a su estatura mientras trataba de ser imponente.

tattoo ; xiaovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora