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-Bien, ¿me llevas?

Tranquilamente Al puso el cerrojo de la puerta y caminó por el pasillo.

-Tus pies te llevarán.

Lacey paró en seco.

-¿No tienes carro?

-No.

-Entonces, ¿como llegas a la escuela?

-Ya te dije. Caminando.-Al sonrió maliciosamente abriendole la puerta hacia la calle.

Habían pasado apenas dos cuadras y Lacey abrió la boca.

-¿Cuanto falta?

Al la ignoró.

-Al, ¿Cuanto falta?

Era mejor pensar que ella no estaba ahí.

-Al, ¿por que me tratas tan mal?

Al la volteo a ver.

-Te metiste a MI casa, dormiste en MI casa y...

-Te provoqué una ereccion.

-No seas ridicula, no fuiste tu.

Lacey lo jaló del brazo parandolo.

-Yo se que yo la provoqué.

Al se rió.

-Que bueno que lo sepas.

Mientras el semáforo cambiaba de color ambos cruzaron la calle. El poco viento que había hacía que tranquilamente se sintiera la primavera en la ciudad. El sol, alto e imponente, hacía a Lacey cerrar los ojos cuando se reflejaba en algún carro. Lacey sacó su teléfono y texteó sin saber muy bien a quien mandarselo:

El sol pasa alrededor de sin tocarme
Y hoy, caminando por las calles de la ciudad, siento un ligero roce.

Presionó otra tecla y el mensaje se borró.

Al comenzó a decirle:
-Ya casi llegamos.

-Que bueno, Al.

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⏰ Last updated: Jun 07, 2015 ⏰

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Las lágrimas de Al.Where stories live. Discover now