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Después de los acontecimientos pasados, Rhaenyra decidio largarse de DriftMark con sus hijos y ahora nuevo esposo, Daemon, su tío.

Rhaenyra y Laenor habían hablado, decidieron hacer que el alfa fingiera su muerte y pudiera huir de ahí, de ese lugar, de esa familia. Ellos no se amaban, solo se tenían cariño de primos, de familia.

Y ahí fue donde la Omega y su tío se casaron por el rito Valyrio después.

Los años pasaron y Rhaenyra estaba aún las ansiosa de lo normal, recordaba la promesa que había echo con Alicent, tenía que casar a sus hijos, a su pequeño Lucerys.

Lo peor es que la Omega estaba otra vez embarazada, pero esta vez de Daemon. La Omega se encontraba pensando hasta que alguien tocó su puerta, ella grito un pase y un Guardia entró.

─Su Majestad.

─Digame..

El Guardia tomó el papel que traía en las manos y se lo mostro a la princesa.

─A llegado una carta del rey ¿Quiere que se la lea?

La Omega asintió algo emocionada.

─"𝘔𝘪 𝘲𝘶𝘦𝘳𝘪𝘥𝘢 𝘙𝘩𝘢𝘦𝘯𝘺𝘳𝘢, 𝘵𝘶 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘰, 𝘈𝘦𝘮𝘰𝘯𝘥, 𝘺𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢́ 𝘵𝘰𝘵𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘱𝘳𝘦𝘱𝘢𝘳𝘢𝘥𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘶𝘮𝘢𝘳 𝘮𝘢𝘵𝘳𝘪𝘮𝘰𝘯𝘪𝘰 , 𝘤𝘳𝘦𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘺𝘢 𝘦𝘴 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘢𝘮𝘣𝘰𝘴 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘢𝘯 𝘤𝘢𝘴𝘢𝘳𝘴𝘦, 𝘺𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘶 𝘩𝘪𝘫𝘰, 𝘓𝘶𝘤𝘦𝘳𝘺𝘴 𝘺𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘢́ 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘦𝘥𝘢𝘥. 𝘌𝘴𝘱𝘦𝘳𝘢𝘮𝘰𝘴 𝘵𝘶 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘶𝘦𝘴𝘵𝘢.

𝘗𝘴𝘥𝘵: 𝘈𝘭𝘪𝘤𝘦𝘯𝘵 𝘵𝘦 𝘮𝘢𝘯𝘥𝘢 𝘴𝘶𝘴 𝘴𝘢𝘭𝘶𝘥𝘰𝘴.

𝘈𝘵𝘵: 𝘙𝘦𝘺 𝘝𝘪𝘴𝘦𝘳𝘺𝘴."

Rhaenyra nos decía nada, había llegado el momento que más temía, entregar a su pequeño Luke, de apenas 14 años con la bestia de su hermano que ya tenía 19.

─Princesa?

La Omega volvió a mirar al guardia, se aclaró la garganta y habló:

─Traigame una hoja y una pluma, necesito responder esa carta.

[...]

ᴇɴ ᴏᴛʀᴏ ʟᴀᴅᴏ

Aemond entraba a la habitación donde había sido llamado por sus padres.

─Madre, padre. A que se debe esta llamada?

Ambos adultos se vieron y luego miraron a su hijo.

─Cariño mío...

Empezó Alicent levantándose de donde estaba sentada y dirigiéndose a su hijo, tomándole la mejilla. El Alfa menor asintió.

─Recuerdas cuando perdiste el ojo?

Aemond río sin gracia, que pregunta tan estúpida.

─Claro que lo hago.

Alicent suspiro.

─Recuerdas.... Que fue lo que se propuso ese día..?

El menor miro a sus padres con duda, luego pasó su mirada por su abuelo, este le sonrió con una sonrisa no muy amigable.

─Creo que eso es un no, querida reina.

Dice el beta.

─Bien, pues... en ese momento de desesperación, Laenor, decidió recompensar tu ojo... Por que según yo ningún Omega te querría así...

Go Hard | Lucemond Donde viven las historias. Descúbrelo ahora