El, Mí perdición

03. Hades, perro con rabia

Roma

El día siguiente fue todo un desastre.

—Chris— Llamo la voz de Hades a mi espalda.

Chris levanta la mano como saludo; y su novia hizo lo mismo y yo me reprimi hacer ignorada otra vez, Hades se hace espacio a mi lado y toma asiento a mi costado.

—¿Como estáis todos chicos? —Pregunto cruzado de brazos.

—Todo bien— Contesta Jessy la novia de Chris con una sonrisa ladina.

Hades asiente, me da una mirada de reojo y saca un tema de conversación del cual me excluyo y no le tomo importancia y sigo leyendo el libro que leía hace minutos.

— ¿Hades conoces a Roma? — Menciona Chris haciéndome levantar la mirada del libro que leía.

Un picor recorre mi garganta al sentir su mirada de burla y todo lo que paso anoche se repitiera en mi cabeza.

—Hmm, ¿no quien es Roma?—Responde fingiendo no conocerme y gira su cabeza hacia mi torciendo una sonrisa.

—Es mi hermana, te mencioné que viviría con nosotros durante su primer semestre.

Inclina la cabeza hacia mi con una mirada llena de burla y extiende su mano en modo de saludo.

—Soy Hades Bedford, un gusto preciosa.

¿Preciosa?

—El gusto es mío—Le doy una sonrisa forzada y me la devuelve con un guiño.

Es mi imaginación o esta coqueteando conmigo de forma intencional.

Le sostengo la mano y sus ojos llenos de sarcasmo y burla me miraron por un largo rato hasta que mi hermano se aclaro la garganta.

—¿Que extraño que no se toparon anoche?

Menciona Chris.

—Si, fue una lástima.—Se burló diciendo.

Hades sonrie y una mueca sin disimulo se dibujo en mi cara y trate de callar algunos insultos con un trozo de pan, pero para su buena suerte termine atorada y comence a toser como loca mi cara se colorea de color rosa y mi hermano se acerco a mi velozmente pero por alguna extraña razón podía jurar que esa escena le causó una tremenda gracia a Hades.

—¿Te encuentras bien?—Pregunto lleno de pánico Chris.

Asentí rápidamente mientras bajaba el trozo de pan que se había atascado en mi garganta con un poco de agua.

—Si, estoy bien.

El desayuno fue un desastre, más las malas intenciones de burlas de Hades la mañana entera. El día no había llegado a su fin, y el desastre no había terminado aun.

— Ya tengo que irme — Tomó mi bolso y me levanto de golpe — Mi primera clase comienza en pocos minutos.

Chris se levanta al igual al que yo.

— Hasta la vista — Comenta Hades con una seña de paz y no evito rodar los ojos.

Me despido y giro sobre mis talones para salir de la cafetería de la facultad.

Después de perderme un par de veces y entrar a tres clases diferente ya estaba en mi clase correspondiente entre al salón en el cual había algunas personas conversando y una que otras perdidas en su mundo, el maestro aún no había llegado así que procedi a tomar asiento sin hacer mucho escándalo.

Deje caer mi trasero sobre una de las tantas pupitres en el salón despoje de mi bolso mi libro de apuntes y mis lapiceros.

Minutos después la cara arrugada y con signos de no haber tenido una buena noche del profesor atraviesa la entrada haciendo uno de esos típicos saludos de Kinder.