Un estanque en secreto - [Jenlisa adaptación]

Parte 40

Lisa sintió que las lágrimas amenazaban cuando Jennie sacó el pastel. Ella estaba casi superada por la emoción cuando Jennie y Minho comenzaron a cantarle "Feliz cumpleaños".

"Y muchos más", agregó Jennie al final. "Pide un deseo."

Lisa sostuvo sus ojos, sorprendida de que Jennie hubiera recordado su cumpleaños. Ella solo se lo mencionó una única vez. Sin embargo, aquí estaba ella, después de pasar el día sola, sintiendo lástima por sí misma, celebrando con las dos personas que significaban más para ella que nadie en el mundo.

"¡Apagalas! ¡Apaga las velas!"

Cerró los ojos por un segundo, deseando algo que no deseaba, luego respiró hondo y apagó las treinta velas de una sola vez.

Minho aplaudió. "¡Yay!" Se acercó más a ella en la mesa, tan cerca que sus brazos se estaban tocando. "Este es mi pastel favorito. También te va a encantar. Es un doble chip de chocolate en el interior y la cobertura  está hecha con queso crema".

Ella le dio un codazo. "Sabía que tenía queso en alguna parte". Miró a Jennie. "Gracias. Estoy conmovida."

Jennie le sonrió dulcemente. "Pensaste que lo había olvidado."

"No es que hubiéramos hablado de eso".

Ella cortó un gran pedazo de la esquina para Minho. "Sin embargo, lamento no poder pasar el día contigo".

"¿Ya empacaste?"

"Sí."

"¿A qué hora nos vamos?", preguntó Minho con la boca llena de pastel.

"Por la mañana."

Sí, se irían durante tres días. Tres días enteros. El fin de semana del Día del Trabajo se haría largo y solitario. Al menos ella tendría a Barney para que los acompañara a ella y a Max. Y ya se había dicho a sí misma que no iba a revolcarse en el dolor. Ella no iba a pasar el fin de semana reavivando el dolor que finalmente había superado.

Esa mañana había ido a la tienda de comestibles y se había abastecido. En años anteriores, las vacaciones del Día del Trabajo, como todas las vacaciones, se construyeron alrededor de la comida y la diversión. El hecho de que ella estuviera sola no significaba que no podía mantener vivas algunas de las tradiciones. Ella había comprado un gran asado de cerdo y costillas. Haría que el horno de su abuelo trabajara en la mañana y cocinara lentamente la carne todo el día. Costillas y sándwiches de tiras de cerdo serían sus comidas de fin de semana. Y el lunes, ella haría hamburguesas. Jennie y Minho volverían a tiempo para unirse a ella cuando se detuvieran a buscar a Barney. Sería la primera vez que Jennie realmente conduciría a su casa.

"Me gustaría que Lisa fuera con nosotros".

Lisa y Jennie intercambiaron miradas. "Yo también", dijo Jennie.

Lisa sonrió. "¿Y qué haríamos con Max y Barney?"

"Oh."

"Te veré el lunes para comer hamburguesas, ¿recuerdas?"

"Sí... pero ¿qué vas a hacer mientras nos vamos?", preguntó Minho.

"Voy a encontrar algo que hacer. Tal vez me levante temprano y vaya a pescar ".

"¿Todavía me vas a llevar el próximo fin de semana?"

"Por supuesto". Ella tomó el pequeño plato que Jennie le ofreció . "Gracias". Lisa dio un bocado al pastel y decidió que su nuevo postre favorito era el doble chip de chocolate con glaseado de queso crema. "Esto es tan bueno."

"Te lo dije", murmuró Minho mientras empujaba otro bocado en su boca.

Después de que terminaron de comer, Lisa ayudó a Jennie a limpiar la cocina. La cena había sido restos de la cazuela de enchiladas que habían tenido la otra noche. Minho había anunciado que esta era su segunda cazuela favorita después de haber agregado más queso a su plato.

"Está creciendo como hierba mala, pero afortunadamente está aquí y no afuera", dijo Jennie.

"¿Cuándo es su cumpleaños? Dijiste que en noviembre, ¿Qué día?"

"El quince. No puedo creer que vaya a cumplir diez años."

"Antes de que te des cuenta, será un adolescente ".

Jennie se rió. "Y estoy tratando de no pensar en ello".

"Es un buen niño. Él no te dará ningún problema ".

"Espero que tengas razón". Jennie dobló el paño de cocina y lo colocó sobre el mostrador. "Así que... ¿Qué tienes planeado para el fin de semana?"

"Voy a hacer una barbacoa, tomar una cerveza y jugar en el río". Ella sonrió. "No necesariamente en ese orden."

Jennie le tocó el brazo, dejando que su mano descansara allí. "Lo siento, no estaremos aquí".

"No hay nada de qué lamentar, Jennie. Disfruta tu tiempo con tu familia. Para eso son las vacaciones."

Tan pronto como ella dijo las palabras, su corazón se apretó en su pecho. Sí, para eso son las vacaciones. Pero no para ella. Ya no. De repente, sus valientes palabras de antes, de que había superado su dolor, la perseguían.

"Prefiero quedarme aquí contigo", le dijo Jennie.

Miró a Jennie, tratando de leer sus ojos. "Estaré bien. Los chicos y yo... jugaremos".

Jennie se acercó más, envolviendo sus brazos alrededor de sus hombros mientras los brazos de Lisa rodeaban su cintura. Se hundió en el abrazo, luchando contra la tristeza que estaba sintiendo.

"Voy a extrañarte", Jennie le susurró al oído.

Lisa cerró los ojos con fuerza, saboreando el momento. "Yo también te voy a extrañar"