You're not for me Pt.3

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You're not for me Pt. 3 [Última] ⪻Chaennie⪼

En cuanto ambos cuerpos cayeron al agua, los hombres pretendieron que habían muerto, por lo cual se fueron con las manos vacías.

Al estar en el fondo, cierta azabache reaccionó y comenzó a nadar a la superficie. Al hacerlo tomó todo el aire que pudo. El impacto no le había hecho mucho daño. Aun aturdida miro a todos lados buscando algo, no sabía que, estaba tan descolocada por el impacto que se olvidó de cierta rubia.

Cuando cayó en cuenta se asustó. Tomó todo el aire posible en sus pulmones y se sumergió. Abrió sus ojos una vez se encontraba debajo del agua, busco por todos lados y se asustó aun más al no verla.

Salió a la superficie. Sintió sus lágrimas formarse. Achicó sus ojos intentando ver bien una pequeña figura que se alejaba más y más. Abrió sus ojos como platos cuando se percató.

Comenzó a correr lo más rápido que pudo, todo lo que sus pies podían. Sus pies pesaban y sus músculos dolían, sin mencionar que no estaba en sus cinco sentidos aun producto al impacto cuando cayó.

Escucho un fuerte sonido de una cascada. Abrió sus ojos a más no poder y se lanzó al agua nuevamente. Esta vez logró alcanzar a la rubia, la agarro muy fuerte y se sujeto de una roca. Justo ahora le importaba bien poco si se sintiera mal o si se había abierto heridas con rocas filosas, ahora sólo le preocupaba la rubia inconsciente en sus brazos.

A duras penas logró llegar a la orilla, primero colocó a la rubia cuidadosamente y luego salió ella completamente. Sintió como tambaleo, pero sólo lo dejó pasar.

—Vamos Rosie, no me dejes —Comenzó a presionar en el pecho de la rubia, la cual estaba inconsciente. Pudo notar sangre salir de un costado de su brazo. Agarro su camisa y la rasgo para hacer una venda. Cuando amarró no tan fuerte para que no la lastimara, continuó con su tarea de traer de vuelta  a la rubia.

Presionó repetidamente en su lecho. Luego le tapó su nariz y le dio respiración boca a boca. Aun podía sentir el pulso de Rosé, pero le aterraba el hecho de que su pulso se debilitaba cada vez más y no habían indicios de que la rubia despertaría. Pero ella no se rindió, siguió con su tarea por unos segundos más, hasta que la más alta termino expulsando todo el agua que tenía en los pulmones.

—Cof.. Cof... Jennie.. —La mencionada sollozo y atrajo en un abrazo a su contraria.

—Creí que te perdía. No tienes idea lo mal que me sentí —

Rosé no pudo evitar sonreír. La más bajita se volvía tierna cuando estaba preocupada.

—Pero no lo has hecho. Mírame aquí, estoy bien, ambas estamos bien —Dijo con una sonrisa  y esta vez fue ella la que acortó la distancia entre ambas y se besaron como si no existiera un mañana.

A duras penas Jennie logró separarse del beso, y de las  miles de sensaciones que besar a su rubia le provocaban. La miro fijamente pero con una sonrisa.

—Aun así me preocupa que pasará con nosotras —

Y esa era una preocupación para ambas chicas. Pero ambas decidieron seguir adelante juntas.

Decidieron mudarse a otro pueblo, ya que tenían que Jisoo terminara metiéndose en la relación que apenas comenzaba entre ambas chicas.

Luego de un tiempo trabajando duramente, Jennie logró abrir su propia librería, y Rosé era dueña de una florería. Al principio la rubia quiso trabajar con Jennie, pero esta se negó, ya que quería que Rosé tuviera un trabajo menos pesado.

Así poco a poco escribían su propia historia, la cual no esperaban terminara bien, de hecho nadie lo esperaba.

Existieron varias maneras para que esa relación llegará a su fin o simplemente no existiera: ya fuera cuando Rosé se fue de la casa, o cuando ambas se lanzaron en una caída de casi 5 metros, o cuando tiempo después unos tipos intentaron robarle a Jennie y traían armas, pero ella tuvo suerte que los policías estuviesen cerca y tomaran presos a esos delincuentes.

Distintas maneras para que no existiera un final feliz, problemas y más problemas, pero todos ellos se vieron opacados por el amor, la ternura y la pureza que emanaba esa hermosa relación, entre una rubia de ahora 26 años, rubia, de 1.67m y unas mejillas que la hacían ver cómo una ardilla, sin mencionar su fascinación por todo tipo de comidas, y después de todo tuvo suerte que Jennie supiera cocinar, porque para ella lo hacía muy bien. También de una azabache de 27 años, de 1.62m y unos ojos felinos que la hacían ver muy sensual, y su pequeño puente en la nariz. Chicas que consideraban a la otra como la más perfecta.

Tiempo después se casaron, y pudieron ser la familia Kim-Park como siempre quisieron. Pero una familia no está completa si no hay pequeños correteando por la casa no?...

Jennie llegaba cansada de su trabajo. Pensaba en que su hermosa esposa aun estaría trabajando en la florería, ya que ella acostumbraba cerrar tiempo después de ella, lo cual le daba tiempo para hacerle la cena a su ardilla.

Froto sus ojos y su sien con cansancio. Fue recibida por par de cachorros que ahora meneaban sus colas.

Sonrió y mimo un poco a Kuma y Hank.

Luego de atender a sus mascotas y alimentarlas, se fue hasta la cocina y comenzó a preparar una deliciosa cena.

Cuando estaba a punto de terminar la cena, unas patas y ladridos erradicaron la tranquilidad.

Jennie llevo su vista hacía Hank, el cachorro de Rosé y se percató que en collar había envuelta una especie de nota. Enarco una ceja y cargo al cachorro blanco de manchas y agarro la nota.

Me temo que no podrás comprarte más libros para tu colección hasta dentro de nueve meses, ahora debes ahorrarlo para tu hija Kim  y claramente también para cumplir los antojos de tu esposa embarazada ;)


Esa letra la reconocería donde fuera. Abrió sus ojos como platos una vez termino de leer la Carta. Ella y Rosé habían intentado mucho tener un bebé, y que ahora finalmente se cumpliera   era un sueño.

Sintió sus lágrimas acumularse.

—Oh vamos, pensé que estarías saltando, no imaginé que estarías llorando, eres una llorona Kim —Dijo cierta rubia la cual se encontraba recostada en la puerta de la cocina.

—Joder tu en serio.. Nosotras... Un bebé.. —Se ganó un asentimiento por parte de su contraria.

Cabe decir que esa noche celebraron a los grandes. Y también que en serio Jennie no pudo comprar más libros para su colección, pues en serio tenía que tomarlo todo para su bebé y su esposa, la cual tenía unos antojos muy extraños.

Años después se encontraba una pequeña de cinco años correteando detrás de Kuma y Hank. La pequeña había heredado la mirada afilada de Jennie y las mejillas de Rosé, definitivamente era una mezcla perfecta de ambas protagonistas.

La mejor manera de librarse de una tentación es caer en ella..

—Wow, donde aprendiste eso? — Le preguntó la rubia a su contraria.

—Es solo algo que escribió Oscar Wilde —Dijo con una sonrisa la de baja estatura.

—Te gusta mucho ese tipo —

—No me gusta el, me gusta su manera de escribir y ver las cosas. Habla con una musicalidad y sentimentalismo  —Dijo con una sonrisa.

—Creo que hubieses sido una gran escritora amor —Mencionó la rubia colocándose encima de su contraria y comenzando a darle masajes.

—Tal vez.. —

Echamos a perder las historias de amor intentando que duren para siempre.

-Oscar Wilde.


Creo que en eso después de todo en este caso no es así, porque definitivamente Rosé siempre fue para mi, y yo siempre fui para ella.

 BLACKPINK - ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora