BLACKPINK - ONE SHOTS

Help me

Help me                      『Chaennie』

—Omegaverse
—Rosé Alpha
—Jennie Omega

Narra Jennie

Camino calmadamente por la calle, notando el día de hoy muchos transeúntes, muchos más que de costumbre.

Intento encogerme de alguna manera en mi gran suerte color rosa para que me tape el insoportable frío que una Omega débil como yo no puede tolerar.

Espero pacientemente al bus en la parada mientras reviso las redes sociales en mi celular. Cubro mi boca con la bufanda que me regalo mi alfa la Navidad pasada, y justo por eso me gusta tanto.

Llega finalmente el bus que tomo diariamente para regresar a casa luego de un día cansado de trabajo. Noto como ningún asiento esta disponible por lo cual me toca ir de pie. Me sujeto firmemente de una de las barras.

Desde que monto en el bus siento la penetrante mirada de alguien sobre mi, pero decido ignorarlo.

Reviso los últimos mensajes que intercambiamos Rosé y yo, fue ayer en la noche. Los últimos que le envié siguen en enviado, en unas pocas horas es que estarán en entregado cuando finalmente aterrice en Seúl. Ella tuvo que hacer viajes de negocios así de imprevisto, y por mucho que nos dolió a ambas y a nuestros lobos separarse puesto que mi celo había acabado el día antes de ella marcharse y ocurrió lo que casi siempre pasa: a ella se le adelanto su celo. Y como siempre pasamos nuestros celos juntas dándonos mimos y demás.

Sin duda algo que amo de Rosie es que no es igual a los otros alfas sádicos y adictos al sexo que existen, pocos quedan como ella, así amorosos, cariñosos, atentos y que se preocupen por si algo te disgusta o no te sientes bien. Sin duda ella ha sido lo mejor que me ha pasado luego de la muerte de mis padres. Terminé siendo una Omega indefensa de apenas 16 años sola en la calle, y casualmente Rosé iba pasando por esas calles porque se había perdido, sin duda no fue de la manera que me hubiera gustado conocerla pero simplemente ocurrió, y todo fue tan rápido, un flechazo instantáneo, amor a primera vista que causó primeramente ese efecto en nuestros lobos.

El lobo de Rosé es uno grisáceo con los ojos verdes, un poco más grande que el mio, mientras el mio es completamente blanco con los ojos azules.

Aún siento esa mirada penetrante sobre mi que me incomoda. Miro a todos lados buscando a la persona que me mira tan intensamente. Inspecciono mis alrededores deteniéndo mi mirada en un alfa a unos pocos pasos de mi mirando mi trasero sin disimulo alguno. Me encojo en mi lugar y no puedo esperar más porque el bus llegue finalmente a mi parada habitual.

Justo cuando pensé que el alfa dejaría de verme terminó acercándose a mi quedando a escasos centímetros. Incluso podía sentir el desagradable y fuerte olor que desprendía, probablemente estaba en celo.

Se pega completamente a mi y comienza a restregar su notable erección por todo mi trasero. Intento ahogar mis gemidos mientras me aferro más firmemente a la barra.

Miro a todos lados intentando buscar ayuda con la mirada, pero todos se encontraban completamente exhortos de la situación. Probablemente ninguno quiere tener problemas con un alfa.

El asqueroso alfa simula pequeñas embestidas y yo no me puedo sentir más asqueada.

Agarro entre mis temblorosas manos mi celular y escribo al número de mi alfa :

Ayusa alfs. No de desoega de mi

⪻Ayuda alfa, no se despega de mi⪼

Escribí al número de Rosé lo más rápido que pude notando como aún los mensajes quedaban en enviado.

Mordí mi lengua desesperada. El alfa aún seguía simulando embestidas mientras me agarraba la cintura firmemente, y yo no podía hacer más que encogerme en mi lugar, ya que negarme a un alfa no era muy buena idea, además de que no tendría apoyo o alguien que me defienda, él tiene una voz de mando que sin duda yo no podría contradecir.